Rodríguez de Rivas Velasco, Vicente. Guatemala, 29.III.1721 – Madrid, c. 1800. Consejero de Castilla, director de la Real Compañía Guipuzcoana de Caracas.
Su nacimiento en la antigua ciudad de Guatemala se produjo cuando su padre, el maestre de campo Francisco Rodríguez de Rivas, ostentaba el cargo de gobernador, capitán general y presidente de la Chancillería de aquel reino centroamericano. Su familia paterna procedía de Galicia y la materna de las Encartaciones de Vizcaya. Nada se conoce de su primera formación ni de cuándo ingresó en las contadurías de la Administración borbónica. A mediados de siglo aparece relacionado estrechamente con la Secretaría de Hacienda, a la que prestaría importantes servicios a lo largo de su vida.
Esta vinculación propiciaría su entrada en la Real Compañía Guipuzcoana de Caracas en 1752, en un momento crucial de la historia de esta sociedad por acciones. En este año fue nombrado su contador y director en Venezuela, cargo creado para la ocasión por expreso deseo real con el fin de atenuar el malestar generado entre los naturales de aquellas tierras por la gestión de los factores de la Guipuzcoana. Sea como fuere, no tardaría mucho tiempo en incorporarse al equipo directivo de Madrid, gracias al apoyo de la Administración real que pugnaba por controlar el gobierno de la compañía. Tras una nueva reorganización de las factorías venezolanas, en 1761 fue nombrado, previa petición del Rey, director supernumerario en la Corte con un sueldo de 40.000 reales que sería pagado con la encomienda de Caracas. Formaría parte de la terna directiva con Juan Bautista de Goizueta y Bernardo de Larrarte. Si se tienen en cuenta los períodos de baja por enfermedad de este último, que se generalizaron en 1765 hasta su muerte en 1771, se puede decir que durante casi veinte años el gobierno de la Guipuzcoana de Caracas estuvo en manos de Goizueta y de Rodríguez de Rivas. Una posición preeminente que serviría a la Corona para neutralizar la influencia del grupo vasconavarro en el seno de esta organización comercial.
Tras la muerte de Goizueta en 1782 y durante un tiempo dirigió la compañía en solitario con la ayuda del secretario Hermenegildo de Zuaznábar. La terna directiva se restableció en el delicado año de 1784, primero con la incorporación del guipuzcoano Manuel Francisco de Joarizti y más tarde con la de Gaspar Antonio Leal. Fue uno de los artífices de la transformación de la Guipuzcoana de Caracas en la Real Compañía de Filipinas, manteniéndose en su dirección hasta 1793. Compaginó esta actividad con el cargo de contador general de la Santa Cruzada (1784). Su fidelidad a la Corona sería recompensada con un hábito de caballero de la Orden de Carlos III (1772) y un puesto de consejero de Castilla.
Al igual que su compañero Goizueta, mantuvo estrechas relaciones con las sociedades ilustradas. En 1772 ingresó en la caja madrileña de la Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País y tres años después lo haría como socio fundador en la Real Sociedad Económica Matritense.
En 1752 se casó en Aranjuez con María Bárbara de Marentes, hija de un ayuda de Cámara y guardarropa del Rey. De esta unión nacieron una hija, fallecida a corta edad, y tres hijos varones que harían carrera en la Administración real. Vicente Rodríguez de Rivas se desposaría en segundas nupcias con Teresa de Pereda, a la que también sobreviviría.
Bibl.: V. Cadenas y Vicent, Extracto de los expedientes de la orden de Carlos 3°. 1771-1847, t. XI, Madrid, Hidalguía, 1987; M. Gárate Ojanguren, La Real Compañía Guipuzcoana de Caracas, San Sebastián, Sociedad Guipuzcoana de Ediciones y Publicaciones, 1990; J. L. García Brocara, La Real Sociedad Económica Matritense de Amigos del País (páginas de una gloriosa historia), Madrid, Real Sociedad Económica Matritense, 1991; M. Gárate Ojanguren, Comercio ultramarino e ilustración. La Real Compañía de La Habana, San Sebastián, Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País, 1993.
Juan Luis Blanco Mozo