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Joris Hoefnagel

Biografía

Hoefnagel, Joris. Amberes (Bélgica), 1542 – Viena (Austria), c. 1600. Pintor flamenco de paisajes urbanos y miniaturista.

Viajero infatigable, hijo de un rico comerciante de diamantes, que desarrolló aptitudes tempranas para las vistas panorámicas y la pintura costumbrista, practicadas como aficionado en una primera etapa y, posteriormente, de forma profesional. Entre 1561 y 1569 ejercitó su arte en constantes viajes a través de Francia, España, Alemania e Inglaterra. Sus movimientos pueden constatarse a través de sus diseños, publicados en los sucesivos volúmenes de la trascendental obra Civitates Orbis Terrrarum, de la cual fue su principal colaborador mediante la aportación de sesenta y tres vistas, junto con enriquecedores relatos de sus propias experiencias. En la confección de las láminas consideró la belleza iconográfica como instrumento básico, tanto para la comprensión de la verdad como para la transmisión de mensajes y descripción de aspectos humanos. El trabajo de Hoefnagel respondía a un modelo previo, trazado por Braun y Hogenberg, editores del atlas de ciudades, que consistía en introducir, preferentemente en primer plano de las perspectivas, representaciones sociales, culturales y laborales. Por otra parte, su concepción pictórica, eminentemente escenográfica, tiende a sobredimensionar los entornos naturales, buscando incrementar el efecto espectacular de los paisajes urbanos, en abierto contraste con la precisión topográfica de otros artistas. Las técnicas del huecograbado, aplicadas a la imprenta por medio de planchas cinceladas expertamente para reproducir dibujos, facilitaron la difusión rápida y masiva de estampas, haciéndolas accesibles a las clases populares. Pronto fueron utilizadas principalmente para resaltar la imagen del poder político, convirtiéndose en un instrumento propagandístico eficaz.

La estancia en España de este reportero gráfico, coincidiendo con la etapa de su plena producción artística, fue, sin duda, la más larga, pues duró desde 1563 hasta 1567. En los volúmenes de las Civitates se representan cuarenta y cuatro poblaciones españolas, seguramente su mejor trabajo, que evoca en ocasiones la visión y fuerza dramática de los maestros del panorama manierista; tal es el caso de su perspectiva de Toledo, que rememora la de El Greco. El pintor flamenco residió en Andalucía durante la mayor parte de su estancia en la Península, dejándose seducir por el embrujo de esta tierra, donde la huella musulmana era más patente, adelantándose con ello a los fervores románticos de siglos posteriores. Semejante predilección fue reflejada abrumadoramente a través de treinta y cuatro grabados, mientras que todas las demás regiones españolas juntas sólo suman diez. Tales vistas son composiciones concebidas a partir de croquis trazados in situ, combinando el criterio topográfico con las reproducciones pictóricas de diferentes e interesantísimas facetas de la vida cotidiana de indudable valor antropológico, así como el diseño del paisaje urbano, sin olvidar referencias monumentales tan señeras como la Alhambra y la Giralda. En el caso de Granada, la comprobación de la incompatibilidad cultural entre cristianos viejos y nuevos, en vísperas de la sublevación de las Alpujarras, dio pie a sus antológicas representaciones de figuras moriscas. Las creaciones visuales de Hoefnagel, a través de múltiples ediciones e incontables ilustraciones en textos históricos, han transmitido particularmente la imagen de Andalucía percibida por él, en su condición de auténtico fedatario gráfico de ciudades y pueblos, así como de escenas pintorescas, observadas atentamente para su difusión posterior, que con el tiempo se convertirían en estereotipos.

Desde España, Hoefnagel regresó a su país de origen, donde recibió lecciones del paisajista Jan Bol. En 1568 viajó a Londres y, un año más tarde, dedicó un libro de emblemas a Jan Raedemaeker titulado Patientia, en el que refleja su particular modo de enfrentarse a la adversidad. Contrajo matrimonio en 1571, fijando su residencia en la capital antuerpiense como integrante del negocio familiar. La nueva experiencia comercial tuvo un brusco final en noviembre de 1576, cuando su padre se arruinó a causa del saqueo de Amberes. El verano siguiente, en compañía de Ortelius, Hoefnagel se dirigió a Italia y en 1578 se trasladó a Múnich. Allí, entró al servicio del príncipe elector de Baviera, hasta que finalmente pasó a depender del emperador Rodolfo II desde 1590, viviendo primero en Praga y más tarde en Viena, hasta su muerte ocurrida en torno a 1600. Durante este último tiempo, el pintor mostró sus cualidades de gran miniaturista para la historia natural y la decoración de manuscritos, pero su interés por los dibujos topográficos continuó sin disminuir.

