Serratosa Delgado, Antonio. Montilla (Córdoba), 1843 – París (Francia), 17.X.1909. Médico, decano y profesor de la Facultad de Medicina de Montevideo.
Hijo de Antonio Serratosa, catalán, y Soledad Delgado.
Se graduó de médico en la Universidad de Cádiz (1866). Siendo oficial médico de la Armada española en navegación hacia el Perú, hizo escala en el puerto de Montevideo, Uruguay (1868) y allí conoció a quien sería su esposa, Elvira Cibils Buxareo.
Continuó viaje, participando en las guerras del Pacífico y de Cuba (1869), y retornó a la ciudad platense para formar hogar y establecerse profesionalmente.
Ya en Montevideo, y habiendo revalidado su título ante la Junta de Higiene Pública (1873), intervino en la epidemia de fiebre amarilla (1873) como médico de la Sociedad de Socorro a los Pobres, organización de beneficencia que dirigía el primer arzobispo Jacinto Vera.
Serratosa llegó al país cuando se discutía la creación de una facultad de Medicina, pues hasta entonces los médicos se formaban en Europa o en Buenos Aires. Como tantos otros médicos inmigrantes, formó parte del cuerpo de “profesores precursores” de la naciente facultad. En ella, sin formación ni experiencia docente y sin formar escuela, los médicos extranjeros enseñaron aplicando y adaptando la medicina clínica que ejercían a las exigencias curriculares.
Los diez primeros años de la Facultad (1875-1885) estuvieron a cargo de esos médicos inmigrantes; con el advenimiento al rectorado de la Universidad del abogado Alfredo Vásquez Acevedo y al decanato de la facultad del médico uruguayo graduado en París, José Máximo Carafí (1884-1887), se “nacionalizarán” los profesores con la tanda de uruguayos formada en Europa. Creada la Facultad por decreto del gobierno (1875), sus dos primeras cátedras llenadas por concurso se instalaron al año siguiente con quince alumnos en Anatomía y tres en Fisiología; esta última a cargo del catalán Francisco Suñer y Capdevila, además primer decano (1876-1877). Al siguiente año se llamaron a concurso otras cátedras y Serratosa, que integraba la redacción del segundo periódico médico montevideano (La gaceta médica, de efímera vida, 1877-1878) con colegas estrechamente vinculados a la flamante facultad (Francisco Suñer y Capdevila, Julio Jourkowski, Eduardo Kermmerich, Diego Pérez) hizo la oposición para la de Patología General, concurso de ese tipo que habría sido el primero rioplatense, resultando vencedor (1877). Esa cátedra comprendía el estudio general teórico de los agentes de las enfermedades, el desarrollo de los procesos mórbidos y la enfermedad como objetivo de la asistencia médica, es decir, una disciplina básica. Además estando a cargo de la sala “Vilardebó” del Hospital de Caridad (hombres), donde ejerció la práctica clínica nosocomial por más de treinta años, enseñó allí como complemento de la Patología General, Semiología y Semiotecnia, el arte de la búsqueda de los síntomas y signos de enfermedad y del diagnóstico clínico. Al dividirse la cátedra (1889), Serratosa quedó exclusivamente a cargo de la Clínica Semiológica; le secundaron sus jefes de clínica, los doctores Pablo Scremini, Arturo Lussich (luego también profesores que le sucedieron) y Carlos Butler.
Ejerció ininterrumpidamente la docencia desde 1877 hasta su muerte en 1909, transmitiendo los conocimientos adquiridos en sus estudios y ejercicio profesional liberal y hospitalario; su pasaje por la cátedra así como su carácter y estampa de fino caballero fueron atributos señalados por sus contemporáneos.
El médico alemán Carl Brendel, que se caracterizaba precisamente por sus juicios impiadosos lo describe como “el español Serratosa y el sardo Crispo Brandis debían su duradero y apreciado desempeño a su valor científico y a su tacto”. Los jóvenes colegas del Hospital de Caridad dijeron de Serratosa que era un “distinguido médico e irreprochable caballero [...] prototipo del médico consejero y amigo”.
Fue el primer vicedecano (1877-1878), secundando a Julio Jourkowski, y el tercer decano (1878-1879), siendo su vice Eduardo Kermmerich; integró el tribunal (con Guillermo Leopold y Enrique Figari) que evaluó los trabajos enviados por el médico Francisco Soca (luego profesor de Clínica médica), becado por el gobierno en París; integró la Asociación Médica de Montevideo a instancias del médico alemán Carl Brendel, la tercera, de vida efímera (1885) y la Sociedad de Medicina de Montevideo, la cuarta, creada a propuesta del médico Joaquín de Salterain (1893); fue miembro fundador del Hospital-Asilo Español (aún existente) presidiendo su Junta Directiva por varios períodos (1895-1905); y socio fundador del Jockey Club de Montevideo.
Vivió en Montevideo casi cuarenta años y en viaje de placer a su país natal, estando de paso por París, le sorprendió la muerte pese a los cuidados que le proporcionó el médico uruguayo Américo Ricaldoni. Su cuerpo fue enviado a la patria de adopción. Una sala del viejo Hospital de Caridad (hoy Maciel), contigua a la “Vilardebó” (donde asistió y enseñó por años) lleva el nombre de “Sala Serratosa”.
Se había casado con la distinguida dama montevideana Elvira Cibils Buxareo (1875), hija del rico catalán Jaime Cibils y de Plácida Buxareo; tuvo seis hijos.
Hizo construir para su familia un soberbio palacio, un derroche de lujo importado de Europa, en estilo neoclásico novecentista en la ciudad vieja de Montevideo (1887), barrio, entonces, de las familias ricas.
Se conserva aún, magnífico pero reciclado, en las esquinas de 25 de mayo y Ciudadela. Perteneció luego de su muerte a Federico Vidiella, casado con Elvira Serratosa, hija del médico.
Obras de ~: “[Tesis presentada para la oposición a la cátedra de Patología General]”, en La Gaceta Médica. Periódico bimensual, (Montevideo), 6 y 7 (1877-1878); Universidad Mayor de la República. Facultad de Medicina. Programa del Aula de Patología General y Anatomía Patológica. Catedrático Dr. Antonio Serratosa, Montevideo, Imprenta a vapor de El Siglo, 1882.
Bibl.: Hospital-Asilo Español. Memoria presentada por la Junta Directiva a la Asamblea General, Montevideo, 1895-1896, 1897-1898, 1898-1899, 1903-1904 y 1904-1905; H. García Lagos, “Degeneración cancerosa de un bocio y cáncer secundario de pulmón, observación recogida por el estudiante H.G.L (h) en el Servicio de Clínica Semiológica de Antonio Serratosa”, en La Facultad de Medicina. Revista quincenal (Montevideo), vol. 1, n.º 3 (1896); “Antonio Serratosa”, en Revista Médica del Uruguay, 12 (1909), pág. 259; “Dr. Antonio Serratosa”, en Revista de los Hospitales, (Montevideo), 2 (1909), págs. 255 (foto) y 294; M. Quintela, La Facultad de Medicina de Montevideo 1875-1915, Montevideo, Tipografía Moderna, 1915; L. Valls y J. Moragues, Los españoles del Uruguay, Montevideo, Tipografía Moderna, 1918, págs. 209- 211; J. C. Sabat Pebet, Contribución hispánica a la cultura uruguaya, Montevideo, Institución Cultural Española del Uruguay, 1950, págs. 19-28; R. Goldaracena, El libro de los linajes, vol. 1, Montevideo, Arca Editorial, 1978, págs. 59-60; “En la Ciudad Vieja un edificio con historia alberga el secreto de una mejor calidad de vida”, en el periódico El País, (Montevideo), 16 de diciembre, 1989; A. Soiza Larrosa, “Inmigración médica al Uruguay 1839-1895 con especial referencia a la española”, en Sesiones de la Sociedad Uruguaya de Historia de la Medicina, 13 (1991), págs. 38-76.
Augusto Soiza Larrosa