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Philippe de Sainte-Aldegonde

Biografía

Sainte-Aldegonde, Philippe de. Barón de Noircarmes (I). ?, p. t. s. xvi – Utrecht (Países Bajos), 15.III.1574. Gentilhombre de la boca y de la Cámara de Carlos V, capitán general y grand bailli de Hainaut, y consejero del Consejo de Estado de Flandes.

Hijo de Jean de Noircarmes y de Marie de Rubempré, así como hermano de Jean, señor de Selles, el primer período de su vida es poco conocido, aunque la importancia de su familia le hizo jugar un importante papel en la vida política de los Países Bajos ya desde joven. Esto le valió para ser nombrado gentilhombre de la boca de la Casa de Borgoña de Carlos V, oficio que ejerció desde el 24 de octubre de 1543 hasta el 1 de marzo de 1548, y gentilhombre de la Cámara, desde esta la última fecha hasta junio de 1556.

Su mayor protagonismo, sin embargo, le llegó durante el gobierno del duque de Alba en los Países Bajos, durante la época de los tumultos, donde no adoptó una posición muy clara y se tuvieron dudas sobre su lealtad. Desde el comienzo de los mismos, pidió la reunión de los Estados y la venida de Felipe II a Flandes, y asistió a las reuniones en casa de Orange con Berghes y Montigny. Granvela le acusó de favorecer la Unión de Bruselas y de ser hechura de Egmont, lo que llevó a que ambos se convirtieran desde entonces en enemigos irreconciliables. Sin embargo, a mediados de 1566 se inclinó decididamente por el bando realista, lo que le valió su nombramiento, el 1 de julio de ese año, como bailli y capitán de Saint Omer, así como también su nombramiento como grand bailli y gobernador de Hainaut y la capitanía del castillo de Cambray en ausencia del marqués de Berghes. Fue aumentando su importancia militar y política gracias a la confianza depositada por la regente Margarita de Parma en él, convirtiéndose junto con Charles de Berlaymont en una de las cabezas visibles de los leales a Felipe II.

Tras sofocar la rebelión de Valenciennes, el 11 de junio de 1567 se reunió por primera vez con el duque de Alba, que acababa de llegar a Flandes. Desde un primer momento, la confianza del noble castellano en Noircarmes fue plena y éste le nombró miembro del Conseil des Troubles, estando presente en el juicio a Egmont y Horn, así como también le nombró miembro del Consejo de Estado. Noircarmes se mostró favorable en todo momento al duque de Alba y apoyó sus medidas sobre el Perdón General o la aplicación de la alcabala. Su cercanía con Fadrique de Toledo, hijo del nuevo gobernador, le proporcionó además unas altas cuotas de poder que provocaron el enfrentamiento con el grupo opositor al duque de Alba que se fue formando en Bruselas, encabezado por Berlaymont, Viglius, y las hechuras de Granvela, y cuyas pugnas alcanzarían su cénit cuando el duque de Medinaceli hizo su aparición en Flandes.

Noircarmes tomó parte en 1572 en el asedio de Haarlem y en 1573 recibió la comandancia de Holanda tras apresar los rebeldes a Boussu. El último servicio que le solicitó Fernando Álvarez de Toledo fue que intentara conseguir la vuelta de los rebeldes a la iglesia a través de Marnix de Sainte-Aldegonde, que acababa de ser detenido. Sin embargo, el plan no pudo llevarse a cabo, ya que se ordenó al duque de Alba que retornara a Castilla a finales de 1573. Su marcha hubiera conllevado la caída irremisible de Noircarmes, ya que el grupo de partidarios de la política que se había llevado a cabo con anterioridad fue disgregado debido a los cambios faccionales que habían sucedido en Madrid durante aquellos años con el auge del llamado partido “papista” encabezado por el secretario Antonio Pérez. Sin embargo, Noircarmes no tuvo que sufrir la ignominia de verse relegado, ya que falleció de una herida en el asedio de Utrecht el 5 de marzo de 1574.

Había contraído matrimonio con Bonne de Lannoy, dama de Mingoval y Bagnicourt. Con ella tuvo varios hijos, entre los que destacan Philippe y Maximilianne, que fueron gentilhombres de la casa de Borgoña de Felipe II y lucharon en sus ejércitos.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General de Simancas, Estado, leg. 541, fol. 11; leg. 544, fol. 25; leg. 547, fols. 164 y 167; leg. 554, fols. 99 y 174.

J. J. de Smett, Biographie nationale, vol. XV, Bruxelles, Académie Royale des Sciences, des Lettres et des Beaux-Arts de Belgique, 1866-1986, págs. 784-788; J. Martínez Millán (dir.), La Corte de Carlos V, vol. IV, Madrid, Sociedad Estatal para la Conmemoración de los Centenarios de Felipe II y Carlos V, 2000, pág. 276; J. E. Hortal Muñoz, “La concesión de mercedes en los Países Bajos durante el gobierno del duque de Alba. La importancia del control del gobierno de las ciudades y de las provincias”, en J. Bravo Lozano (ed.), Espacios de poder: Cortes, ciudades y villas, Alicante, Caja de Ahorros del Mediterráneo, 2002, págs. 188, 190-191, 193, 198-201, 206-207, 210, 213 y 215.

 

José Eloy Hortal Muñoz