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José de Aerts

Biografía

Aerts, José de. José de Arce. Flandes (Bélgica) c., 1607 – Sevilla, 18.I.1666. Escultor.

José de Arce nació en Bélgica hacia 1607. Se declaraba “de nación flamenco” y firmaba en su lengua materna como Josephe Aerts o Haerts. Hasta el presente tampoco se sabe quién fue su maestro ni en qué lugar se había formado, si bien, a juzgar por su estilo, técnica, estética y fuentes grabadas de referencia, se puede considerar que pudo aprender el oficio con algún maestro del entorno de Bruselas, Malinas o Amberes, cercano a Pedro Pablo Rubens. Algunos autores, entre ellos Palomino, consideraban que realizó una estancia de trabajo en Italia con anterioridad a 1636, fecha de su llegada a Sevilla y que en Roma adquirió su conocimiento de la columna salomónica. Sin descartar esta posibilidad, se considera que este soporte había sido llevado a los Países Bajos por Rubens, quien los usó en pintura y arquitectura de retablos desde la década de 1620, por lo cual pudo conocerlo en su patria. Diego Angulo relacionaba a este escultor con su compatriota François Duquesnoy (1597-1643), quien desarrolló una importante labor en Roma, pero hay otros nombres que también deben barajarse, pudiéndose mencionar como precedente el de Hans van Mildert (1585-1638) y como compañeros de generación a Cornelis Mildert (1613-1667), Hieronymus Duquesnoy (1602-1654) pero de forma especial, a Luc Fayd’herbe (1617-1697) muy cercano, estilística y estéticamente, a Arce.

Estuvo avecindado en Sevilla desde 1636, en que se le documenta arrendando una vivienda, con el aval del también escultor Felipe de Ribas, jefe de un importante taller con el que el flamenco mantuvo buenas relaciones profesionales.

El 7 de octubre de 1637 concertó para el retablo mayor de la cartuja de la Defensión de Jerez de la Frontera, su primera obra documentada, las esculturas de los doce apóstoles más un numero indeterminado de querubines y atlantes; sus fiadores fueron Alonso Cano, Francisco de Zurbarán y Francisco de Arche, seguramente un familiar que le había precedido en su viaje a España; el 7 de noviembre de este mismo año ajustó la hechura del Crucificado para el remate de esta arquitectura.

Aunque la estructura arquitectónica desapareció en la Desamortización de Mendizábal y sólo se conoce por descripciones, el conjunto de esculturas se conserva, actualmente, en el refectorio de la comunidad.

Esta obra tiene una importancia fundamental en el desarrollo del Barroco español, pues introdujo en nuestro país el estilo denominado “barroco internacional” tanto en escultura como en arquitectura de retablos, al implantar el uso de la columna salomónica como soporte principal. Para realizar este trabajo hubo de instalarse en la propia cartuja, aunque su estancia en Jerez se simultaneaba con otras en Sevilla, pues en 1637 arrendaba una vivienda en dicha ciudad, donde debió de mantener a su familia o parte de su taller y en 1639 en la colación de Santa Catalina se avecindaba una familia de este mismo apellido. El 9 de diciembre de 1641 Arce daba carta de pago a la cartuja por otras obras encargadas posteriormente: la figura de San Bruno, hoy en el actual retablo de la iglesia, un San Juan Bautista, también en la iglesia, una Resurrección y un Padre Eterno que no se han conservado. Estas imágenes las hizo en Sevilla, donde estaba avecindado en la colación de la Magdalena en 1640.

El 14 de abril de 1641 concertó el traspaso de la mitad del retablo mayor de la parroquia jerezana de San Miguel, siendo su fiadora María de Arce, su primera esposa conocida. Este trabajo, iniciado en 1601 con Juan Martínez Montañés, aún no había sido terminado por las desavenencias entre la fábrica de la iglesia y el escultor quien, encareciendo la categoría de su sucesor, le entregó el relevo a Arce. El maestro flamenco realizó los cuatro relieves de las calles laterales, más las figuras de los santos Juanes del segundo cuerpo y los dos arcángeles del tercer cuerpo; en uno de los documentos suscritos al respecto el autor se declaraba “maestro escultor y arquitecto”. La carta de finiquito se otorgó el 14 de diciembre de 1648.

