Bossulo (o Bossulus), Mateo. París (Francia), p. m. s. XVI – f. s. XVI. Retórico, rector y preceptor.
Nacido en San Denís, cerca de París, Bossulo (o Bossulus) llegó a Barcelona para impartir clase de Retórica en 1560. Le precedía una amplia fama, y, a petición de sus alumnos, estampó sin dilación Institutiones Rhetoricae (1560), obra en la que antepone a Quintiliano frente a Cicerón y se declara antiramista.
Dedica el libro a Damià Hortolà, rector de la universidad y abad de Vilabertrán, al que considera restaurador de los estudios clásicos en Cataluña, ya que gracias a él —escribe— “esta región puede contender en todo género de doctrina elegante con cualquier otra provincia”. Su gratitud hacia Hortolà no sorprende, ya que deja entrever que éste había desempeñado un papel decisivo para que el ayuntamiento le contratara como catedrático. En el prefacio a Institutiones Rhetoricae, Bossulo sugiere que había habido quejas porque la plaza se le otorgó a un francés. En su obra no sólo ataca este prejuicio en general, sino que, consciente de la aversión dirigida contra los franceses, alardea de estar excelentemente cualificado para enseñar Retórica, ya que Francia era la fuente de toda elocuencia y cultura. En la capital catalana recibe la protección también del erudito virrey Diego Hurtado de Mendoza, al que dio clases privadas en su palacio.
En 1565 se encuentra enseñando Oratoria en la Universidad de Valencia, probablemente para obtener recursos económicos. En la ciudad del Turia, publica en breve espacio de tiempo otro de sus manuales de enseñanza, Institutionum Oratoriarum Libri tres (1566), dedicado a su mecenas Miquel Salvador. Después se dirige a Alcalá de Henares buscando un puesto en la universidad. Parece que es entonces cuando el príncipe Carlos (el hijo de Felipe II fallecido en prisión, en 1568) le elige como preceptor.
El 3 de septiembre de 1568, Bossulo retorna a Barcelona para ocupar la cátedra de Retórica. Sin embargo, no llega a terminar el curso, ya que el 1 de febrero de 1569 marcha hacia Francia precipitadamente.
La persecución inquisitorial contra los trabajadores de imprenta en Alcalá ofrece una posible explicación a su rápida partida. En Alcalá, Bossulo se había relacionado con algunos impresores franceses que tenían razones para sentirse ajenos a los españoles que les rodeaban. Por el proceso inquisitorial del cajista Pierres de Rinz (verano de 1568), se sabe que mantuvo una conversación con Guillermo Herlin, de la que éste dedujo que el maestro de elocuencia estaba muy bien informado sobre las herejías reformistas y la causa de los hugonotes franceses.
En su declaración, Rinz afirma sospechar que Bossulo “era también luterano porque trató en Alcalá con el dicho Guillermo y convidaron una noche a cenar a este confesante, y no fue; y después me dixo el dicho Guillermo que habían ido al campo él y el dicho Bossulus, y que allá habían tratado grandes cosas; y éste entendió que habían sido en materia de Religión y se las dixera el dicho Guillermo sino que llegó otro que lo estorbó, y que delante de éste no se declaró el dicho Bossulus en cosa alguna”. Aunque el padre Mariana (Historia de España, 1872) le tilda de hereje, no es posible asegurar que Bossulo fuese protestante, pero sí probablemente lo que llamaban entonces los inquisidores españoles “luterano”. La pérdida de los documentos del juicio de Herlin impide conocer el resultado de aquel interrogatorio, pero es evidente que la Inquisición abrió un informe sobre el enigmático académico.
Con el aumento de los controles que se imponían a los franceses en Cataluña (prohibición de enseñar las primeras letras en 1568) y la conciencia de que sus inquietantes puntos de vista religiosos se iban haciendo cada vez más conocidos, Bossulo regresó a Francia. Fue rector del Colegio de Boncourt en París (1583), donde tuvo al menos un enfrentamiento con las autoridades por sus opiniones favorables a la “nueva religión” y se asegura que finalmente logró ser abad y que murió asesinado por sus propios monjes.
De la azarosa biografía de Bossulo cabe resaltar que su prestigio como orador abrió una brecha en la inveterada xenofobia y en la no tan compacta impermeabilización ideológica de la España de Felipe II.
Obras de ~: Institutiones Rhetoricae, Barcelona, 1560; Institutionum Oratoriarum Libri tres, Valencia, 1566.
Bibl.: S. Bradley (ed.), Archives biographiques françaises, New Y ork, Saur, 1988 (microficha, 130), págs. 127-128 (London, München, 1989-1991, 1990); A. L. Luján, “La retórica hallada de Mateo Bossulo”, en Revista de Literatura, 60 (1988), págs. 31-43; J. Martínez Bujanda, Index d’Anvers 1569, 1570, 1571, Index des livres interdits, Sherbrooke (Québec), Centre d’Études de la Renaissance-Genève, Librairie Droz, 1988; A. Felipo Orts, La Universidad de Valencia durante el siglo xvi (1499-1611), Valencia, Universidad, 1993; A. Fernández Luzón, La Universidad de Barcelona en el siglo xvi, Barcelona, Universidad, 2005, págs. 135-137.
Antonio Fernández Luzón