Giménez Adrover, Cayetana Alberta. Pollensa, Mallorca (Islas Baleares), 6.VIII.1837 – Palma de Mallorca (Islas Baleares), 21.XII.1922. Religiosa, fundadora.
Al día siguiente de nacer recibió el bautismo en la parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles de la misma Pollensa, imponiéndole los nombres de Cayetana Alberta, si bien siempre utilizó sólo el segundo nombre. En Barcelona recibió una formación sólida y abierta a la vida y obtuvo el título de maestra. En Palma de Mallorca comenzó a ejercer la docencia. Conoció a Francisco Civera, profesor de Matemáticas, con el que contrajo matrimonio en la parroquia de San Nicolás de Palma de Mallorca el 7 de abril de 1860. Tuvieron cuatro hijos, de los que sólo sobrevivió Alberto. Se dio a conocer como esposa y madre ejemplar, y deseando contribuir a la formación cristiana de la juventud, en 1865, organizó en su casa, junto con su esposo, una escuela privada en la que ella instruía a las niñas y su esposo a los niños.
El 17 de junio de 1869 falleció su marido, quedando viuda. Pensó entonces en consagrarse a Dios ingresando en las Religiosas Salesas, pero el canónigo Tomás Rullán, en nombre del obispo Manuel Salvá, le invitó, el 2 de marzo de 1870, a que se hiciese cargo del colegio de la Pureza de María Santísima.
Este colegio, fundado en 1809, por el obispo Bernardo Nadal, después de unos años de esplendor, pasaba por una fuerte crisis. Como directora, Alberta Giménez supo organizar el centro, haciéndose cargo a los dos años de la primera Escuela Normal de maestras de las Baleares.
Alberta Giménez en 1874, con el fin de dar una mayor consistencia a la obra de la Pureza, creaba la comunidad de las Hermanas de la Pureza de María Santísima, cuyos miembros tenían como fin la santificación propia y la Gloria de Dios mediante la enseñanza. Estudió las constituciones y estatutos de los religiosos escolapios, Congregación dedicada a la enseñanza, y en la espiritualidad jesuítica encontró un espacio acogedor para el itinerario evangélico de su Congregación de Religiosas de la Pureza de María Santísima.
En todo el proceso fundacional contó con una ayuda excepcional: la de Enrique Reig y Casanova, futuro cardenal, entonces canciller-secretario y vicario general del obispado. Conocía los problemas de la enseñanza en el final agitado del siglo xix. Ayudó a redactar las nuevas Constituciones a madre Alberta, y el obispo Jacinto María Cervera le encargó el estudio de las dificultades que pudiese haber para aprobar la nueva Congregación, acontecimiento que tuvo lugar el 2 de agosto de 1892. Cuatro días después la fundadora y las primeras religiosas hacían su profesión religiosa ante el mismo obispo.
El desarrollo de dicho instituto y la eficiente labor educadora que desarrollaban las religiosas en los colegios de Palma de Mallorca, Valldemosa y Manacor, hizo concebir a Enrique Reig la idea de trasladar la obra de madre Alberta a su querido pueblo natal de Agullent.
El 12 de septiembre de 1899, presididas por la propia fundadora, llegaron las primeras religiosas a este pueblo. El 2 de enero de 1901 abrían un nuevo colegio en el vecino pueblo de Onteniente, donde continúan hoy día realizado una meritoria labor educadora.
Y por tierras valencianas fueron creciendo las fundaciones: Ollería (8 de septiembre de 1907); Alcácer (1 de noviembre de 1913); más tarde la ciudad de Valencia (17 de octubre de 1920) y el Grao de Valencia (1922); Inca en Mallorca; Puerto de la Cruz y Santa Cruz de Tenerife (Canarias) y Establiments (Mallorca).
El 10 de mayo de 1901 tuvo lugar la aprobación pontificia del instituto, merced a las gestiones que hiciera el futuro cardenal, Enrique Reig y Casanova. Madre Alberta cesó como superiora general por razones de salud el 20 de agosto de 1916. Pasó los últimos años de su vida en la casa madre, siendo un ejemplo de humildad y observancias religiosa. Falleció santamente en Palma de Mallorca el 21 de diciembre de 1922.
Recientemente la voz autorizada de la Iglesia ha proclamado oficialmente las virtudes heroicas de madre Alberta Giménez, abriendo con ello los horizontes de la Iglesia y de la sociedad con esa luz nueva que alumbra nuevos caminos hacia Dios.
Obras de ~: Documentos autógrafos, apuntes espirituales, cartas (en Archivo Casa Madre, Palma de Mallorca).
Bibl.: A. Sancho Nebot, Madre Alberta, Palma de Mallorca, Imprenta Mosén Alcocer, 1941; B. Morey y Fiol, Por la pedagogía a Dios, Barcelona, Martín Casanovas editor, 1975; Maioricem beatificationis et canonizationis saervi Dei Caietanae Albertae Jiménez [...], Sumarium documentorum, Roma, 1979; Positio super virtutibus, Roma, Sagrada Congregación para las causas de los Santos, 1981; J. Fernández Alonso, Alberta Jiménez Adrover, Biblioteca Sanctorum, prima apéndice, Roma, Città nuova editrice, 1987, pág. 559; A. Llin Cháfer, Modelos de vida cristiana, Valencia, Edicep, 1999, págs. 239-240.
Arturo Llin Cháfer