Ayuda

Antonio Duce y Oliveros

Biografía

Duce (o Duze) y Oliveros, Antonio. Ateca (Zaragoza), 6.VII.1733 – Valdivia (Chile), 16.V.1788. Teniente coronel de Ingenieros y arquitecto.

Entró el 20 de marzo de 1755 como cadete en las Reales Compañías de Guardia de Corps como ayudante de Infantería, concretamente en la Compañía Flamenca, al mando en esos momentos del duque de Bournonville.​

En el año 1763 ingresó en el Real Cuerpo de Ingenieros como ingeniero extraordinario, participando en las obras hidráulicas que se llevaban a cabo en Cartagena. El 21 de febrero de 1764 fue destinado a la plaza de Almería donde construyó el castillo de San Juan de los Terreros.

En 1764, tras la aprobación del Reglamento que su Magestad manda observar a las diferentes clases destinadas a el Real Servicio de la costa del Reyno de Granada, fue nombrado ingeniero director de dicho litoral José Crame. El citado reglamento se aprobó durante el reinado de Carlos III con el fin de crear un dispositivo costero defensivo que protegiera de los piratas y corsarios.

Crame entre 1765 y 1767 diseñó en cuatro proyectos genéricos los elementos defensivos que se habían de construir para adecuar las fortificaciones del citado Reglamento: atalayas, torres para dos cañones, baterías para cuatro cañones y cuarteles de caballería. Así mismo, proyectó las reformas que se habían de realizar para incorporar los edificios existentes al nuevo dispositivo defensivo. Los proyectos de José Crame incluían los avances fundamentales desarrollados para las fortificaciones abaluartadas, incorporando hornabeques, contraguardias, frentes de tierra, fosos, taludes, etc., que dotaban a dichos edificios de gran solidez y seguridad frente a la creciente potencia de fuego de la artillería de la época, así como para resistir cualquier golpe de mano que intentara apoderarse de los mismos desde tierra.

Entre los ingenieros destinados bajo la dirección de Crame, estaba Duce Oliveros, encargado, como se ha señalado, de la construcción del castillo de San Juan de los Terreros. El castillo, en realidad una batería, tenía una planta semicircular con el frente abaluartado (en forma de un hornabeque), y disponía de un foso que se podía superar hasta el portón de la obra de fortificación mediante un puente retráctil, Plano y Perfiles que manifiestan el estado en que se halla la obra de la bateria de San Juan de los Terreros dia 31 de marzo de 1764.

Destinado nuevamente en Cartagena, efectuó el plano general de los contornos de la plaza, para formar el nuevo proyecto de fortificación que estaba realizando Pedro Martín-Paredes Cermeño, director de las obras. También en el año 1769 realizó el Plano y proyecto de los puertos y bahías de Almazarrón [Mazarrón] y la Asubia, construyó una batería y varias obras provisionales de defensa de la ciudad, llevando, así mismo el detall de las obras de fortificación y defensa de la plaza de Cartagena.

Por Real Cédula de fecha 8 de octubre de 1773 era destinado al reino del Perú, a donde llegó junto a los igualmente ingenieros Mariano Pusterlá y Leandro Badarán. Pasó, posteriormente, a las obras de fortificación de la ciudad de Valdivia en la Capitanía General de Chile, perteneciente a su vez, al Virreinato de Perú, donde en 1775 relevaba a Juan Garland, ingeniero ordinario.

En Valdivia ejecutó varios edificios de interés de arquitectura civil, destinados a viviendas de personas notables de la época en la ciudad. Sin embargo, las obras principales en la ciudad chilena serán la muralla o cerca de tierra (conocido hoy en día como el Muro de Duce o la Cerca de Duce), así como varias baterías de defensa construidas con motivo de la inminente Guerra con Inglaterra (años 1780-1799). En 1775 construyó también un foso que rodeaba todo el perímetro de la ciudad, por el cual se desvió el curso del río Calle Calle, enlazándolo con el de Valdivia y haciendo de la ciudad una isla elevada sobre el nivel del agua. También construyó dos torreones, ambos con ladrillos, cal y teja, que quedaron unidos por el Muro de Duce. En la zona sur de la muralla fue levantado un malecón de tres cuadras de longitud asentado sobre la laguna, para levantar sobre él los baluartes defensivos de la plaza. Todas estas obras estaban complementadas con la construcción de otros malecones o Tajamares para defensa contra inundaciones, o bien para afianzar los elementos defensivos. En estos trabajos militares y civiles de tajamares, trabajaron gran número de presidiarios como era común en aquella época. Completaban estas construcciones una serie de puentes para salvar los esteros y lagunas, hasta que posteriormente fueron desecados.

