Camporredondo, Juan Félix de. Sobremazas (Cantabria), 1677 – Calahorra (La Rioja), 14.VI.1744 post. Arquitecto, retablista y escultor.
Hijo de Juan de Camporredondo y María de la Quintana, nació en Sobremazas (Cantabria) en 1677, si bien desde muy temprano aparece afincado en Calahorra, donde fallece en 1744.
De formación polifacética, compaginará su principal actividad como arquitecto y escultor con su vertiente de maestro de obras. Casado en 1702 con María de Alzu, ya en esas fechas constan sus relaciones con artistas muy diversos, entre ellos Sebastián de Portu. Prueba de su prestigio, a pesar de su juventud, es la tasación que, junto con los arquitectos José de Tobar, vecino de Autol, y Juan Bautista de Suso, vecino de Viana, lleva a cabo del colateral de San Juan Evangelista fabricado por el arquitecto tudelano José de San Juan y Martín para la iglesia de San Cosme y San Damián de Arnedo (1703). Es a partir de estos momentos cuando se multiplican sus encargos: imaginería del retablo mayor de Cornago siguiendo pautas de Mateo de Rubalcaba (1704), programa iconográfico para el retablo de Nuestra Señora del Pilar que para la catedral de Calahorra estaba haciendo José de San Juan y Martín (1706), crucifijo y diferentes informes periciales para Aldeanueva de Ebro (1706), aparte de actuar como avalista y fiador de otros colegas en diferentes empresas (José de Tobar). Pero es con motivo de la construcción del retablo para la capilla de Nuestra Señora del Pilar en la iglesia de Galilea (posiblemente con trazas aragonesas), junto con el arquitecto José Ramírez y por encargo expreso de su dueño, el arzobispo de Zaragoza Juan José de Tejada (1709), cuando se consolida e incrementa su prestigio: imágenes de Santiago y San Francisco Javier para la iglesia de El Villar de Arnedo (1712), un San Antón para Autol (1713), colaterales de Nuestra Señora del Rosario y de San Miguel para Aldeanueva de Ebro (1715), donde resuelve en un efectista óvalo la caja central del ático, al igual que ocurre en el retablo de la capilla de la Soledad de la iglesia de Cornago, contratado el 19 de mayo de 1717 juntamente con Juan Bautista Baquedano siguiendo sus propias trazas y condiciones de aquél, si bien ante las desavenencias surgidas entre ambos, en 1719 el arquitecto Francisco Martínez Villar, vecino de Soria, tiene que mediar en el conflicto y deslindar las actuaciones de cada uno.
Son momentos muy dulces en los que crece la operatividad de su taller con la incorporación de aprendices, varios de ellos de su tierra de origen, en la misma medida en que se suceden sus relaciones de trabajo (los pintores-doradores José de la Fuente y Santa María, y Sebastián del Ribero o el arquitecto Juan Gil de Sopeña): diversas imágenes para Ajamil (1721), contactos para su participación en la fábrica del retablo mayor de Ribafrecha con lo más granado del momento (1721), crucifijo articulado de un Descendimiento para Murillo de Río Leza (1722), retablos y otras piezas más para la ermita privada de los Dolores de Bergasa (1725) por encargo expreso de su patrón Juan José Iñiguez de Arnedo, arcediano de la catedral de Calahorra, y que mandó edificar su tío Juan, obispo de Pamplona, tres imágenes más para el retablo mayor de la iglesia de esa misma localidad (1727), Virgen y San Juan de Calvario para Aldeanueva de Ebro (1728), encajonado para sepulturas en la iglesia de Autol (1728), imagen titular de San Bartolomé, de alabastro, para el pórtico sur de la iglesia de Aldeanueva de Ebro (1729), reparación de la imagen titular en el retablo mayor de Alberite (1730) y colaterales de la iglesia de San Miguel de Munilla (1733).
Es por entonces cuando, inmerso en una profunda crisis, inicia un proceso de autodestrucción hasta tal punto que, en 1739, abandona el hogar y pleitea con sus hijos Diego, Pedro, Francisco y María, esposa del pintor zaragozano Domingo Plano, con todos los cuales se reconcilia poco antes de fallecer tras regresar de nuevo a Calahorra. Es algo que queda patente en el testamento que dicta en esa localidad con fecha 14 de junio de 1744, dejando a criterio de Diego la elección de su sepultura.
Obras de ~: imaginería del retablo mayor, Cornago (La Rioja), 1704; programa iconográfico para el retablo de Nuestra Señora del Pilar de la catedral, Calahorra (La Rioja), 1706; Crucifijo y diferentes informes periciales, Aldeanueva de Ebro (La Rioja), 1706; retablo para la capilla de Nuestra Señora del Pilar en la iglesia, Galilea (La Rioja), 1710; imágenes de Santiago y San Francisco Javier para la iglesia, El Villar de Arnedo (La Rioja), 1712; colaterales de Nuestra Señora del Rosario y de San Miguel, Aldeanueva de Ebro (La Rioja), 1715; diversas imágenes, Ajamil (La Rioja), 1721; Crucifijo articulado de un Descendimiento, Murillo de Río Leza (La Rioja), 1722; retablos y otras piezas para la ermita privada de los Dolores, Bergasa (La Rioja), 1725; tres imágenes para el retablo mayor de la iglesia, Bergasa (La Rioja), 1727; Virgen y San Juan de Calvario, Aldeanueva de Ebro (La Rioja), 1728; encajonado para sepulturas en la iglesia, Autol (La Rioja), 1728; imagen titular de San Bartolomé, de alabastro, para el pórtico sur de la iglesia de Aldeanueva de Ebro (La Rioja), 1729; colaterales para la iglesia de San Miguel, Munilla (La Rioja), 1733.
Bibl.: M.ª del C. González Echegaray et al., Artistas Cántabros de la Edad Moderna, Salamanca, Europa Artes Gráficas, 1991; J. M. Ramírez Martínez, Retablos Mayores de La Rioja, Agoncillo (La Rioja), Labelgrafic, 1993; El Obispo don Juan Iñiguez de Arnedo y su Huella en la Ermita de los Dolores de Bergasa. Parroquia de Bergasa, Logroño, 1994; J. A. Segura Jiménez, Diego Camporredondo y el Arte Barroco y Rococó en Calahorra y Comarca, Logroño, Instituto de Estudios Riojanos, 1994; J. M. Ramírez Martínez, “La Capilla de la Soledad en la Iglesia de Cornago”, en El Chapitel (Logroño, Tipografía Digital), 1 de noviembre de 1997, págs. 4-5; Edificios Religiosos de Calahorra, Logroño, Tipografía Digital, 2004.
José Manuel Ramírez Martínez
