Zejudo y Núñez de Aldana, Anastasio. Ceuta, 27.III.1741 – 26.I.1808. Gobernador de Cartagena de Indias.
Nace en una familia de militares; su padre y sus abuelos lo fueron. Muy joven ingresa en el Ejército. En 1754 servía en el Regimiento de León. Los ascensos siempre le fueron favorables, quizá porque perdió a su padre en 1762, durante la guerra con Portugal en la defensa de los Arenales del Ferrol. Ascendió a capitán en 1771, en 1772 fue nombrado sargento mayor de un batallón del Regimiento Fijo de Cartagena. A partir de este momento, su vida se desenvolvió en Nueva Granada. Se trasladó a este virreinato en 1773. Poco después de su llegada se casó con Bibiana Montes, de quien enviudó al poco tiempo y no tuvo hijos.
El motor de su vida profesional fue el ascenso dentro de la reorganización del sistema de defensa colonial. Zejudo siempre estuvo relacionado con el establecimiento de regimientos fijos en diferentes regiones: Panamá, Cartagena, Guayaquil, Popayán. La participación en estas empresas le sirvió de reconocimiento en 1776, cuando se le nombra teniente coronel. En el año 1777 fue nombrado gobernador interino de Riohacha y, durante su gobernación, se responsabilizó de la reducción de los indios guajiros. Demostró su valía militar y su capacidad estratégica en 1779 durante la guerra con Inglaterra, en que tuvo a su mando la fortaleza de Boca Chica en la ciudad de Cartagena.
Su posición social y militar se consolidaba cada día. Entre sus amigos personales contaba con Juan Pimienta, gobernador de Cartagena, Manuel José Flórez, virrey de Nueva Granada, y Juan Gutiérrez de Piñeres, visitador general de Santa Fe de 1776 a 1790. El ascenso definitivo le llegó en 1781 como consecuencia de su actuación ante la rebelión de los comuneros. Esta revuelta se extendió por las provincias interiores como protesta contra las reformas fiscales y administrativas de Juan Francisco de Piñeres, que seguía órdenes directas del ministro de Indias José de Gálvez. La milicia se movilizó para la pacificación y Anastasio Zejudo estaba al frente. A partir de este incidente, comenzó los trámites para ingresar en la Orden de Santiago, que se verificó en 1788.
Con el gobierno del virrey Ezpeleta, llegaron nuevos aires a Nueva Granada. En 1794, desde el virreinato neogranadino se solicitó la ayuda de Zejudo para la formulación de un reglamento para las milicias disciplinadas. El resultado no gustó en Madrid, ya que consideraba a la milicia formada por pardos con las mismas condiciones que a la milicia compuesta por blancos.
Destacó como líder en Cartagena, pero sus logros políticos no salieron de esta ciudad. Tras el nombramiento de gobernador de Cartagena no tuvo más ascensos en el administración virreinal. En reiteradas ocasiones solicitó el cargo de virrey a Carlos IV, que lo desestimó siempre. Murió siendo gobernador de Cartagena de Indias.
Fuentes y bibl.: Archivo General de Simancas, Guerra Moderna, leg. 7308, exp. 63; leg. 7075, exp. 9; leg. 7085, exp. 11; leg. 7089, exp. 10; Archivo General de Indias (Sevilla), Santa Fe, leg. 938; Archivo Histórico Nacional, Ordenes Militares, Expedientillos, n.º 8477; Órdenes Militares, Santiago, 1849.
A. J. Kuethe, “Anastasio Zejudo en Nueva Granada”, en Boletín de Historia de Antigüedades, vol. LXIV, n.º 718 (julio-septiembre de 1977), págs. 454-475; N. del Castillo Mathieu, Los Gobernadores de Cartagena de Indias (1504-1810), Bogotá, Academia Colombiana de la Historia, 1998, págs. 120-122.
Susana María Ramírez Martín
