Fernández de Villaviciencio, Lorenzo. Jerez de la Frontera (Cádiz), c. 1300 – c. 1370. Caballero de la Banda, alcaide y alcalde mayor de Jerez.
Los Villavicencio constituyen uno de los escasos linajes de la aristocracia jerezana que pueden remontar sus orígenes a la conquista y población de la ciudad por Alfonso X. Lorenzo Fernández fue hijo de Gonzalo Núñez de Villavicencio y de María Alonso de Astudillo y fue el primero de los suyos que gozó de verdadera notoriedad.
En 1326, tras el acceso de Alfonso XI a la plenitud del poder, fue nombrado alcaide del alcázar de Jerez, con mando sobre las plazas fronterizas de Medina Sidonia y Alcalá de los Gazules, dirigiendo a la milicia jerezana en la campaña que al año siguiente permitió la conquista de Olvera, Pruna y Torre Alháquime.
Más tarde reaparece en ocasiones militares de primera magnitud, como la batalla de El Salado (1340), cuando acaudilló a la hueste de Jerez, y luego en el largo cerco de Algeciras y en el posterior de Gibraltar.
Recibió muchas mercedes de Alfonso XI, quien lo hizo caballero de la Banda y le cedió uno de los regimientos de su ciudad. Muy allegado al Monarca, acompañó su cadáver desde Gibraltar hasta Sevilla con sus más cercanos servidores.
Pedro I le confirmó sus cargos y mercedes y Lorenzo Fernández le correspondió con una lealtad extrema.
Encabezó el bando legitimista en Jerez, al que se oponía el articulado alrededor de los Vargas, aunque usó su influencia para atemperar los rigores del petrismo en la ciudad. En 1366 acompañó al Rey en su huida de Sevilla, siguiéndole en todos sus avatares e incluso combatiendo personalmente, pese a su edad, en Nájera (13 de abril de 1367), donde murieron sus dos hijos mayores. En junio de 1367 regresó a Jerez y Pedro I le nombró alcalde mayor de la ciudad y alcaide de su alcázar, extendiendo la zona bajo su mando a El Puerto de Santa María, Alcalá de los Gazules y Medina Sidonia, con cargo de proveedor general de toda la frontera. En los dos años siguientes actuó como verdadero dueño de Jerez, nombrando a los miembros del gobierno municipal y dirigiendo toda la vida política. La situación era tan inestable que, cuando hubo de salir de la ciudad para enfrentarse al maestre Gonzalo Mejía, apoderado de Jaén, sacó de ella cien rehenes, escogidos entre las familias de significación enriquista, que depositó en Medina Sidonia y Carmona.
El mismo sentido, y el temor a quedarse aislado en un entorno hostil, tiene el acuerdo que suscribió en 1369 con las autoridades sevillanas por el cual, “si alguna cosa acontesciese al Rey don Pedro”, Jerez se sumaría a la posición de Sevilla. La muerte del Monarca en Montiel (22 de marzo de 1369), donde Nuño Fernández, hijo de Lorenzo, mandaba a la caballería jerezana que luchó por don Pedro, obligó a los Villavicencio a buscar el exilio en Granada, donde fueron bien recibidos. A partir de entonces Lorenzo Fernández deja de ser mencionado, pasando el protagonismo en la vida del linaje a su hijo Nuño, quien no regresó nunca del exilio y murió en 1378. No se sabe si Lorenzo murió también en el exilio ni la fecha de su fallecimiento. Los Villavicencio regresaron a Jerez en 1379 tras obtener el perdón real.
La implicación de Lorenzo Fernández de Villavicencio en los conflictos civiles de su época llevó al linaje a su fase de máximo poder local, pero, a la postre, acabó en el amargo fruto del exilio y la confiscación.
Se agostó así la posibilidad de una hegemonía que, en las generaciones siguientes, dio paso a un juego de equilibrios internos en el seno de un concejo jerezano en el que los Villavicencio siempre desempeñaron un relevante papel.
Bibl.: D. I. Parada Barreto, Hombres ilustres de la ciudad de Jerez de la Frontera, Jerez, Imprenta del Guadalete, 1878; B. Gutiérrez, Historia de la Muy Noble y Muy Leal ciudad de Jerez de la Frontera, Jerez, 1886 (ed. facs., Jerez, 1989); F. Mesa Jinete, Historia sagrada y política de la Muy Noble y Leal ciudad de [...] Jerez, Jerez, Melchor García Ruiz, 1888; M. Ferrador (ed.), El Libro del Alcázar. Memorias antiguas de Jerez de la Frontera, ahora impresas por primera vez, Jerez de la Frontera, Cromo-Tipografía de Jerez Gráfico, 1928; J. Moreno de Guerra, Bandos en Jerez: los del puesto de Abajo, Madrid, 1929, 2 vols.; P. López de Ayala, Crónica del Rey don Pedro, ed. de Cayetano Rosell, Madrid, Atlas, 1953; H. Sancho de Sopranis, Historia social de Jerez de la Frontera al fin de la Edad Media, Jerez, 1959, 3 vols.; Historia de Jerez de la Frontera, t. I, Jerez, 1965, 2 vols.; R. Sánchez Saus, Linajes medievales de Jerez de la Frontera, Sevilla, Universidad, 1996, 2 vols.; E. Rallón, Historia de la Muy Noble y Muy Leal ciudad de Jerez de la Frontera, ed. de Emilio Martín Gutiérrez, Cádiz, Universidad, 1997-1999, 3 vols.
Rafael Sánchez Saus
