Prado Franco, Pablo de. La Paz (Bolivia), 1576 – Cuzco (Perú), 1651. Religioso jesuita (SI) criollo, experto en lengua quichua, escritor.
Hijo de Sebastián de Prado y de Isabel Franco.
Era estudiante en el Colegio de San Martín de Lima cuando, el 19 de marzo de 1597, le admitió en la Compañía de Jesús el padre provincial Juan Sebastián de la Parra. Fue, con Francisco de Contreras y Ulloa, uno de los dos primeros criollos charqueños que entraron en la Compañía de Jesús. Estudió tres años de Artes y cuatro de Teología, según el catálogo de la provincia jesuítica de 15 de marzo de 1601 (Monumenta Peruana, VII, 1981), donde se le calificaba con la nota de: “esperanças para govierno y muy bien obrero”. Parece, aunque no hay documentación segura, que al siguiente año, 1602, recibió la ordenación sacerdotal. De su vida de jesuita se tienen pocos datos, tan sólo que en 1612 se encontraba en el Colegio de Huamanga (hoy Ayacucho), que fue después superior de la Residencia de Juli y, finalmente, vicerrector del Colegio del Cuzco.
A pesar de su origen paceño, era muy buen dominador de la lengua quechua, y “con el intento de suministrar al párroco misionero un como manual práctico para el más fácil ejercicio de su ministerio” (R.
Vargas Ugarte, 1941), compuso y publicó en Lima un manual destinado ante todo a los doctrineros, con las fiestas movibles, fiestas de guardar para los indios, el Catecismo y la Doctrina Cristiana (elaborados en el III Concilio Limense de 1583), plática breve de lo que ha de saber el que se hace cristiano, ejercicio cuotidiano, modo de oír la misa, de rezar el rosario, devoción de los santos, práctica del confesionario, modo de ayudar a bien morir, el símbolo de san Atanasio (credo), algunos cánticos de la Pasión, etc., y todo en la lengua española y quichua. “Quise que fuese en español y en la lengua quichua para que aprovechase á todo género de gente, y para que en los llanos y otras partes donde la lengua general no se habla con la propiedad y pureza que en el Cuzco, y la española se va haciendo familiar, por el español se entendiese.
Va todo breve para evitar prolijidad, y porque el libro con su pequeño porte se procure con más gusto y menos coste. Vale”; así es como termina el autor su breve nota introductoria titulada “Al letor”. Hubo una segunda edición de esta obra, sin año de impresión, y que hoy es inencontrable.
Obras de ~: Directorio espiritual en la Lengua Española, y Quichua general del Inga. Compuesto por el P. Pablo de Prado, de la Compañía de Iesvs. Dedicado al Apóstol San Pablo, Vaso de eleccion, y Doctor de las gentes [...], Lima, Por Iorge Lopez de Herrera, Impresor de libros, Año de 1641 (2.ª ed., Directorio espiritval en la Lengua Española, y Quichua general del Inga. Compvesto por el Padre Pablo de Prado, de la Compañía de Iesvs. Dedicado al Apóstol San Pablo, Vaso de eleccion, y Doctor de las gentes, en Lima, s. f.).
Bibl.: E. Torres Saldamando, Los antiguos jesuitas del Perú: Biografías y apuntes para su historia, Lima, Imprenta Liberal, 1882, pág. 71; C. Sommervogel, Bibliothèque de la Compagnie de Jesús [...], vol. VI, Bruxelles-Paris, Oscar Schepens, Alphonse Picard, 1896, col. 1.150; J. T. Medina, La imprenta en Lima, 1584-1824, Santiago de Chile, Impreso y grabado en casa del Autor, 1904, vol. I, págs. 330-331, n.º 219, y vol. III, 1905, pág. 540, n.º 2568; R. Streit, Bibliotheca missionum, II, Münster i W., 1924, pág. 720; R. Vargas Ugarte, Los jesuitas del Perú (1568-1767), Lima, 1941, págs. 144-146; A. de Palau y Dulcet, Manual del librero hispanoamericano [...], vol. XIV, Barcelona, Librería Palau, 1962, págs. 63- 64, n.os 234.901-234.902; E. Romero del Valle, Diccionario manual de la literatura peruana y materias afines, Lima, Universidad Nacional Mayor de San Marcos, 1966, pág. 257; A. de Egaña, Monumenta Peruana, vols. V y VII, Romae, Apud “Monumenta historica Societatis Iesu”, 1970 y 1981, pág. 766 y págs. 245 y 268, respect.; J. M. Barnadas: “Prado, Pablo de”, en VV. AA., Diccionario Histórico de Bolivia, vol. II, Sucre, Grupo de Estudios Históricos, 2002, págs. 593-594.
Fernando Rodríguez de la Torre