Cramer (o Crame), Felipe. Alemania, c. 1705 – ?, c. 1772. Ingeniero director.
De origen alemán, ingresaba en el Ejército español en 1723, acompañando a Felipe V en las visitas que realizó el rey en su largo recorrido por Extremadura y Andalucía.
Era nombrado ingeniero extraordinario en promoción, el 13 de diciembre de 1726. En 1729 realizaba un plano de una porción de la isleta del peñón de Vélez, y en 1732, destinado en la Dirección de ingenieros de Sevilla, se le encargaba el proyecto de un cuartel para el Regimiento de Caballería de Baza.
En 1733 ascendió a teniente e ingeniero ordinario y el 8 de octubre de ese año acababa en Almería el plano del sitio de las Eras de la ciudad de Baza en el que se señala el cuartel de Caballería proyectado. También en 1733, ante el temor a una represalia de los musulmanes por la ocupación el año anterior de la plaza de Orán, Cramer recibía del duque de Montemar, José Carrillo de Albornoz y Montiel, la orden de proyectar y dirigir un plan de defensa de la costa del cabo de Gata. El plan incluía la construcción de nueve fortificaciones, que en la revisión de 1735 dejaría reducidas a seis, de las que sólo se llegaron a construir el fuerte Nuevo o de San José y el de San Francisco de Paula. Abandonado el plan señalado anteriormente, con la entrada de España en guerra con Portugal en América, quedaron proyectadas las fortificaciones de los Escullos, Agua Amarga y la ampliación del castillo de San Pedro, que no se realizarían nunca o se construirían durante el reinado de Carlos III, con la planimetría de José Crame. De igual forma, proyectó diversos reparos en las murallas de Almería y en la fortaleza de Roquetas.
Entre 1741y 1742, nombrado teniente coronel e ingeniero en jefe, levantaba el mapa general del reino de Navarra por orden del conde de Gages, virrey de dicho reino. Le ayudó en estas fechas el ingeniero Cayetano Paveto. El 24 de octubre de 1752 se encontraba en Pamplona, finalizando el plano de la cuenca del río Ebro desde Alcanadre hasta Alfaro, con el proyecto de una acequia para regar en los términos de Sartaguda, Murillo, Calahorra, Rincón de Soto y Alfaro.
En 1754 Felipe Cramer procedía a la remodelación de la parte occidental del frente de tierra de la plaza de San Sebastián y, en concreto, de la contraguardia de San Felipe, foso, camino cubierto y muro Guardamar, comprendido entre el ángulo de la contraguardia y lo que hoy en día constituye la rampa de acceso a la playa de la Concha, más próxima al monte Urgull. Al respecto, debía periódicamente informar sobre el desarrollo de las mencionadas obras. En relación con esta última plaza, en 1751, los ingenieros Lorenzo de Solís y Juan Martín Cermeño habían aconsejado a Felipe Cramer mantener la traza de la contraguardia paralela al eje del frente oriental del baluarte de San Felipe, lo que supondría, en opinión de estos, una mayor defensa y un importante ahorro económico para la Hacienda Real.
Con fecha de 28 de enero de 1755 enviaba a Gabriel de Marsillac el Plano, Perfil y Alzado de la Contraguardia de S[a]n Phelipe de la Plaza de S[a]n Sebastián en que se demuestra el estado en que se hallavan sus Obras el dia treinta de junio de 1754, y el Plano, Perfiles y Alzado de la Contraguardia de S[a]n Phelipe de la Plaza de S[a]n Sebastian, en que se demuestra el estado en que se hallavan sus obras â fines del año 1754 y las que se proponen construir en el de 1755. Tales documentos eran enviados por Marsillac al secretario de Guerra, Sebastián Eslava, acompañados de una carta con fecha 3 de febrero. En el documento se presupuestan las obras necesarias en las fortificaciones de Guipúzcoa en 325.100 reales de vellón, de los que 70.370 debían emplearse en “las Obras que se proponen […] comprehendidas entre el Cubo Imperial, y el Baluarte de S[an] Phelipe […] con las q[u] e se hallará concluido el Proyecto General por aquel Frente”.
A partir del 27 de agosto de 1756 construía la Casa Consistorial de Irún, cuya fachada principal está formada por un soportal en el que se abren cinco arcos, que se corresponden en la primera planta con otros tantos huecos rematados por un frontón y unidos por un balcón corrido soportado por canecillos. La fachada está rematada por una balaustrada partida por un escudo monumental de la villa.
Más tarde, en 1761, abandonada Navarra y el País Vasco, se trasladaba a Madrid donde iniciaba un proyecto de carreteras radiales desde la capital hasta distintos puntos de la península (Cádiz y Galicia), al tiempo que en 1762 dibujaba el Plano de la plaza de Gibraltar y de sus contornos comprendidos desde nuestra línea inclusive hasta la punta de Europa, demostrándose en él todas las obras que después del año 1727 han aumentado los ingleses para su defensa. En el papel volante se demuestra el plano de la batería y trincheras de mar y tierra que se propone para atacar la plaza y forzarla a rendirse. Igualmente presentaba el Plano y perfil de una balsa o trinchera flotante. Plano de un prame o batería flotante.
Cramer finalizaba su vida profesional con la dirección de las obras del puerto de Málaga.
En una memoria remitida a sus superiores hacía la observación, a mediados de 1750, en la que constataba que los oficiales de Caballería desde el grado de capitán recibían un sueldo de 1.000 reales mensuales y de 2.000 reales cuando llegaban al grado de coronel; los coroneles de Infantería tenían también a un sueldo de 2.000 reales, mientras que los coroneles de Ingenieros no recibían más de 1.300. Más allá de la comparación de los sueldos, hacía ver que los ingenieros en campaña no se beneficiaban jamás de reposo, contrariamente a las otras armas. Tampoco se les retribuía con una gratificación particular, mientras que los oficiales de la tropa que servían excepcionalmente como ingenieros voluntarios durante los sitios, recibían una retribución de 300 reales por mes, además de sus sueldos. Felipe Cramer insistía también en los gastos suplementarios ligados al empleo de ingeniero: compra de libros y gastos de desplazamiento para asumir las funciones que les eran atribuidas en tiempo de paz. Para terminar, señalaba con amargura las pocas posibilidades de promoción en el escalafón de las funciones militares. El documento escrito por Felipe Cramer no llevaba fecha, aunque se pude suponer que fue escrito antes de 1772, año de su muerte.
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Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño