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Diego López de Haro Sotomayor y Portocarrero

Biografía

López de Haro Sotomayor y Portocarrero, Diego. Marqués del Carpio (I). ?, 1520 ant. – 1579. Caballero veinticuatro en el Cabildo Municipal de Córdoba.

Diego López de Haro Sotomayor y Portocarrero era hijo de D. Luis Méndez de Haro y Sotomayor, señor de El Carpio (Córdoba) y de Sorbas y Lubrín (Granada) y de Dª Beatriz Portocarrero. Fueron sus abuelos paternos D. Diego López de Haro y Dª Beatriz Méndez de Sotomayor, y maternos D. Pedro Portocarrero y Dª Juana de Cárdenas. Casó con Dª María Angela de Velasco, hija de D. Cristóbal de la Cueva, conde de Siruela, y de Dª Leonor de Velasco. Tuvo dos hijas: Dª Beatriz de Haro y Sotomayor que sucedió a su padre en el mayorazgo y casó con su tío, D. Luis Méndez de Haro, hermano de su padre; y Dª María de Haro y Velasco, que casó con D. Gómez de Sotomayor.

Merced a los servicios prestados a la monarquía tanto por su parte como por sus antecesores, Felipe II le concedió el Marquesado de su villa de El Carpio el 20 de enero de 1559, convirtiéndose por tanto en I marqués de El Carpio.

En 1561 acrecentó el mayorazgo que había instituido en 1508 su abuela Dª Beatriz de Sotomayor, con una importante incorporación de bienes. El 5 de julio de 1565 se fundó un nuevo mayorazgo al incorporar al antiguo, los bienes de D. Luis Méndez de Haro, hermano de D. Diego, casado con su hija Dª Beatriz de Haro y Sotomayor. Estos bienes eran entre otros, las villas cordobesas de Adamuz y Pedro Abad que en 1564 había comprado D. Luis de Haro a Felipe II.

El 12 de julio de 1567, D. Diego López de Haro accedió al regimiento de Córdoba por compra de una veinticuatría por la que pagó 2.000 ducados a la Hacienda real. A pesar de tener este oficio en Córdoba, residió habitualmente en El Carpio y la corte. Su actuación en el cabildo municipal cordobés fue muy escasa y puntual, lo que le ocasionó problemas a la hora de percibir su salario como tal.

Las cláusulas de su testamento reflejan a un hombre de gran religiosidad y profundo y sincero amor a su rey. Tenía además una gran preocupación por la pureza de su apellido y casa, que le llevó a condicionar los casamientos de sus sucesores con “personas de conocido linaje”, aunque no tuvieran caudal. Asimismo, manifestó siempre su preferencia por el apellido Haro que, según él, debía anteponerse a cualquier otro en sus sucesores, impidiendo de esta manera que se perdiese.

De su hija Dª Beatriz de Haro y Sotomayor y de su hermano y yerno D. Luis Méndez de Haro, tuvo dos nietas: Dª María Díaz de Haro y Sotomayor y Dª Beatriz de Haro y Sotomayor. La primera sería la heredera de la casa y por ello, a la muerte de su padre D. Luis Méndez de Haro en septiembre de 1566, ejerció como tutor de ella su abuelo D. Diego López de Haro. A la muerte de éste, Dª María Díaz de Haro se convirtió en II marquesa del Carpio. Casó Dª María con D. Francisco Pacheco de Córdoba, primogénito de D. Diego Fernández de Córdoba, caballerizo mayor de S.M. Tuvieron un hijo, D. Diego López de Haro y Sotomayor, III marqués del Carpio, a quien el rey Felipe III concedió el 2 de noviembre de 1625 el título de caballerizo mayor de las caballerizas reales de Córdoba para él y sus sucesores, hombres o mujeres, quedando éste perpetuamente unido a “la casa, mayorazgo y estado de El Carpio por juro de heredad”. Al morir D. Diego López de Haro y Sotomayor sin sucesión, pasó el marquesado a su tía Dª Beatriz de Haro y Sotomayor que fue, por tanto, IV marquesa de El Carpio. En mayo de 1640 el rey Felipe IV concedió la Grandeza de la casa al V marqués de El Carpio, D. Diego López de Haro y Sotomayor. En 1688 la VIII marquesa de El Carpio, Dª Catalina Méndez de Haro casó con D. Francisco Álvarez de Toledo, duque de Alba, por lo que entroncaron desde entonces ambas familias.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General de Simancas, Cámara de Castilla, Consumo y perpetuación de oficios acrecentados, leg. 10; Casas y sitios reales, leg. 273; Biblioteca Nacional de España, Sobre virtudes de la nobleza, ms. 11.458, fols. 239r.- 251v.; ms. 1372, fols. 180-181; Archivo Municipal de Córdoba, Actas capitulares, 16-5-1575; 16-9-1579; Archivo Histórico Provincial de Córdoba, Oficio 6, Francisco y Diego Arriaza, 1581, leg. 1105; RAH (Real Academia de la Historia), Colección Salazar y Castro, M-46, 28-30.

G. Argote de Molina, Nobleza de Andalucía, Sevilla, Fernando Díaz, 1588; A. de Morales, Historia General de Córdoba, Madrid, Argote Cabriñana, 1620 (espec. t. II, págs. 658- 659); A. López de Haro, Nobiliario, 1622 (BNE. ms. 7091, fols. 256r.-259r.); L. Maraver y Alfaro, Historia de Córdoba: desde los tiempos más remotos hasta nuestros días, ts. XV y XVI, Córdoba, 1863; M. Muñoz Vázquez, Historia de El Carpio, Córdoba, Real Academia de Córdoba, 1963; M. I. García Cano, La Córdoba de Felipe II. Gestión financiera de un patrimonio municipal e intervención política de una monarquía supranacional, Córdoba, Universidad y Caja Sur, 2003, págs. 703-719.

 

María Isabel García Cano