Manuel (de Villena), Enrique. Conde de Seia, señor de Sintra y Cascais, en Portugal. Señor de Montealegre y Meneses, en Castilla. Portugal, c. 1340 – Guadalajara, 1414. Cortesano de Fernando I de Portugal, consejero de Juan I, Enrique III y Juan II de Castilla.
Era hijo bastardo de don Juan Manuel y de Inés de Castañeda; por lo tanto, fue medio hermano de Constanza Manuel, mujer de Pedro I de Portugal, de Juana Manuel, mujer de Enrique II de Castilla, y de Fernando Manuel de Villena, adelantado de Murcia. Vivió buena parte de su vida en la Corte portuguesa, donde recibió los títulos portugueses ya citados. Durante el reinado de Fernando I de Portugal conservó su posición y se adhirió a la causa legitimista de la única hija y heredera del Rey, Beatriz de Portugal. En las Cortes de Leiría de 1376 intervino como representante de la princesa en el compromiso matrimonial con Fadrique, duque de Benavente, hijo bastardo de Enrique II. Asistió a las Cortes de Soria de 1380, donde se firmó un nuevo acuerdo matrimonial para la niña, en este caso con el heredero de la Corona castellana, el futuro Enrique III. En abril de 1383 estuvo presente en Salvaterra de Magos a la firma de los nuevos y definitivos contratos matrimoniales, pero en este caso con Juan I de Castilla, que ya estaba viudo de su primera mujer, Leonor de Aragón. La boda se celebró al mes siguiente en la catedral de Badajoz. La muerte del rey portugués, acaecida en octubre, convirtió a Beatriz en reina de Portugal, aunque sujeta a la regencia de su madre, Leonor Téllez; el conde Enrique fue el encargado de proclamar Reina a su sobrina nieta en la Rúa Nova de Lisboa. Pero poco después, en noviembre, comenzó la sublevación encabezada por el maestre de Avís en defensa de la independencia portuguesa, y el conde tomó de nuevo partido en favor de su sobrina; entre otros nobles recibió a Juan I y Beatriz en la ciudad de Guarda, donde se asentó el cuartel general castellano. Puede que militara brevemente en las filas del maestre, pero por poco tiempo. Tras la batalla de Aljubarrota de 1385 buscó refugio en Castilla al igual que otros muchos cortesanos.
Enrique III le concedió en señorío la villa y castillo de Montealegre en 1398, y lo mismo sucedió con Meneses, ambas en Tierra de Campos, pero sin título.
Gozó de la consideración de pariente real hasta su muerte. Todavía era consejero real a comienzos del reinado de Juan II; en 1406 tomó juramento a Fernando de Antequera cuando se constituyó la regencia, y en 1408 asistió a las Cortes de Guadalajara. También desempeñó el cargo de mayordomo mayor de la reina de Aragón, María, mujer de Alfonso V el Magnánimo.
Se casó con Beatriz de Sousa (o Sosa), hija de Pedro Alonso de Sousa y Elvira Anes de Novoa. No está del todo clara su descendencia, tanto legítima como ilegítima, pero destaca especialmente su hijo y heredero Pedro Manuel, señor de Montealegre y Meneses, y también su hijo bastardo Fernando Manuel de Villena.
Ambos encabezan las dos ramas principales de los Manuel portugueses en la Castilla del siglo XV.
Firmó su testamento y codicilo en Guadalajara, en noviembre de 1414, poco antes de morir. Fue sepultado en el convento dominico de San Juan y San Pablo de Peñafiel, el enterramiento principal de su linaje.
Bibl.: G. Argote de Molina, El Conde Lucanor y Linaje de los Manueles, Sevilla, 1575; L. de Salazar y Castro, Historia Genealógica de la Casa de Lara, II, Madrid, Imprenta Real, 1696 (reed. Bilbao, Wilsen Editorial, 1988), pág. 190; F. Fernández de Béthencourt, Historia genealógica y heráldica de la Monarquía Española, II, Madrid, Enrique Teodoro, 1897 (reed. Sevilla, Fabiola de Publicaciones Hispalenses, 2002, pág. 121); S. de Moxó, “De la nobleza vieja a la nobleza nueva. La transformación nobiliaria castellana en la Baja Edad Media”, en Cuadernos de Historia, III (1969), págs. 190-195; C. Olivera Serrano, “Servicio al rey y diplomacia castellana: don Juan Manuel de Villena”, en Anuario de Estudios Medievales, XXV, 2 (1995), págs. 463-488; Beatriz de Portugal. La pugna dinástica Avís-Trastámara, Santiago de Compostela, en Cuadernos de Estudios Gallegos [Anexos, n.º XXXV], 2005, págs. 66, 72, 84, 87, 93-94, 221, 256-259, 263 y 374.
César Olivera Serrano