En 1644 está documentada, por primera vez, una obra suya en Sevilla, Nuestro Padre Jesús de las Penas, de la Cofradía de la Estrella, pero seguía trabajando para Jerez, pues en 1647 realizó la talla del Santo Crucifijo hoy conocido como “de la Salud” para la hermandad de su advocación, ubicada en esta misma parroquia y en 1648 estaba haciendo un relieve para un nuevo retablo en la ermita de las Angustias; éste ha desaparecido pero se conserva un Crucificado que formó parte de él. Además, se le pueden atribuir algunas esculturas de gran similitud con las anteriores: una talla de vestir de San Bartolomé y un Niño Jesús y un San Juanito de talla completa en la parroquia de San Dionisio; una talla completa de Santiago en la parroquia de esta advocación y un San Judas Tadeo en la de San Juan de los Caballeros.

El escultor se marchó de Jerez en 1649; en este año, al regresar a Sevilla enviudó de su esposa, María de Pastrana, retornando a Jerez en 1650 para contraer matrimonio con Margarita Tello de Meneses.

Esta joven, de veintitrés años de edad, era natural y vecina de dicha ciudad, hija de un comerciante procedente de Lübeq (Alemania) y fue madre de su única hija conocida, Romualda Teodora, nacida en Sevilla y bautizada el 20 de febrero de 1656, en la parroquia del Sagrario, en cuya feligresía estaban residiendo.

En 1650 trabajó para la ciudad de Cádiz; en primer lugar para el convento de la Merced Descalza, para el que realizó diversas obras de las cuales no se conserva ninguna: un Padre Eterno, San Antonio Abad, la Magdalena y Santa Catalina de Alejandría, más las virtudes de la Fe y la Esperanza, así como doce bustos-relicarios que se le atribuían. En 1651 trabajó para el convento de San Agustín, donde hizo un relieve de la Asunción de la Virgen, también desaparecido, aunque en el dosel del Cristo de la Buena Muerte se conservan dos querubines que se pueden considerar como obra suya, procedentes de este retablo.

En estos años pudo trabajar para la iglesia prioral de Nuestra Señora de los Milagros, de El Puerto de Santa María, en cuya Puerta del Sol se conservan seis esculturas que representan a los cuatro Evangelistas y a dos Padres de la Iglesia Latina, hasta hoy anónimas, que responden a sus características formales, iconográficas y técnicas.

En 1657 está ocupado en su obra más espectacular, los Evangelistas y Padres de la Iglesia Latina del sagrario de la catedral de Sevilla, de piedra blanca enlucida con los atributos de bronce dorado, al gusto del barroco europeo. En 1660 hizo una escultura de la Fe para el remate exterior de la cúpula del Sagrario que no se ha conservado y las esculturas, todas ellas desaparecidas, para el banco de un retablo de mármoles encargado en Flandes que se pensó ubicar en la cabecera de esta capilla sacramental; esta estructura no llegó a instalarse por su gran peso, pero pone de manifiesto que este artista nunca se desvinculó de los gustos artísticos de su país de origen. De este año son, asimismo, los capiteles y columnas de la portada de la Caridad, acceso a la sacristía del sagrario desde el patio de los Naranjos.

Se puede considerar como posible que en estos años diese los modelos para el relieve de la Fe, tallado por los hermanos Borja, que se conserva en los pies de este mismo templo. En el interior de la catedral se le atribuye una escultura que representa a San Isidoro, en la capilla de su advocación. El retablo es obra de Bernardo Simón de Pineda y, el dorado de Valdés Leal, quien se cree que realizó, asimismo, la policromía de la escultura.

Otras esculturas que se pueden considerar como suyas en Sevilla y su provincia son: un grupo de la Santísima Trinidad y dos tallas de San Pedro y San Pablo, convento de la Asunción, Sevilla; Cristo de la Misericordia de la parroquia de la Oliva, en Lebrija (Sevilla); Jesús Nazareno, talla procesional de vestir en la parroquia de San Isidoro del Campo (Sevilla); retablo eucarístico de la Vera-Cruz de la ermita de esta advocación en Benacazón (Sevilla).

