Gesta Piquer, Jesús. Madrid, 19.I.1915 – Paracuellos del Jarama (Madrid), 29.XI.1936. Religioso de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios (OH), mártir y beato.
Fueron sus padres Enrique Gesta García, teniente coronel del Cuerpo Jurídico, y María Blanca Piquer y Martín-Cortés, hija del general César Piquer, cristianos prácticos, de costumbres irreprensibles y sentimientos nobles. Fue bautizado en la parroquia de San Ginés el día 23 de enero de 1915, imponiéndosele los nombres de Jesús María José Antonio y Canuto. La educación religiosa y formación recibida fue según la posición y rango social que le correspondía, frecuentando el colegio de los hermanos maristas de Madrid.
Murió pronto el padre, lo que causó problemas económicos dentro de la familia.
Recibió la confirmación en 1923. Miembro de la Acción Católica en las parroquias de San Ginés y en la de San Martín, y visitaba los suburbios de Las Ventas y Vallecas en apostolado juvenil. Era de carácter más bien fuerte, enérgico, abierto y de temperamento nervioso, pero rezumaba simpatía, dulzura y buenos modales con todos; amante de la paz, trataba siempre de apaciguar las discusiones que ocurrían entre los compañeros. También a veces visitaba el Hospital de San Rafael de Madrid atraído por los impulsos interiores que sentía. El verano del año 1934, en vez de salir de vacaciones con su familia, se quedó en Madrid más libre para preparar su ingreso en la Orden Hospitalaria, siempre orientado por su guía espiritual, José María Vegas, capellán del Santo Cristo de San Ginés. Durante este verano frecuentaba los hospitales de San Rafael y el de Ciempozuelos y se relacionaba con los Hermanos de San Juan de Dios.
Muy convencido dio el paso vocacional, necesitando una fuerza de voluntad particular para separarse de la casa y del afecto de su madre; en ello encontró una gran ayuda en su hermano Guillermo, confidente de sus planes, quien preparó el momento de la separación disponiendo convenientemente a la madre. Se incorporó a la Orden en Ciempozuelos en 1934. El 6 de marzo de 1935 al tomar el hábito se quedó con el nombre religioso de fray Jesús, dando inicio al noviciado.
Su entrega a la formación religioso-hospitalaria fue con entusiasmo y especialmente reconocida; en ello tuvo una influencia e intervención particular el beato Juan Jesús Adradas, su maestro de noviciado.
Sus compañeros lo recuerdan como “muy fervoroso, nos servía de ejemplo a todos los demás; celosísimo por adquirir la perfección, muy abnegado, paciente y caritativo con los enfermos, usando con ellos una delicadeza edificante, y haciendo todos los menesteres con singular asiduidad. Los Hermanos le mirábamos como a un perfecto hospitalario, imitador de nuestro glorioso Padre san Juan de Dios”. Él mismo se declaraba agradecido por la vocación hospitalaria recibida, considerando “como una merced que Dios le había hecho, y que se sentía dichoso y feliz en el servicio de Dios y de los pobres enfermos”. Así, pues, emitió la profesión de los votos temporales el 8 de marzo de 1936. Se conservan cuatro cartas suyas que son un canto de amor al Corazón de Jesús y una expresión de su felicidad como hermano de San Juan de Dios viviendo la hospitalidad. Junto con los demás hermanos fue apresado y después encerrado en la cárcel de San Antón. Habiéndose refugiado su familia en la embajada de Chile, ésta se interesó para que gestionar su libertad. Al ser visitado por el embajador, él se opuso rotundamente. En la prisión se volcaba en favor de los hermanos ancianos buscando de conseguirles lo que mejor les podría acomodar, y también para otros.
Fue asesinado el 30 de noviembre de 1936.
Sus últimas palabras fueron: “¡Viva Cristo Rey!”. Tenía veintiún años de edad y algo más de medio año que había profesado como hermano de San Juan de Dios. Abierta su causa de muerte como martirio en la Curia diocesana de Madrid (1952) y aprobada en Roma el 14 de mayo de 1991, fue beatificado el 25 de octubre de 1992 por el papa Juan Pablo II. Su fiesta litúrgica se celebra el 30 de julio como “Mártires de la Hospitalidad”.
Bibl.: O. Marcos Bueno, Violencias, profanaciones y asesinatos cometidos por los marxistas en los Establecimientos de San Juan de Dios: Ciempozuelos, Carabanchel Alto y Talavera de la Reina, Palencia, Editorial Hospitalaria, 1938; R. M. Saucedo Cabanillas, “Hasta el Cielo”, en Biografía y martirio de 54 Hermanos Hospitalarios de San Juan de Dios, Madrid, ARGES, 1952; O. Marcos Bueno, Testimonio Martirial de los Hermanos de San Juan de Dios en los días de la persecución religiosa española, Madrid, Editorial Hospitalaria, 1980; F. Lizaso Berruete, Testigos de la misericordia hasta el martirio, Madrid, Editorial Hospitalaria, 1992.
José Luis Martínez Gil, OH