 

Obras de ~: Patientia. Ne Svtor Vltra Crepidam. 1569. Traité de la Patience, Par Emblêmes Inventées et dessinées par George Hoefnaghel à Londres, l’an 1569, ms., Bibliothèque Municipale, col. Leber, Rouen (ed. facs. por R. Roosbroeck, Patientia, 24 politieke emblemata door Joris Hoefnagel. 1569. In fac simile voor het eerst uitgegeven met een historische inleiding, door dr. ~, voor de Seven Sinjoren, uitgegeven door “de sikkel”, Amberes, 1935).

 

Bibl.: G. Braun y F. Hogenberg, Civitates Orbis Terrarum, Colonia, 1572-1617, 6 vols.; E. Fetis, “Les artistes belges à l’etranger: Georges Hoefnagel”, en Bulletin de l’Académie Royale des Sciencies, des Lettres et des Beaux-Arts de Belgique, 21 (1854), págs. 978-1012; A. E. Popham, “George Hoefnagel and the Civitates Orbis Terrarum”, en Maso Finiguerra, 1 (1936), págs. 183-201; A. Farinelli, Viajes por España y Portugal desde la Edad Media hasta el siglo xx. Nuevas y antiguas divagaciones, t. I, Roma, Reale Academia d’Italia, 1942, págs. 268-281; J. Keuning, “The ‘Civitates’ of Braun and Hogenberg”, en Imago Mundi, 17 (1963), págs. 41-44; R. A. Skelton, “Introduction”, en G. Braun y F. Hogenberg, Civitates Orbis Terrarum, t. I, Amsterdam, Theatrum Orbis Terrarum Ltd., 1965, págs. VII-XXI (ed. facs.); C. Hendrix, “Elementa depicta. Joris Hoefnagel’s The Four Elements & Rudolf II”, en Franco Maria Ricci, 9 (1985), págs. 78-92; R. L. Kagan (ed.), Las ciudades del Siglo de Oro. Las Vistas Españolas de Anton Van den Wyngaerde, Madrid, Ediciones El Viso, 1986; L. Nuti, “The mapped views by Georg Hoefnagel: the merchant’s eye, the humanist eye”, en Word and Image, t. IV, n.º 2, London, Taylor & Francis, 1988, págs. 545-570; J. Goss, Ciudades de Europa y España. Mapas antiguos del siglo xvi de Braun & Hogenberg, Madrid, Libsa, 1992; J. Gil Sanjuán y M.ª I. Pérez de Colosía, “El Barroco malagueño. Del esplendor a la decadencia”, en Historia Diario Sur, Málaga, 1993, págs. 385-396; VV. AA., Atlas histórico de ciudades europeas. Península Ibérica, Barcelona, Salvat, 1994; F. Bouza, “Joris Hoefnagel”, en De Mercator a Blaeu. España y la edad de oro de la cartografía en las diecisiete provincias de los Países Bajos, Madrid, Fundación Carlos de Amberes, 1995, págs. 141-143; J. Gil Sanjuán y J. A. Sánchez López, “Hoefnagel y Van den Wyngaerde: Urbis Anticariensis conspectus”, en Revista de Estudios Antequeranos (REA), 1 (1995), págs. 109-127; “Iconografía de la ciudad de Antequera y su entorno paisajístico en el siglo xvi. Vistas panorámicas de dos pintores flamencos”, en REA, 2 (1995), págs. 367-398; “Iconografía y visión histórico-literaria de Granada a mediados del Quinientos”, en Chronica Nova, 23 (1996), págs. 73-133; E. Santiago Páez, “Una visión de España y Portugal en el siglo xvi”, en Teatro de las más ilustres ciudades de España y Portugal, Barcelona, Ebrisa, 1996, págs. 9-21 (ed. facs.); J. Gil Sanjuán y M.ª I. Pérez de Colosía, Imágenes del poder. Mapas y paisajes urbanos del Reino de Granada en el Trinity College de Dublín, Málaga, Universidad, 1997; A. García Maldonado, Las vistas panorámicas de Alhama de Hoefnagel y van den Wyngaerde, Málaga, Ayuntamiento de Alhama de Granada, 1999; J. Gil Sanjuán y J. A. Sánchez López, “El flamenco Joris Hoefnagel pintor de las capitales andaluzas del Quinientos”, en M. B. Villar y P. Pezzi (eds.), Los extranjeros en la España Moderna, Actas del I Coloquio Internacional celebrado en Málaga del 28 al 30 de noviembre de 2002, t. II, Málaga, Universidad, 2003, págs. 341-358.

 

Joaquín Gil Sanjuán

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