Hernández de Cifuentes, Francisco. ?, c. 1624 – ¿Chile?, ú. t. s. xvii. Gobernador de Valdivia (Chile), encomendero.
Sirve de soldado desde el 21 de febrero de 1640, siendo destinado como infante a Chile en el refuerzo llevado por el capitán Domingo de Alderete; sucesivamente alférez, capitán de Infantería en el Tercio de Tucapel, en 1650 pasa con licencia al Perú, a sus pretensiones, volviendo a Chile en la leva levantada por el capitán Pablo de Castro; capitán en el Tercio de San Felipe de Austria, en 1666 lo es en el de San Ildefonso de Arauco, con título de comisario general de la Caballería; teniente de capitán general y alcalde mayor de minas de La Serena por título de 27 de junio de 1668, y su corregidor, por patente del presidente Juan Henríquez es ascendido a sargento mayor del reino, cabo y gobernador del Tercio de San Carlos de Austria, y finalmente maestre de campo general.
Enviado a España el 9 de febrero de 1673 a dar cuenta del estado del reino, rinde información en Madrid, el 18 de enero de 1676, acompañando recomendaciones de cuatro maestres de campo generales; solicita el Gobierno de Valdivia, a lo que accede el Rey el 17 de noviembre.
Pasa a Buenos Aires el 5 de diciembre de 1676, arribando a Valdivia, desde Callao, en el navío del situado, recibiéndose del mando de manos de su antecesor, Diego de Martos, el 4 de marzo de 1679; el 2 de mayo del mismo dirige al Rey una Descripción.
Durante su gobierno, envía al padre Felipe de la Laguna, de la Compañía de Jesús, a fundar la misión de Nuestra Señora de la Asunción de Poyas, junto al lago Nahuelhuapi; y entre otras múltiples cosas debe atender la grave emergencia suscitada con motivo del incendio general del 27 de enero de 1682, a raíz del cual propone la traslación de la Plaza a Niebla.
Por ser el primer gobernador de designación real, y no por los virreyes, el duque de la Palata, que lo era del Perú, aprovechando la visita de las cajas de Valdivia por Pedro Fernández de Moreda, ordena abrir juicio sobre su conducta, en que se le hacen diecisiete cargos que, aunque no comprobados, determinan su detención, solicitando se despache mandamiento de prisión y embargo de bienes; en su memoria de Gobierno dirá contra Cifuentes que entendía mucho de la guerra de Chile, pero nada de la de Europa, no sirviendo, en consecuencia, para el Gobierno de Valdivia.
Sin embargo, el veedor Gutiérrez de la Sota, en carta al Rey desde Valdivia el 20 de agosto de 1679, expresará que su persona “ha sido muy aplaudida de los mílites [...] que asisten en ella, por la piedad y justificación con que en todo obra [...], rindiendo todos por esta causa, postrados a V. M., las gracias por haberles dado dicho gobernador que en todo obra tan justificadamente”. El Rey le concedió “una medalla con las Reales efigies de Su Majestad y la Reina, en atención a sus servicios”, y por cédula de 27 de octubre de 1707, la encomienda de Puchacay.
Había casado en Concepción, dejando descendencia.
Bibl.: G. Guarda, La sociedad en Chile austral antes de la colonización alemana. 1645-1850, Santiago de Chile, Andrés Bello, 1979, pág. 138.
Gabriel Guarda, OSB
