Urraburu, Juan José. Ceánuri (Vizcaya), 23.V.1844 – Burgos, 11.VIII.1904. Jesuita (SI), profesor de filosofía, escritor polemista y director de varios colegios.
Nacido en Ceánuri (Vizcaya) el 23 de mayo de 1844, Juan José Urraburu quedó huérfano de padre cuando sólo contaba un año. Ingresó en el noviciado de los padres jesuitas, en Loyola (Guipúzcoa), el 3 de mayo de 1860, pasando después a estudiar Humanidades allí mismo (1862-1866) bajo la dirección de Juan José de la Torre, y Filosofía en San Marcos de León (1863-1866). Del “oportuno y prudente” padre De la Torre, que sería el último provincial de la gran provincia de Castilla antes de la división y el primero de la de Toledo, Urraburu heredó el alma pronta y perfecta para el pensamiento y la ciencia. Ya desde sus estudios de secundaria, consiguió un perfecto dominio de las lenguas clásicas en Villacarriedo con los escolapios.
A partir de 1866 y hasta 1868 enseñó Retórica en Loyola —teniendo entre sus alumnos al futuro general de la Compañía, P. Luis Martín—, y disuelta la Orden en España por la revolución Gloriosa de 1868 lo haría en Saint-Acheul (Francia). En efecto, Urraburu encabezó una de las dos expediciones, integrada cada una por dieciséis hermanos, que tuvo que abandonar Loyola, entre el 18 y 21 de octubre de 1868, toda vez que el alcalde de Azpeitia, José Manuel de Larrañaga, no pudo parar las acometidas de la Junta Revolucionaria de San Sebastián, presionado por periódicos como La Discusión o La Iberia, frente a la decisión de la diputación foral de Guipúzcoa, presidida por el carlista Miguel Dorronsoro y Ceberio.
Durante el sexenio revolucionario (1868-1874) y los dos años añadidos de la guerra civil por el País Vasco, hasta 1875, Urraburu no hizo sino anudar a su biografía los estudios de Teología, primero en St. Beuno’s (Gales), de 1869 a 1871, después en el Seminario de Salamanca, de 1871 a 1873, pasando para la llamada “tercera probación” a Larbey, en Francia. Seguro de sus saberes y temido por sus superiores como condensador de información escolástica exhaustiva, exposición clara y didáctica, enriquecido de ponderación y criterio, le enviaron a Poyanne como profesor de Lógica y Metafísica (1874-1876) y de Teología Dogmática (1876-1878). Estaba predestinado ya para la Universidad Gregoriana de Roma, a la que el general Pedro Becks le destinó como profesor de Filosofía, donde permanecería nueve años, de 1878 a 1887.
Hombre trabajador, de ingenio profundo y, a su vez, de carácter modesto y bondadoso, Urraburu ungió su cabeza con la publicación de su obra magna filosófica en trece volúmenes. Sin pasársele por la cabeza otra búsqueda que no fuera la de rebatir los nuevos sistemas filosóficos materialistas, transformistas y panteístas o monistas, de vuelta a España tuvo que dirigir el colegio de Valladolid (1887-1889), Oña (1891-1896) y Salamanca (1896-1902), misiones que realizó con generosa entrega.
Pero Juan José Urraburu ha pasado a la historia como digno representante de la restauración escolástico-tomista, promovida durante el pontificado de León XIII con su encíclica Aeterni Patris (1879), que quería ofrecer un sistema vigoroso y coherente frente a los desafíos y hasta provocaciones de la ciencia y la filosofía modernas. Dentro de la escuela tomista, Urraburu eligió un tomismo abierto que demostrara sobradamente que tras tantos temas de contradicción estaba, por el deseo y la curiosidad del conocimiento, desde el saber escolástico, inyectado históricamente en Francisco de Suárez.
Aquejado por diversas dolencias y fallos cardíacos, se retiró a Burgos, donde pudo concluir la publicación de su obra filosófica, que sirve todavía de utilidad, por la gran documentación que aporta. Murió allí el 11 de agosto de 1904.
Obras de ~: Institutiones Philosophicae quas Romae in Pontificia Universitate Gregoriana [...], Valladolid, Josephus Emmanuel a Cuesta, 1890-1900, 8 ts.; Origen de los seres vivientes según sus diversas especies, Bilbao, Imprenta del Corazón de Jesús, 1896; Principios fundamentales de antropología, Madrid, Imprenta de San Francisco de Sales, 1901; Compendium philosophicae scholasticae, Madrid, Augustici Avrial, 1902, 5 ts.; “El verdadero puesto de la filosofía entre las demás ciencias”, en Razón y Fe (RF), 1 (1901), págs. 57-60 y 137-152; “El principio vital y el materialismo ante la ciencia y la filosofía”, en RF, 8, 9, 10 (1904) y 11 (1905).
Bibl.: J. Roig, “Urraburu, Juan José”, en Q. Aldea Vaquero, T. Marín Martínez y J. Vives Gatell (dirs.), Diccionario de Historia Eclesiástica de España, vol. IV, Madrid, Instituto Enrique Flórez-Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1975, pág. 2678; R. M.ª Sanz de Diego, “Urraburu, Villada y otros corresponsales onienses de Sardá y Salvany”, en Estudios eclesiásticos, 56 (1981), págs. 201-222; M. Revuelta González, La Compañía de Jesús en la España contemporánea, t. I, Madrid, Universidad Pontificia de Comillas, 1984-1991; F. Rodríguez de Coro, “Revolución liberal y jesuitas en el País Vasco (1868-1876)”, en Scriptorium Victoriense, 32 (1985), págs. 90-165.
Francisco Rodríguez de Coro, SDB
