Ávila y Olmedo, Antonio. Segovia, 12.VII.1602 ant. – 1671 post. Platero.
Hijo del también platero Alonso de Ávila, de quien sólo se conoce la notable cruz procesional de Santa Eulalia de Segovia, y de María de Olmedo, perteneciente a una de los principales familias de plateros de Segovia. Fue bautizado el 12 de julio de 1602 en la parroquial de San Miguel. Casó con Catalina del Espinar, hija quizá del platero José de Espinar. Fue feligrés de la iglesia de San Martín, donde en 1628 bautizó a su primogénita (Antonia), y desde 1631 de la parroquia de San Miguel, en que recibieron aguas sacramentales sus otros hijos (Bartolomé, Ana, María —dos con este nombre—, Francisca y probablemente Catalina). Uno de sus yernos, apellidado Gómez, fue también platero Hubo de formarse en el taller paterno, pero también en contacto con sus tíos, Diego, Antonio y Francisco de Olmedo, y es de creer que empezara a trabajar hacia 1625, aunque no hay datos profesionales hasta 1632. De ese año fue el contrato para la realización de la cruz procesional de la iglesia de Santiago de Turégano, conforme a las proporciones de la de San Miguel de dicha villa y con un Cristo tallado de “pinzel” análogo al de la cruz de San Martín de Segovia, obra ésta del platero Francisco Ruiz. En 1641 se le comenzó a pagar la cruz procesional de Ventosilla.
La casi totalidad de las referencias documentales que se tienen sobre su labor se refieren a reparaciones realizadas para distintos templos (Villacastín, Navafría, Escarabajosa de Cabezas, Fuentepelayo, la catedral o algunas iglesias parroquiales de Segovia).
Consta, no obstante, que realizó vasos “aobados” para las iglesias de Cantalejo y Riaguas de San Bartolomé, una vinajera y una salvilla para San Miguel de Segovia (1659), otras para Santa Coloma (1658), un relicario para Castrillo de Duero (1636) o la cruz ordinaria de la de Santa Eulalia (1653), así como una cruz portátil para San Esteban y el incensario de Pelayos de Arroyo (1638), y que en 1665 había terminado junto con Antonio Salbán un cáliz y un copón para la de Trinidad.
Por el testamento de Jerónimo de la Infiesta hay noticia de que tuvo alguna relación profesional con la Casa de la Moneda.
La cruz de Ventosilla (1641) sigue el modelo “herreriano” de la de Santiuste de San Juan Bautista, obra de sus tíos, Antonio y Francisco de Olmedo, y la de Santa Eulalia de Segovia, de Alonso de Ávila —Dávila—, su padre. De traza análoga es la de Espirdo, que lleva también su marca (“AVILA”). La lámpara de Santísimo de Nava de la Asunción, punzonada, es similar a la realizada por Antonio de Oquendo en 1611 para Carbonero el Mayor. Y el modelo de incensario de Pelayo de Arroyo (1638), adornado con ces, fija una topología muy usual en Segovia a lo largo del siglo XVII. De igual hechura es el de la iglesia de Santo Tomás de Segovia.
Fue miembro y mayordomo de la cofradía de la Minerva en la iglesia de San Miguel.
Obras de ~: cruz procesional de la iglesia de Santiago, Turégano (Segovia); cruz procesional de Ventosilla (Segovia); cruz portátil para San Esteban (Segovia); relicario para Castrillo de Duero (Segovia), 1636; incensario de Pelayos de Arroyo (Segovia), 1638; cruz ordinaria de la de Santa Eulalia (Segovia) 1653); vinajera y salvilla para Santa Coloma (Segovia), 1658; vinajera y salvilla para San Miguel (Segovia), 1659.
Bibl.: E. Valdivieso, Catálogo Monumental de Valladolid. Antiguo Partido Judicial de Peñafiel, Valladolid, Diputación de Valladolid, 1975, pág. 55; E. Arnáez, Orfebrería religiosa en la provincia de Segovia hasta 1700, vol. II, Madrid, Esmeralda Arnáez, 1983, págs. 99-111.
Fernando Collar de Cáceres