Durante su permanencia en Valdivia trabajó en los reparos del castillo de la Bahía de Corral, que presentaba daños por el terremoto del año 1737, y en el del castillo de Niebla, casi destruid​o por el mismo terremoto. Relacionado con la guerra con Inglaterra citada anteriormente, en 1779 construyó las siguientes baterías: de El Molino en la bahía del mismo nombre, la de El Piojo y la de Chorocamayo Alto, reparando, además, la batería del Barro y el fuerte de la Aguada. Los trabajos de fortificación de la ciudad se realizaron no solo por el peligro de una nueva guerra con Inglaterra, si no, de igual manera, por el temor a las incursiones indígenas.

Antonio Duce también trabajó en obras hidráulicas en Valdivia. Desde el siglo XVII estaba la ciudad rodeada de una serie de pantanos y lagunas, hasta el extremo ser llamada “de lago, por las lagunas y pantanos de alrededor, por los que se pasaban por puentes de piedra”. A finales del XVIII, como ya se ha señalado anteriormente, estaba a cargo de las obras de encauzamiento, desecación y fortificación de la plaza, acometidas para ponerla en estado de defensa, después de las obras realizadas por él en Purén (Arauco). En 1783 aparece Duce en Santiago, trabajando en los Tajamares.

Antonio Duce y Oliveros falleció en Valdivia, Chile, el 16 de mayo de 1788, teniendo en esos momentos el grado de teniente coronel del Real Cuerpo de Ingenieros.

 

Bibl.: Estados (Escalillas) del Cuerpo de Ingenieros del Ejército, 1800-1804; H. Capel et al., Los Ingenieros Militares en España. Siglo XVIII. Repertorio biográfico e inventario de su labor científica y espacial, Barcelona, Publicaciones y ediciones de la Universidad de Barcelona, 1983; J. López Muiños, Algunos aspectos de la Ingeniería Militar española y el Cuerpo Técnico, Madrid, Ministerio de Defensa, 1993; A. S. J. de Paula, “El Real Cuerpo de Ingenieros Militares y la cultura artística en el sur de América”, en Crítica, 56 (1995); A. Gil Albarracín, Documentos sobre la Defensa de la Costa del Reino de Granada (1497-1857), Barcelona, Ingoprint, S. A. 2004; C. Laorden Ramos, Obra Civil en Ultramar del Real Cuerpo de Ingenieros, Madrid, Ministerio de Defensa, 2008, 2 vols.; “Don Antonio Duce Oliveros”, en Historia de Ateca, 4 de septiembre de 2015, [en línea], disponible en https://historiadeateca.wordpress.com/2016/04/11/don-antonio-duce-oliveros/; P. Santiesteban, “El mudo pasado de los torreones de Valdivia”, en Diario Laguino, 26 de agosto de 2021 [en línea], disponible en https://www.diariolaguino.cl/noticia/historiasdiariosur/2021/08/el-mudo-pasado-de-los-torreones-de-valdivia; J. Carrillo de Albornoz y Galbeño, “Pusterlá y Sacré, Mariano de”, en Real Academia de la Historia, Diccionario Biográfico electrónico [en línea], disponible en https://dbe.rah.es/biografias/47908/mariano-de-pusterla-y-sacre; “Los ingenieros militares del siglo XVIII”, en Los ingenieros del rey [en línea], disponible en http://www.altorres.synology.me/01_06_siglo18.htm.

 

Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño