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Felipe Hauser y Kobler

Biografía

Hauser y Kobler, Felipe. Trstín, antes Nádasban (Eslovaquia), 2.IV.1832 – Madrid, 13.I.1925. Médico e higienista.

En 1883 Ángel Pulido Fernández sólo le encontraba un defecto a la obra de Hauser: la de haber sido ejecutada por un extranjero; Nicasio Mariscal, por diversas razones —laboriosidad, continuidad de residencia, uso del idioma, interés por las cosas de España— treinta y un años más tarde concedía a Hauser derecho de ciudadanía a pesar de su condición de extranjero, cuando realmente ya se había nacionalizado.

La xenofobia, explícita en Pulido y disimulada en Mariscal, constituirán un referente omnipresente en la vida de Ph. Hauser. Su pertenencia a la minoría judía de origen alemán instalada en el reino de Hungría fue un factor que condicionó la percepción que del entorno tuvo Hauser. ¿Fue ésta la razón para ocultar su nombre bajo las siglas “Ph.” desde su primera publicación en 1858 hasta la última, sin que ninguna de las circunstancias de su vida modificara este hábito? Posiblemente Hauser resolvió esta situación vital confusa y ambigua internacionalizando e indeterminando parte de su identidad a través del uso de una sigla.

Es posible que Hauser no tuviera nombre magiar (Fülöp) y han sido los catalogadores de su obra los que han desarrollado la sigla de forma diferente (Philippe, Philipp, Philiph, Philip, han sido las más habituales), hecho éste que sin duda no le resultaría desagradable.

Tras su llegada a España comenzó a usar el nombre de Felipe tanto en documentos oficiales como en el trato cotidiano. Con él se nacionalizó español en 1908 y se asentó su registro de defunción. Felipe Hauser y Kobler nació el 2 de abril de 1832 en Nàdasban [actual Trstín], una pequeña ciudad de dos mil habitantes en el reino de Hungría cuando formaba parte del Imperio Austro-húngaro. Era hijo de Miguel Hauser —el apellido es inequívocamente germánico— y de Carlota Kobler. Cuando alcanzó la edad de trece años, su padre, que se dedicaba al comercio, le propuso que continuara con esta actividad lo que supondría una gran ayuda en los negocios familiares. Hauser rechazó esta oferta y su padre le proporcionó los medios económicos para continuar los estudios secundarios y más tarde la carrera de Medicina. En 1852 se desplazó a Viena para iniciar sus estudios médicos y en esta ciudad permaneció hasta 1856. Durante este período recibió enseñanza de todos las grandes maestros de la Neue Wiener Schule: Joseph Hyrtl, Ernst von Brücke, Karl Rokitansky, Joseph Skoda y Ferdinand von Hebra.

Completó su actividad formativa con dos estancias en París (otoño-invierno de 1856 y buena parte del año de 1858) en cuyos círculos médicos penetró de la mano del Dr. David Gruby —también judío y de origen húngaro—, interesándose especialmente por adquirir una sólida formación en ciencias básicas y en medicina clínica. Durante su segunda estancia trabajó durante algún tiempo en el laboratorio de Claude Bernard y en 1858 concluyó su tesis de doctorado en Berna bajo la dirección de Moritz Schiff, analizando experimentalmente la influencia del sistema nervioso sobre la nutrición. Así pues, entre 1852 y 1858, los años formativos de Hauser, adquirió una consistente formación científico-natural y si bien abandonó el cultivo de la investigación básica, estos fundamentos fueron trascendentales en su posterior tarea como investigador social y clínico práctico.

Tras un fracasado intento de instalarse profesionalmente en Jerusalén gracias al apoyo de Alberto Cohn —el encargado en París de las obras benéficas de los banqueros Rothschild— finalmente se desplazó a Tetuán con el objetivo de hacerse cargo de la asistencia médica a los pobres, compromiso que había adquirido con la comunidad hebrea el barón Salomón de Rothschild en un reciente viaje a aquella ciudad.

Declarada la guerra hispano-marroquí acompañó a los refugiados de Marruecos que se instalaron en un campamento en Gibraltar y las autoridades británicas le dieron facilidades para que pudiera desarrollar su tarea asistencial. Finalizada la guerra —una guerra que Hauser consideró como un pésimo negocio sanitario— regresó a Tetuán con el objetivo de realizar actividades humanitarias y asistenciales en el seno de la comunidad judía y para ello se puso en contacto con las autoridades militares españolas —los generales O’Donnell y Prim— utilizando una estrategia que iba a emplear a lo largo de su vida: el recurso sistemático a la “carta de recomendación”. Terminados estos encargos en 1861 se trasladó nuevamente a Gibraltar con la intención de instalarse definitivamente para ejercer su profesión. En 1863 se desplazó a París con la pretensión de contraer matrimonio y para ello solicitó consejo a Alberto Cohn, quien le recomendó hacerlo con Paulina Neuburger Oppenheimer, cuya madre estaba emparentada con la esposa del barónJames de Rothschild. Algunos días después de su llegada a París “pidió su mano” y contrajo matrimonio el 8 de julio de 1863. Tras obtener la licenciatura en Medicina por el Royal College of Physicians de Londres, lo que le permitía ejercer en todos los dominios británicos, regresó a Gibraltar, lugar en el que permaneció hasta 1872. Conflictos y problemas de diverso orden le forzaron a tomar la decisión de abandonar la colonia en la que habían nacido cuatro hijos.

En septiembre de 1872 viajó a Sevilla con el objetivo de recoger el diploma acreditativo de su revalidación de los estudios médicos en la Facultad de Cádiz perteneciente a la Universidad de esta ciudad. Su decisión de trasladarse a España parece que ya estaba tomada, pero que su instalación fuera en Sevilla se debió a cierto éxito profesional durante esta corta estancia y a su convicción de la necesidad de estudiar la alta mortalidad sevillana en relación con las condiciones de la higiene social. Dos meses más tarde, con cartas de presentación para el marqués de Pickman, gran propietario, y el acaudalado Sr. O’Shas, se instaló en Sevilla con su mujer, sus cuatro hijos y sus tres criados; primero tuvieron su domicilio en la calle San Miguel, n.º 6 y después en Laguna, n.º 24. Médico de elites sociales —aristocracia y alta burguesía— que también supo conectar en Sevilla con círculos de profesionales e intelectuales liberales, progresistas y racionalistas.

Su condición de judío moderado, poco o nada practicante, que rechazaba todo teocratismo, le facilitaron su penetración en estos círculos. Pero no todo fueron facilidades en Sevilla. Desde luego contó con una ayuda muy limitada cuando se dispuso a cumplir con el objetivo de realizar una topografía médica de Sevilla en la línea ya señalada. Aunque se le negó información —o no se estaba en condiciones de suministrar la que Hauser solicitaba— ello no fue más que un estímulo para continuar con más tesón el trabajo emprendido. En 1882, con prólogo de Antonio Machado Núñez, publicaría sus Estudios médicotopográficos de Sevilla y dos años más tarde, estando ya instalado en Madrid, sus Estudios médico-sociales de Sevilla, con prólogo de Manuel Silvela.

En efecto, en 1883 decidió abandonar Sevilla para facilitar los estudios de su hijo Enrique que acababa de ingresar en la Escuela de Minas de Madrid. Nuevamente funcionaron las cartas de recomendación, que ampliaron la trama de relaciones, llegando hasta el propio Antonio Cánovas del Castillo. Como en Sevilla pronto se construyó una clientela formada por la aristocracia y la burguesía madrileña a la que se sumaba ahora, con el mismo rango, la oligarquía del poder; la simbiosis entre la nobleza y la clase política que se produjo durante la Restauración facilitaron todos los planes de Hauser. Todo esta trama de influencias las utilizará para recabar información, sobre la epidemia de cólera que se desencadenó en España en 1884-1885 y más tarde para lograr publicar en 1887 su monumental Estudios epidemiológicos relativos á la etiología y profilaxis del cólera. Los estudios se ejecutaron básicamente utilizando como técnica observacional la encuesta y el cuestionario.

Si Hauser fue conocido en Europa se debió fundamentalmente a su participación en el debate internacional, que se estaba produciendo, en relación con la etiología y profilaxis del cólera. Esta epidemia sufrida en España en 1884-1885 fue el gran campo observacional desde el que Hauser contribuyó a apuntalar la hipótesis pettenkoferiana que otorgaba un papel fundamental al suelo (doctrina telúrica) en la génesis de epidemias tales como la fiebre tifoidea o el cólera.

Además de este factor enfatizó sobre la influencia de las condiciones higiénicas generales —el entorno ambiental— y la disponibilidad individual. Los hechos de observación no le permitieron resolver satisfactoriamente, a nivel teórico, el problema del cólera desde la teoría bacteriana. Todavía en 1897, cuando la teoría de Robert Koch había recibido ya un sólido respaldo, Hauser en su obra Études épidémiologiques defendía numantinamente una posición teórica que muy pocos científicos en Europa compartían. La postura de Hauser frente a las medidas de carácter profiláctico tienen mucho que ver con este posicionamiento teórico: saneamiento del suelo y mejora de las condiciones materiales de vida. El ambientalismo de Hauser fue doblemente físico y social. Las dos obras que acabamos de mencionar recibieron sendos galardones europeos: la primera el Premio Bréant de la Academia de Ciencias de París (1888) y la segunda el Premio Pettenkofer de la ciudad de Múnich (1897).

Hauser puede ser considerado como uno de los últimos higienistas europeos defensores de una teoría ambientalista de la enfermedad y bajo esta perspectiva redactó durante su estancia en Madrid otras dos grandes obras médicas: el Madrid desde el punto de vista médico-social en 1902 y La Geografía Médica de la Península Ibérica en 1913. Ésta sería la culminación de su obra médica —constituida por 59 publicaciones— y posiblemente fue el último y desesperado grito en nuestro país en defensa del paradigma ecológico de la enfermedad tal como se había reformuladoa lo largo del siglo xix. A pesar de ello Hauser fue capaz de ver en la doctrina bacteriana de la enfermedad elementos que permitían la clarificación de determinados aspectos de la higiene pública. Por ello cuando en 1916 redactó La evolución de la Higiene a través de los siglos, destinada a servir de introducción al Tratado de Higiene que estaba publicando el bacteriólogo e higienista Antonio Salvat Navarro, reconoció el hecho, si bien colocó a las bacterias en un lugar secundario dentro de un esquema etiológico y llamó la atención sobre “la pretensión de la bacteriología de dominar la medicina y la higiene”, encontrando improcedente excluir los factores sociales del discurso médico sobre la génesis y evolución de las enfermedades.

De forma sorpresiva Hauser emerge públicamente en el debate sobre “la causa judía”. En efecto, en 1910 publicó en francés y en Francia su extenso estudio de filosofía de la historia Les Grecs et les Sémites dans l’histoire de l’humanité y en 1920-1921, en idénticas condiciones, su Évolution intellectuelle et religieuse de l’humanité, esta última dedicada a la “Francia triunfante”. No conocemos aún muy bien qué motivos movieron a Hauser a salir a la palestra e intervenir en el debate. Ambas obras tienen un talante netamente propagandístico y la intención con que fueron escritas es más interesante que su contenido. Posiblemente en la decisión de escribirlas influirían algunos factores no necesariamente excluyentes: la deuda de gratitud que históricamente había contraído con sus benefactores los banqueros judíos Rothschild, su posible “mala conciencia” por no haber sido un judío cabal, su firme deseo de la erradicación del antisemitismo y su temor a que tal hecho no llegara a producirse y su apoyo al sionismo o a algunos de los movimientos desprovistos del término.

En todo caso, intentó ayudar a la causa judía alineándose con quienes defendían un sionismo laico, multicéntrico, integrado en la cultura europea e inspirado en los ideales de la revolución burguesa y del socialismo teórico.

En 1914 decidió abandonar el ejercicio profesional y donar su biblioteca a la ciudad de Sevilla y para hacer oficial esta donación se desplazó a comienzos del mes de mayo. Este gesto para con Sevilla y sus médicos tuvo su emotiva recompensa al ser nombrado Colegiado Honorario del Real Colegio de Médicos de Sevilla en sesión de 5 de mayo de 1914 e Hijo Adoptivo y Preclaro de la ciudad diez días más tarde. La donación de su biblioteca sufrió diversos avatares y finalmente se depositó en 1926 en la Real Academia de Medicina y Cirugía de Sevilla.

Años más tarde, cuando redactó en 1924 sus Memorias autobiográficas, volvió a elegir a la ciudad de Sevilla como la más adecuada para ser la destinataria y por ello se las envió al erudito sevillano Alejandro Guillot y Sierra. Hauser fue siempre fiel a su amor por Sevilla y esta decisión debe entenderse como un gesto con el que pretendía saldar esa deuda amorosa, cuando sentía que su fin se aproximaba. Falleció en su madrileña casa de Zorrilla, n.º 33, el día 13 de enero de 1925.

 

Obras de ~: Nouvelles recherches relatives à l’influence du système nerveux sur la nutrition. Dissertation inaugurale presentée a la Faculté de Médecine de Berne, Paris, Simon Raçon et Cie, 1858; Estudio médico-psicológico sobre el cambio de tipo en las enfermedades en el siglo xix. Memoria leída en el Congreso Médico Andaluz. Sevilla, abril, 1876, Sevilla, La Andalucía, 1876; Nouvelles considérations sur la mortalité de la première enfance en Espagne comparée avec celle de la France. Mémoire lu au Congrès International d’Hygiène de Paris, août, 1878, Sevilla, C. M. Santigosa, 1881; [Estudios médicos de Sevilla. Primera parte. Estudios médico-topográficos]. Estudios médico-topográficos de Sevilla acampañados de un plano sanitario-demográfico y 70 cuadros estadísticos, Madrid, Lib. de Tomás Sanz, Sevilla, Lib. de Victoriano Suárez [Sevilla, Est. Tipográfico del Círculo Liberal], 1882 (ed. facs., vol. I, Sevilla, Ayuntamiento, 2005); La verdad sobre las aguas potables de Sevilla y el proyecto de riego con las del Guadalquivir, Madrid, Tipografía de Manuel G. Hernández, 1883; El siglo xix considerado bajo el punto de vista médico-social. Estudio médico-psicológico sobre la evolución física y moral del hombre en este siglo, Madrid, F. Fernández, 1884; Estudios médico-sociales de Sevilla acompañados de 90 cuadros estadísticos, Sevilla, Librería de Tomás Sanz, Madrid, Librería de Victoriano Suárez [Madrid, Imprenta de Manuel Ginés Hernández], 1884 (ed. facs., vol. II, Sevilla, Ayuntamiento, 2005); Estudios epidemiológicos relativos á la etiología y profilaxis del cólera basados en numerosas estadísticas, hechos y observaciones recogidos durante la epidemia colérica de 1884-85 en España y acompañados de 18 mapas y 25 cuadros estadísticos, 3 vols. y Atlas in fol., Madrid, Imprenta y Fundación de Manuel Tello/Est. Tipográfico de El Correo, 1887 [ed. contemporánea del Atlas a cargo de J. M.ª López Piñero, Valencia, Conselleria de Sanitat i Consum, Generalitat Valenciana, 1987]; Études épidémiologiques. Le choléra en Europe depuis son origine jusqu’à nos jours en rapport avec les doctrines courantes relatives à son etiologie et à sa prophylaxie. Avec plusieurs cartes et de nombreux tableaux graphiques, Paris, Société d’Éditions Scientifiques [Lille, L. Bigot, frères], 1897; Madrid desde el punto de vista médico-social, Madrid, Est. Tipográfico “Sucesores de Rivadeneyra”, 1902, 2 vols.; L’évolution de la gastropathologie à travers de xixème siècle et l’état actuel des doctrines courantes, Paris, J. Rueff [Vaugirard], 1905; L’Espagne, son passé, son présent et son avenir au point de vue de la Biologie Sociale, Paris, Éditions de “La Nouvelle Revue” [Auxerre, A. Lanier], 1905; La fiebre tifoidea y la doctrina hídrica ante los tribunales alemanes, Madrid, Nicolás Moya, 1906; Les Grecs et les Sémites dans l’histoire de l’humanité, Paris, A. Maloine, 1910; La Geografía Médica de la Península Ibérica, Madrid, Imprenta de Eduardo Arias, 1913, 3 vols.; Introducción al estudio de la Higiene. La evolución de la Higiene a través de los siglos, Sevilla, Imprenta y Litografía de Gómez Hnos, 1917; Évolution intellectuelle et religieuse de l’humanité, Paris, Libraire Felix Alcan, 1920-1921, 2 vols.; Memorias autobiográficas de un médico después de haber cumplido 66 años de ejercicio profesional, c. 1924, inéd. [ed. contemporánea a cargo de J. L. Carrillo, E. Bernal e I. Bonilla, Sevilla, Secretariado de Publicaciones de la Universidad de Sevilla, 1990].

 

Bibl.: A. Pulido Fernández, De la medicina y los médicos, Valencia, Lib. de P. Aguilar, 1883, pág. 329; G. Pittaluga, “En memoria del Dr. F. Hauser”, en El Siglo Médico, 75 (1925), págs. 126-127; VV. AA., Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo- Americana, vol. XXVII, Barcelona, Hijos de J. Espasa editores, 1925, pág. 809; I. Fischer, Biographisches Lexicon der hervorragenden Ärzte der letzten fünfzig Jahre, Berlin-Wien, Urban and Schwarzenberg, 1932, pág. 589; J. M.ª López Piñero, “El testimonio de los médicos españoles del siglo xix acerca de la sociedad de su tiempo. El proletariado industrial”, en Medicina y Sociedad en la España del siglo xix, Madrid, Sociedad de Estudios y Publicaciones, 1964, págs. 181-182; F. Quirós Linares, “La Geografía Médica de la Península Ibérica y otros libros olvidados del Dr. Hauser”, en Estudios Geográficos, 28 (1967), págs. 283-288; C. del Moral, “Introducción”, en F. Hauser y Klober, Madrid bajo el punto de vista médico-social, vol. I, Madrid, Editora Nacional, 1979, págs. 9-41; A. González Cordón, Vivienda y ciudad. Sevilla, 1849-1929, Sevilla, Ayuntamiento, 1984, págs. 66, 68, 110 y 130; J. M. Suárez Garmendia, Arquitectura y Urbanismo en la Sevilla del Siglo xix, Sevilla, Diputación Provincial, 1986, págs. 144 y 231; J. M.ª López Piñero, “Introducción”, en F. Hauser y Klober, Atlas epidemiográfico del Cólera de 1885 en España (1887), Valencia, Conselleria de Sanitat i Cosum, Generalitat Valenciana, 1987; J. L. Carrillo, E. Bernal e I. Bonilla, “Introducción”, en F. Hauser y Klober, Memorias autobiográficas, Sevilla, Secretariado de Publicaciones de la Universidad, 1990, págs. 7-19; J. L. Carrillo, “Medicina y enseñanza de la medicina en Sevilla (1868-1883): continuidad y cambio”, en Dynamis, 10 (1990), págs. 165-169; M.ª P. Sillero Sarasua, La Biblioteca de Philipp Hauser. Análisis bibliométrico e inventario, Sevilla, tesis de doctorado, 1992, 2 vols. (inéd.); J. Honti, “Magyar orvos fél évszázados tevékensysége Spanyolországan (Hauser Fülöp, 1832-1925) [A half century activity of a Hungarian medical doctor in Spain]”, en Orvosi Hetilap, 134 (1993), págs. 2319-2320; J. L. Carrillo (ed.), Entre Sevilla y Madrid. Estudios sobre Hauser y su entorno, Sevilla, Imprenta de A. Pinelo, 1996; J. L. Carrillo, “Personaje Medicina e Historia [Felipe Hauser y Kobler]”, en Medicina e Historia, 3.ª época, n.º 63 (1996), págs. 3-4; J. L. Carrillo (ed.), Entre Sevilla y Madrid. Nuevos estudios sobre Hauser y su obra, Sevilla, Secretariado de Publicaciones de la Universidad de Sevilla, 1999; “Presentación”, en F. Hauser y Klober, Estudios Médico-Topográficos de Sevilla, vol. I, Sevilla, Ayuntamiento de Sevilla, 2005, págs. 9-29.

 

Juan Luis Carrillo Marto