Silva y Silva, Fernando de. Ciudad Rodrigo (Salamanca), s. XVI – México, c. 1642. Caballero de la Orden de Santiago, gobernador de Filipinas.
Sirvió en los estados de Flandes y luego pasó a la Nueva España, donde fue destinado a cargo de una compañía que pasaba a Filipinas (1616), y desde allí regresó a los reinos de España (1622) y, nuevamente, embarcó rumbo a México con licencia (4 de julio de 1624) para llevar consigo a su mujer, su hija, un ama y dos esclavos y agraciado con un hábito de la Orden de Santiago.
El virrey de México, marqués de Cerralbo, lo nombró gobernador y capitán general interino de Filipinas (16 de marzo de 1625) mientras se proveía un propietario para reemplazar al fallecido Alonso Fajardo de Tenza, embarcándose en Acapulco para arribar a Manila el 6 de julio de 1625.
En los principios de su gobierno emprendió la construcción de dos naos en el puerto de Cavite y de dos galeras, al igual que casas para el alojamiento de la tropa de infantería, envió dos compañías a la provincia de Cagayan a sofocar a algunos naturales sublevados, dirigió también una expedición contra los naturales de Mindanao y de las costas de Caraga y envió al capitán don Antonio Carreño Valdés, en calidad de su lugarteniente, a tomar posesión de la isla Hermosa. Preocupado por la falta de pertrechos en la ciudad de Manila, despachó un navío al Japón con la finalidad de obtenerlos, pero a su arribo al puerto de Nagasaki fue detenido y se le conminó Orden de volver sin comerciar, advirtiéndole que no se dirigiera ninguna otra embarcación a los puertos japoneses.
Fue substituido en el gobierno de Filipinas por Juan Niño de Tavora (29 de agosto de 1626), quien lo nombró al poco tiempo gobernador de las cosas de guerra de las islas Filipinas (10 de agosto de 1627) y permaneció en ellas algo más de dos años, tras lo cual embarcó junto a su familia rumbo a México (1629), donde se estableció definitivamente. Allí el virrey, marqués de Cerralbo, lo nombró teniente de capitán general de la ciudad de Nueva Veracruz (10 de julio de 1630), y desde la Nueva España, gozó hasta su muerte, mediante escudero, de la encomienda de Otón y Botuán en Filipinas.
Contrajo matrimonio en Filipinas con María de Salazar, muerta en México (1 de febrero de 1643) bajo testamento otorgado en la misma ciudad ante Pablo Pérez de Oyanguren (30 de enero de 1642), enlace del que nacieron Aldonza de Silva y Salazar y Fernando de Silva Salazar.
Fuentes y bibl.: Archivo General de Indias (Sevilla), Contratación, 5539, l. 2, fol. 403r; Filipinas, 5, n. 180, 235, 455; Filipinas, 8, r. 1, n. 6; Filipinas, 20, r. 19, n. 128; Filipinas, 21, r. 7, n. 26, 27, 85; Filipinas, 37, n. 35; Filipinas, 50, n. 36; Filipinas, 74, n. 110; Filipinas, 200, n. 82; Indiferente General, 450, l. A6, fol. 192r-192v; Indiferente General, 453, l. A17, fol. 116v-118v; Indiferente General, 2.077, n. 46; Archivo Histórico Nacional (Madrid), Diversos-Colecciones, 26, n. 53; Órdenes-Expedientillos, 871; Órdenes-Santiago, exp. 7.774.
G. Bleiberg (dir.), Diccionario de Historia de España, vol. 3, Madrid, Alianza Editorial, 1979, pág. 667.
Javier Barrientos Grandon