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Francisco Hurtado del Pino

Biografía

Hurtado del Pino, Francisco. Orán (Argelia), 30.III.1748 – Madrid, 1794 post. Ingeniero militar, gobernador-intendente de Chiloé (Chile).

Hijo del capitán de Artillería Agustín Ruiz Hurtado y González, natural de Polán (Toledo), comisario del Real Cuerpo de Artillería de Orán, y de Francisca del Pino y Sánchez de Rozas, originaria de Málaga; sobrino de Joaquín del Pino, VIII virrey del Río de la Plata. Sirvió de cadete desde 1764 en el Regimiento fijo de Orán, estudiando al mismo tiempo Matemáticas, lo que le permitió sustituir en repetidas ocasiones “al director de la Real y Militar Academia establecida en aquella Plaza, así dictando las clases de ciencia, como enseñando la del dibuxo”, hasta el 30 de diciembre de 1767, pasando a examinarse en la Real Academia de Barcelona; ayudante de ingeniero, con grado de subteniente de Infantería en 1769, pasó a servir en Cádiz en 1771; fue enviado a Vera Cruz (Nueva España) en 1773, donde sirvió bajo el mando del mariscal Manuel Santisteban; desde septiembre de 1775 estuvo a las órdenes de Agustín Crame, célebre ingeniero militar, en la visita a todas las plazas de América septentrional: Cuba, Trinidad, Margarita, Guayana, Cumaná, Caracas, Maracaibo, Santa Marta, Cartagena de Indias, Panamá, Nicaragua, Guatemala y Campeche. En mayo de 1776 fue ascendido a ingeniero extraordinario y teniente de Infantería, con sede en La Habana, tocándole participar en la jornada de Pensacola en la Guerra de Independencia Norteamericana, apoyada por España. Nuevamente en la Península en 1780, el Rey lo ascendió, el 23 de septiembre, a ingeniero ordinario y teniente coronel de Infantería graduado, dándole el gobierno de la provincia de Chiloé, en el reino de Chile, elevada a la categoría de Intendencia por título de 19 de mayo de 1784. Esta autoridad estaba subordinada a la superior del virrey de Perú y directamente al Rey por vía reservada. Antes de emprender su viaje para asumir su nueva misión, se informó cuidadosamente sobre el territorio de su nueva jurisdicción; se embarcó en La Coruña y fue haciendo escalas en La Habana, Puerto Rico, Cartagena, Portobelo, Panamá, Paita y Lima, donde, con recomendación del ministro de Indias José de Gálvez, marqués de Sonora, se proveyó de los auxilios necesarios para el desempeño de su cargo, arribando finalmente a San Carlos de Chiloé en diciembre de 1786. Su designación de intendente obedecía al deseo regio de introducir un cambio total en el giro de la administración, economía y defensa, y dar solución al grave problema social y económico originado por la extinción de las encomiendas en 1782. Entre sus objetivos estaba también hacer importantes levantamientos cartográficos, para lo cual el virrey puso a su disposición al piloto José de Moraleda, notable explorador y científico. Durante su mandato restauró o amplió las fortificaciones de San Carlos, Ahui, Carelmapu, Calbuco, Chacao y Castro. Se preocupó de la construcción de caminos, tanto en la isla Grande como en el continente. Aquí construyó el camino que une Maullín con Osorno, ocupando los Llanos, donde construyó un fuerte a orillas del río Maipué, y en la isla chiloense el camino de comunicación interior entre Castro y San Carlos, todo lo cual relata en detalle en su Relación de Méritos. Cárceles, postas, refugios camineros, cuarteles y cuerpos de guardia, se hicieron bajo su estricta supervisión. Además “reedificó todos los conventos y el Colegio de Regulares expulsos en la Capital [Castro]. Iglesias todas patronadas […] sin mas costo que los clavos precisos”, pues todo lo demás fue a expensas de los vecinos indios y españoles.

Midió y distribuyó tierras, edificó capillas y casas mitas, y numerosas obras más. Fue recompensado por su ingente labor con el hábito de la Orden de Santiago en 1787. Proyectó un plan de comercio exclusivo del archipiélago, por cuenta del Rey, para evitar abusos de los comerciantes limeños y autoridades locales y sus paniaguados, lo que le granjeó graves enemistades y el fracaso de su plan. El final de su fructífero gobierno fue un tanto dramático por una desafortunada competencia con el virrey Teodoro de Croix que, aunque se comprobó injusta, Hurtado fomentó con su carácter altanero. De tal modo, fue destituido por el virrey de manera bochornosa, siendo enviado detenido a Lima. Zarpó en una goleta desde San Carlos el 30 de enero de 1789. Permaneció preso dos años en España. Fue rehabilitado en 1794, encontrándose en la Corte, sin que se sepa de sus actuaciones ulteriores. Contrajo matrimonio con María Isabel del Toro, con sucesión, la que también tuvo en Chiloé con Jacinta Loayza.

 

Obras de ~: “Relación de los méritos y servicios de Don Francisco Hurtado, Regidor Perpetuo de la N. N. y M. L. Ciudad de Orán, Intendente de la Provincia, Gobernador Intendente que ha sido de la de Chiloé y su Archipiélago, en el Reyno del Perú”, en Revista Chilena de Historia y Geografía (Santiago de Chile), n.° 132 (1964), págs. 110-126.

 

Bibl.: J. T. Medina, Diccionario Biográfico Colonial de Chile, Santiago de Chile, Imprenta Elzeviriana, 1906, págs. 412-413; R. Urbina Burgos, “La Intendencia de Chiloé y los conflictos del Gobernador-Intendente Francisco Hurtado”, en Revista Chilena de Historia y Geografía, n.° 154 (1986), págs. 86-107; G. Guarda (OSB), Flandes indiano, las fortificaciones del reino de Chile, 1541-1826, Santiago de Chile, Universidad Católica de Chile, 1990, pág. 250; R. Urbina Burgos, Gobierno y Sociedad en Chiloé colonial, Valparaíso, Universidad de Playa Ancha, Facultad de Humanidades, 1998, cap. 3; G. Guarda (OSB), Los Encomenderos de Chiloé, Santiago de Chile, Universidad Católica de Chile, 2002, pág. 372.

 

Isidoro Vázquez de Acuña y García del Postigo

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