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Simón de Haro

Biografía

Haro, Simón de. Becerril de Campos (Palencia), 1592 – México, 1655. Capitán de milicias y hombre de negocios.

Hijo de Pedro López de Haro y Bernardina de Lucerga.

Pasó a Indias con licencia para la Nueva España en 1612, junto a su madre. Se asentó en Ciudad de México, donde vivió hasta su muerte. Documentos del Provisorato del Archivo Capitular de Palencia acreditan que fue capitán de milicias. Se dedicó también al comercio y otras actividades lucrativas, ya que la carrera de armas no explica la buena situación económica que llegó a disfrutar. Haro fue acuñador mayor de la Nueva España, a la vez que estuvo implicado en el contrabando de la plata. Su patrimonio llegó a cifrarse en 500.000 pesos. Vinculado al Consulado de México –fue prior en 1640, 1643 y 1646, y cónsul entre 1638 y 1639- y a la Casa de la Moneda, Hoberman recoge el dato de que actuó como banquero o financiero profesional de los virreyes novohispanos, a quienes adelantó hasta un millón de pesos para cubrir las necesidades derivadas del tráfico con las Filipinas a través del Galeón de Manila. A su muerte, la Real Hacienda confiscó sus bienes por las deudas contraídas en el ejercicio como prior. No obstante, la cobertura de las operaciones financieras que él realizó en solitario solo pudo ser suplida por una sociedad, la de José de Retes Largacha, apartador general de metales en 1655, y José de Quesada Cabreros, teniente del tesorero de la Casa de la Moneda durante muchos años.

Simón de Haro se casó con Isabel Ontiveros y Barrera. Como miembro de la oligarquía urbana de México hizo donaciones a conventos, dotó obras pías, y se involucró en el mundo de las cofradías. Cuando su pariente Andrés Arias Tenorio renunció al Patronato del Convento mexicano de Santa Clara, se aplicó la cláusula testamentaria de Haro –fallecido en 1655- que había dejado en manda 50.000 pesos para acabar la iglesia de las religiosas.

En su mecenazgo, no olvidó su tierra natal, como se comprueba por las donaciones que hizo a la iglesia de Santa Eugenia de Becerril, especialmente una arqueta-custodia de plata dorada y estilo mexicano que envió a Castilla en 1632. Siguiendo sus devociones particulares y las costumbres de la sociedad en que vivió dejó una dotación para doncellas huérfanas y otra para el culto eucarístico. Tenía sobrinos en Becerril de Campos y uno —Andrés de Autillo— que se instaló con él en México. En 1634 sólo le quedaba una hermana llamada María.

 

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Adelaida Sagarra Gamazo