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Francisco Falcón

Biografía

Falcón, Francisco. Alcázar de San Juan (Ciudad Real), 22.VI.1521 – Lima (Perú), 4.XII.1587. Jurista, procurador de los indios e historiador.

Nació en la castellana villa de Alcázar, entonces de Consuegra, y hoy de San Juan. Sus padres fueron Juan Falcón el Viejo, oriundo de Ciudad Real, y María Díaz de Quirós, y tuvo ocho hermanos. Cursó la carrera de Leyes en el Estudio General de Lérida, donde compartió sus aulas con el doctor Gabriel de Loarte, famoso asesor del virrey Francisco de Toledo (1569-1580) y el doctor Juan de Herrera. En 1533 casó con Briseida de Torres, de estirpe toledana, con quien inició en 1555 viaje a la provincia de Popayán. En Cali ejerció el cargo de teniente general del gobernador Luis de Guzmán, hasta 1557. Allí se vio envuelto en un incidente que le llevó a desafiar la autoridad del obispo Del Valle, conocido lascasista, quien lo excomulgó.

Nunca más volvió a enfrentarse a la Iglesia.

En 1557 se trasladó a Quito como teniente general del gobernador y justicia mayor de aquella localidad, pero no permaneció por mucho tiempo. En 1559, el espíritu inquieto de Falcón lo llevó al virreinato del Perú. Allí se distinguió como un hombre de extraordinaria energía y defensor de los indios, participando en las polémicas surgidas a raíz de la licitud del derecho de conquista de los pueblos andinos. Su primera aparición en este terreno tuvo lugar con motivo del establecimiento de los corregidores de indios, implantados en 1565 por el gobernador Pedro Lope García de Castro (1564-1569). En calidad de procurador de los caciques de Huanuco, Yauyos y Lima, Falcón se caracterizó como uno de los principales opositores a dichas autoridades. Para ello tuvo el apoyo incondicional del primer arzobispo de Lima, Jerónimo de Loayza, y los religiosos del Partido de los Indios. En diversas cartas ológrafas, con fecha de 1 de marzo de 1566 y 20 de abril de 1567, el que fuera llamado “Pacificador de españoles y protector de indios” (1543-1546) mostró una clara sintonía con las tesis del licenciado Falcón. A su juicio, la labor de los religiosos se había relajado y algunos de ellos habían descuidado sus deberes parroquiales. Pero la solución no residía en la imposición de dichos corregidores, sino en la reducción de toda la población indígena en unos pocos pueblos o reducciones.

En su Parecer (o Representación) acerca del alquiler de los indios del Perú (1567), Falcón se opuso al plan de trabajo forzoso, rotativo y remunerado propuesto por el gobernador Lope García de Castro y el licenciado Juan Polo de Ondegardo. Pero no estaba solo. El dominico lascasiano Domingo de Santo Tomás, obispo de Charcas (1567), y el franciscano Francisco de Morales (1568) habían reiterado en numerosas ocasiones la ilicitud de obligar a los indios a trabajar como mano de obra asalariada. Para remediarlo, Jerónimo de Loayza y los prelados de los dominicos, franciscanos y agustinos, escribieron una carta al gobernador García de Castro, con fecha en Lima, a 8 de enero de 1567, en la que mostraban sus quejas por la utilización indiscriminada que hacían los corregidores de la mano de obra nativa en las plantaciones de coca, en las minas, así como por su escaso interés en el “fruto grande” de la evangelización.

Con la llegada del virrey Toledo y el establecimiento de la mita minera, las acciones de Falcón en defensa de los indios disminuyeron. Pero no así sus actividades como jurista. En 1573 participó en el litigio contra la incorporación a la Corona de los yacimientos de Huancavelica. Su prestigio era reconocido en los ámbitos políticos, académicos y eclesiásticos, estableciendo conexiones importantes y vínculos con las elites limeñas. Por esa razón, y aprovechando el sentimiento de protesta generado contra las políticas del virrey, Falcón escribió una carta a Felipe II, con fecha 15 de marzo de 1575, en la que protestaba en nombre de los nativos contra la ilicitud de obligarlos a alquilarse para la industria minera.

En 20 de mayo de 1578 casó en segundas nupcias con Isabel Mejía de Arévalo, natural de Segovia. No tuvieron hijos. En los postreros años de su vida continuó defendiendo la causa de los indios en el Tercer Concilio Limense (1582) y en la Audiencia de Lima.

 

Obras de ~: Parecer (o Representación) acerca del alquiler de los indios del Perú, Biblioteca Nacional (Madrid), ms. 3042, enero de 1567, fols. 235r.-237v. (Publicado en Colección de libros y documentos referentes a la historia del Perú, Lima, Imprenta Gil, t. XI, serie 1, págs. 133-176); Apología pro Indis (c. 1567-1568); De libertate indorum servanda (c. 1567-1568).

 

Bibl.: M. de Mendiburu, Diccionario histórico-biográfico del Perú, t. III, Lima-Perú, Imprenta de Juan Francisco Solís, 1878; R. Levillier, Gobernantes del Perú. Cartas y Papeles. Siglo XVI, Madrid, Sucesores de Rivadeneyra, 1918-1926; E. Lissón Chaves, Colección de documentos para la historia de la iglesia en el Perú, que se encuentran en varios archivos, Sevilla, Editorial Católica, 1944-1945; R. Vargas Ugarte, SI, Historia General del Perú. Virreinato, t. 2, Lima-Perú, Editor Carlos Milla Batres, 1966; G. Lohmann Villena, “El licenciado Francisco Falcón (1521-1567). Vida, escritos y actuación en el Perú de un procurador de los indios”, en Anuario de Estudios Americanos, 27 (1970), págs. 131-194.

 

Alejandro Coello