Azagra Labiano, Javier. Pamplona (Navarra), 24.I.1923 – Murcia, 16.XI.2014. Obispo de Cartagena-Murcia.
Pertenece a una familia de profunda religiosidad; de ocho hermanos, cuatro de ellos optaron por la vida religiosa. Estudió el bachillerato en el colegio de los Hermanos Maristas de Pamplona. A los veintidós años, cursando la carrera de Ingeniería Civil, ingresó en el colegio mayor Santiago Apóstol de Salamanca, para vocaciones adultas, siguiendo los estudios eclesiásticos en la Universidad Pontificia de Salamanca. El 23 de julio de 1953 recibió la ordenación sacerdotal, y un año después obtuvo la licenciatura en Teología en la misma Pontificia Universidad de Salamanca y en 1954 la licenciatura en Derecho Canónico en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma.
De 1954 a 1958 fue coadjutor de las parroquias de Caparroso y Santa María de Tafalla. En 1961 fue nombrado consiliario de la Juventud de Acción Católica de Pamplona. En 1965 el nuevo obispo de Santander, Vicente Puchol Montis, lo nombró vicario general de la diócesis y delegado diocesano de Acción Católica. A la muerte de este obispo, en 1967, pasó como consiliario diocesano de la Juventud Rural Católica de Málaga; y dos años después el arzobispo de Pamplona, Arturo Tabera, lo nombró vicario general de Pastoral de dicha diócesis.
El 17 de julio de 1970 el papa Pablo VI lo nombró obispo titular de Lacubaza y auxiliar de Miguel Roca Cabanellas, obispo de Cartagena-Murcia. El 7 de octubre inmediato, en la catedral de Pamplona, el cardenal Arturo Tabera, arzobispo de dicha diócesis, le confirió la ordenación episcopal, asistido por Miguel Roca, obispo de Cartagena- Murcia, y Javier Osés, obispo titular de Abula y administrador “sede plena” de Huesca. En aquella ocasión él mismo se definió “como un sacerdote realista y apresurado a ofrecer un servicio humilde y modesto para todos, pero especialmente para los sacerdotes, tratando de manifestarse en una línea de máxima fidelidad a las letras y al espíritu del Vaticano II”.
Al quedar vacante la diócesis de Cartagena-Murcia, por haber sido preconizado Miguel Roca Cabanellas al arzobispado de Valencia el 25 de mayo de 1978, fue nombrado por el papa Juan Pablo I obispo de Cartagena-Murcia el 23 de septiembre de 1978. Durante casi tres décadas ha realizado una fructífera labor pastoral. En 1995, con ocasión de sus bodas de plata en el episcopado, fue nombrado, por el Consejo del Gobierno de Murcia, hijo predilecto de dicha ciudad. En el momento de la concesión de tal reconocimiento, la presidenta María Antonia Martínez, entre otras cosas, afirmaba “que don Javier ha experimentado una gran alegría al sentirse miembro de una comunidad como la de Murcia, con la que se siente plenamente identificado”. Al cumplir la edad canónica de jubilación el papa Juan Pablo II, el 20 de febrero de 1998, le aceptó la renuncia de la diócesis de Cartagena-Murcia. Nombrando en aquella ocasión como administrador apostólico a Antonio Cañizares, arzobispo de Granada, y el 1 de junio inmediato era designado como obispo de dicha diócesis, monseñor Manuel Ureña Pastor.
Obras de ~: Misa y catequesis, Estella, Verbo Divino, 1958; Misión de Pamplona, Pamplona, Centro Pastoral, 1964.
Bibl.: “Ecclesia”, n.os 1070, 1724, 1970; n.os 1215, 1246, 1978; n.os 143, 301, 347, 1998; Boletín Oficial de la Conferencia Episcopal Española, 1970, 1978, 1998; Boletín Oficial de Cartagena (1970-1998).
Arturo Llin Cháfer
