Núñez de Ibarra, Manuel Pablo. Corrientes (Argentina), 29.VII.1782 – 1862. Pintor, grabador, platero y medallista.
Fueron sus padres Agustín Núñez y Petrona Ibarra. Nació en un hogar de clase media acomodada, vinculada y emparentada con sacerdotes y militares. Hizo sus estudios iniciales en la Escuela del Convento de San Francisco, en su provincia. Sus naturales inclinaciones al arte lo llevaron a ingresar como aprendiz en el taller de algún platero correntino y con el tiempo fue perfeccionando el dibujo y el grabado. Y a hacia 1809, Núñez de Ibarra se encontraba en Buenos Aires trabajando como platero. De esa época son dos estampas religiosas de diferente valor, firmadas por él: una Santa Rita de Cassia y un San Telmo, patrón de los navegantes (ésta se conserva en el Convento de Santo Domingo de la ciudad de Buenos Aires). Tras la Revolución de mayo empezó una impresionante tarea como grabador, instaló su propio taller y realizó planchas para el Estado. Entre 1812 y 1814 propuso al gobierno la organización de una fábrica de tipos para imprenta, de su propia invención. En 1815 se desempeñó como ayudante y segundo preceptor en la Escuela de Dibujo, que sostenía financieramente el consulado y que había sido fundada por el padre Castañeda. En 1818 quedó desvinculado de esa institución y, aunque proyectó formar su propia academia —que enseñaría, además de Dibujo, Técnicas de Impresión, Grabado y Laminado— los comienzos del proyecto fueron difíciles. Ese mismo año el Cabildo de Buenos Aires le encargó, en homenaje de la gesta del general José de San Martín en Chile, un grabado que Núñez de Ibarra realizó. La imagen del prócer fue representada de forma curiosa e ingenua y sirvió de modelo inspirador a otros artistas de la talla del francés Géricault y del peruano Gil de Castro. El valor de esta imagen reside en el hecho de haber sido hecha por un contemporáneo del Libertador, y se popularizó tanto que se realizaron tirajes, algunos coloreados y accesibles al bolsillo del pueblo que adornaron variados espacios públicos y privados.
En 1819 el artista ejecutó un busto de Manuel Belgrano, que dedicó a Bernardino Rivadavia. Dos años después hizo un segundo retrato del prócer con la colaboración del grabador francés José Rousseau, residente en Buenos Aires. Al año siguiente retrató a Bernardino Rivadavia en una plancha de cobre que ofreció a la Academia de Medicina. En 1824 estaba de vuelta en su provincia natal y, entre 1834 y 1839, dirigió una escuela de Dibujo con una pequeña ayuda del Gobierno. No cesó su tarea como artista y es probable que hiciera la espada que se le obsequió al general San Martín por la victoria de Caaguazú, en 1841. De esa fecha datan un grabado de la Virgen de Itatí y varios sellos encargados por los gobiernos correntino y santafesino. En 1860 confeccionó un abanico para Delfina de Vedia, esposa del general Mitre.
Falleció en Corrientes a los ochenta años.
Bibl.: R. Trostiné, El grabador correntino Manuel Pablo Núñez de Ibarra (1782-1862), Buenos Aires, Talleres Gráficos San Pablo, 1953; A. L. Ribera, “La platería en el Río de La Plata”, en Anales del Instituto de Arte Americano e Investigaciones estéticas (Buenos Aires), n.º 7 (1954); V. Gesualdo, Enciclopedia del arte en América, t. II, Buenos Aires, Editorial Omeba, 1969; A. L. Ribera, “Grabado”, en VV. AA., Historia General del Arte en la Argentina, Buenos Aires, Academia Nacional de Bellas Artes, 1983.
Andrea María Bau
