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Nicolás García Jerez

Biografía

García Jerez, Nicolás. España, m. s. XVIII – Guatemala, 31.VII.1825. Dominico (OP), obispo de Nicaragua y Costa Rica.

Fue nombrado el 15 de mayo de 1806, cuando era prior del convento de Cartagena. Fue el último prelado de nombramiento real y llegó a Nicaragua a fines de 1810. Hizo la undécima visita pastoral a Costa Rica en 1815. Fue un gran impulsor de la cultura, protegió la educación y se empeñó en la fundación de la Casa de Enseñanza de Santo Tomás, que abrió sus puertas en 1814; para esa obra, regaló un terreno, materiales de construcción y 450 pesos en efectivo. Se empeñó en que dicha casa sirviera como seminario.

Quiso volver a fundar el Hospital San Juan de Dios, cerrado a finales del siglo anterior. Fue estricto vigilante de la administración diocesana.

En 1811 presidió una junta gubernativa en Nicaragua, por agitaciones insurgentes que culminaron con la caída del gobernador José Salvador. A raíz de la declaración de la independencia en 1821, tuvo algunas dificultades con los representantes del nuevo régimen, pero al final optó por jurar obediencia, en diciembre de 1823 a la Asamblea Nacional Constituyente de Guatemala.

Anciano y achacoso, monseñor García Jerez fue llamado a Guatemala con el velado propósito de expulsarlo de la diócesis y so pretexto de tratar de asuntos de gobierno relativos a cuestiones administrativas y a la probable erección de la diócesis de Costa Rica, que ya se vislumbraba. Falleció a los pocos días de su llegada a Guatemala, el 31 de julio de 1825. Sus restos fueron trasladados a Nicaragua y sepultados en León el 12 de octubre de 1854.

En la Costa Rica española había un vicario foráneo, generalmente el cura de Cartago, al mismo tiempo juez eclesiástico que representaba al obispo. Durante el período anterior a la erección de su propia diócesis, fueron vicarios los padres Rafael de la Rosa, Félix de Alvarado, Pedro José Alvarado, José Gabriel del Campo y Rafael del Carmen Calvo (de 1844 a 1850), quien asumió también el cargo de vicario general.

A raíz del confuso estado de cosas creado por la independencia de España, la vacante de la diócesis se extendió de 1825 a 1849, administrada por vicarios capitulares. En 1849 el obispo de El Salvador, Jorge Viteri y Ungo, fue desterrado a Nicaragua por intervenciones políticas. La Santa Sede le encargó el gobierno de la diócesis, aunque por muy breve tiempo.

Murió el 25 de julio de 1853 y fue el último obispo de Nicaragua y Costa Rica, que ya tenía su propia diócesis desde 1850.

 

Bibl.: V. Manuel Sanabria, Episcopologio de la Diócesis de Nicaragua y Costa Rica (1531-1850), San José, Imprenta Lehmann, 1943; R. Blanco Segura, Obispos, Arzobispos y representantes de la Santa Sede en Costa Rica, San José (Costa Rica), Editorial EUNED, 1984.

 

Ricardo Blanco Segura