Arbeleche Apat, Pedro. Valcarlos (Navarra), 20.III.1811 – Almagro (Ciudad Real), 29.VII.1889. Brigadier y caballero de la Orden de San Fernando.
En 1834 tuvo entrada en el cuerpo de Guardias de la Real Persona, con el que, a partir del año siguiente, intervino en operaciones contra los carlistas formando parte del Ejército del Norte.
En 1835 combatió en el alto de la Descarga, Castrejana, Mendigorría, Los Arcos, Cirauqui y Mañeru, y Guevara, siendo en el mes de abril promovido a subteniente y destinado al Regimiento de Almansa.
Al año siguiente luchó en Salinas y Villarreal, y tomó parte en la persecución a la expedición del general Gómez, a la que se enfrentó en Brihuega, Cifuentes, Villarrobledo y Alcaudete, siendo en esta última acción recompensado con el grado de primer comandante por su valeroso comportamiento. Finalizó el año con el empleo de teniente, obtenido por antigüedad.
En 1837 participó en la expedición al valle de Ulzama y en la persecución de la expedición del Pretendiente, a la que combatió en las batallas de Huesca, Barbastro y Gra, resultando herido de bala en esta última y mereciendo su destacado comportamiento la Cruz de San Fernando de 1.ª clase.
Un año después se enfrentó a los carlistas en las líneas atrincheradas de Medianas y Bortedo, y persiguió a la expedición del conde Negri, cayendo herido por segunda vez en el mes de marzo en Verdejo y siendo recompensado con una segunda Cruz de San Fernando de 1.ª clase, ganando otras dos más en el mes de junio en las acciones de Biurrun y Alzórriz.
En 1839 fue ascendido a capitán por méritos de guerra y nombrado ayudante del general Ezpeleta, regresando posteriormente al regimiento de Almansa, con el que se batió en Allo y Dicastillo, y Cirauqui y Mañeru.
Una vez terminada la guerra, sirvió en los regimientos de Aragón y Zaragoza, adhiriéndose con este último al levantamiento de 1843 contra Espartero, por lo que se le concedió el empleo de segundo comandante, siendo a continuación trasladado al regimiento de Soria.
Nombrado ayudante de campo del capitán general de Burgos, en el mes de julio se le encomendó la reorganización del batallón provincial de Santander, que se había pronunciado en Santoña, siendo premiada su actuación con el ascenso a primer comandante, con el que al año siguiente se le comisionó para el mando del batallón provincial de Soria.
Actuó en el mes de noviembre de 1844 contra los sublevados por el general Zurbano en La Rioja, consiguiendo su quinta Cruz de San Fernando de 1.ª clase.
Causó baja como ayudante en 1847 y pasó destinado al Regimiento de Zaragoza, del que al año siguiente fue trasladado al de Isabel II, volviendo enseguida al cargo de ayudante del capitán general de Burgos y pasando posteriormente a serlo del de Navarra.
En 1847 fue nombrado comandante general de la línea del Baztán, e impidió la entrada de los carlistas, por lo que fue recompensado con el empleo de teniente coronel. Al año siguiente se le concedió el mando del batallón de Cazadores de Barbastro, con el que intervino en operaciones contra los carlistas en Cataluña, pasando más tarde a mandar la columna de operaciones del Llano de Barcelona y a continuación la brigada de operaciones de Cataluña, combatiendo sin descanso a las facciones carlistas.
Sirvió en 1849 en los regimientos de Granada y de San Fernando, manteniéndose en este último hasta que en 1851 fue nombrado ayudante de campo del capitán general de Galicia. Tras mandar durante unos meses el batallón de Cazadores de Antequera, en 1853 pasó a desempeñar el cargo de ayudante de campo del capitán general de Granada, puesto en el que se mantuvo hasta su ascenso a coronel por antigüedad, al año siguiente.
En 1854 fue nombrado jefe del Regimiento de Borbón, pasando un año después a la situación de reemplazo, confiándosele en 1856 el mando de la primera Media Brigada de Cazadores y al año siguiente el del Regimiento Fijo de Ceuta.
Ascendido a brigadier por méritos de guerra en 1858 en recompensa de los servicios prestados con ocasión de los sucesos políticos de 1854 y 1856; se mantuvo en situación de cuartel durante los años siguientes, hasta que en 1864 fue nombrado gobernador militar de la provincia de Ciudad Real, volviendo a los pocos meses a la situación de cuartel en Madrid, en la que permaneció hasta 1876.
En este último año se le encomendaron los cargos de gobernador militar de Ciudad Real y posteriormente de Gerona, no llegando a incorporarse al segundo por haber dimitido.
En 1879 pasó a la situación de reserva en Madrid.
Poseía las Grandes Cruces de San Hermenegildo e Isabel la Católica. Habiéndosele abierto juicio contradictorio para la concesión de la Cruz Laureada de San Fernando, en 1852 se ordenó que dicho proceso quedase archivado en la Secretaría del Supremo Tribunal de Guerra y Marina.
Fuentes y bibl.: Archivo General Militar de Segovia, secc. 1.ª, leg. A-2090.
J. L. Isabel Sánchez, Caballeros de la Real y Militar Orden de San Fernando. Infantería, vol. II, Madrid, Ministerio de Defensa, 2001.
José Luis Isabel Sánchez