El repertorio de estampas utilizado para sus obras incluye, entre otros, buriles de Cornelis Cort, Luc Vosterman, Antón van Dyck, Schelte a Bolswert, Nicolas Lawers, Johan Sadeler I, Hendrik Snyers y Gerarde Seghers, la mayor parte de ellos abiertos sobre obras de Rubens que tuvieron una importancia innegable en la formación de su estilo, dinámico y de gran penetración psicológica y en su técnica, ilusionista y pictórica.

Tras su muerte, ocurrida el 2 de enero de 1666, se hizo almoneda de sus bienes y enseres profesionales que fueron adquiridos por los más importantes profesionales de su entorno, entre ellos el pintor Juan de Valdés Leal y el escultor y arquitecto de retablos Bernardo Simón de Pineda. La influencia de Arce en los artistas de su entorno fue notable desde su llegada al arzobispado hispalense, siendo posible percibir su estela hasta el siglo xviii.

 

Obras de ~: Apostolado, Cartuja, Jerez, 1637; Crucificado, Cartuja, Jerez, 1639; San Bruno, Cartuja, Jerez, 1640; San Juan Bautista, Cartuja, Jerez, 1640; Cuatro relieves, San Juan Bautista, San Juan Evangelista, Arcángel San Gabriel y Arcángel San Rafael, retablo mayor, Parroquia de San Miguel, Jerez, 19 de abril 1641-1614, diciembre, 1648; Nuestro Padre Jesús de las Penas, cofradía de la Estrella, Sevilla, 1644; Cristo de la Salud, parroquia de San Miguel, Jerez, 1647; Relieve para un retablo (desaparecido), ermita de las Angustias, Jerez, 1648; Crucificado, ermita de las Angustias, Jerez, 1648; Padre Eterno, San Antonio Abad, la Magdalena y Santa Catalina de Alejandría, Virtudes de la Fe y la Esperanza, doce bustosrelicarios representando el Apostolado (desaparecidos), iglesia conventual de la Merced Calzada, Cádiz, 1650; relieve de la Asunción de la Virgen (desaparecido), iglesia conventual de San Agustín, Cádiz, 1651; dos querubines dosel en el dosel del Cristo de la Buena Muerte, iglesia conventual de San Agustín, Cádiz, 1651; Cuatro Evangelistas y Cuatro Padres de la Iglesia Latina, Parroquia del Sagrario, catedral de Sevilla, 1657; Capiteles y columnas, Puerta de la Caridad, Sacristía del Sagrario, catedral de Sevilla 1660; Escultura de la Fe para el remate exterior de la bóveda (desaparecida), parroquia del sagrario, catedral de Sevilla, 1660; Esculturas de mármol para el banco de un retablo (desaparecidas), parroquia del sagrario, catedral de Sevilla, 1660; Cuatro esculturas, retablo mayor, colegiata de Zafra, 1660.

 

Bibl.: F. de la Torre Farfán, Fiestas [...] al nuevo culto del Señor Rey Fernando III el Santo [...] Sevilla, 1671, pág. 213; E. Rallón de Coca, Historia de Xerez de la Frontera, 1689, ms., vol. 1, Jerez, 1926, pág. 139; A. Palomino de Castro y Velasco, El Parnaso español pintoresco laureado, Madrid, 1724, pág. 943; A. Ponz, Viaje de España, Madrid, 1792, XVII, págs. 276-277; J. Ceán Bermúdez, Descripción artística de la Catedral de Sevilla, Sevilla, 1804, pág. 174; J. Portillo, Cartas a Don Bruno Pérez, Jerez, 1874, págs. 48-51; M. Muñoz y Espinosa, La Cartuja jerezana, 1889, ms.; J. Gestoso y Pérez, Sevilla monumental y artística, vol. 1, Sevilla, La Andalucía Moderna, 1889, pág. 173; Ensayo de un diccionario de los artífices que florecieron en Sevilla desde el siglo xiii al xviii inclusive, vol. 1, Sevilla, La Andalucía Moderna, 1899, págs. 218-219; D. Angulo Íñiguez, La escultura en Andalucía, vol. 3, Sevilla, Universidad, 1927, pág. 2; M. 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Esperanza de los Ríos Martínez

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