Onís y González, Joaquín Eugenio de. Salamanca, 13.XI.1769 – Montauban (Francia), 17.I.1848. Oficial de la Secretaría del Despacho de Estado y diplomático.
Nació en el seno de una familia con ascendientes nobles, dedicados a la Administración y a la diplomacia. Su padre, Joaquín de Onís y López, natural de Cantalapiedra, en Salamanca (1 de julio de 1730), había sido alcalde de esa localidad por los nobles en 1785, 1790 y 1791, y estuvo exento de servicio real por noble en 1783 y 1790. Su madre, Narcisa González Bara, nacida en Rasueros (Ávila) el 30 de abril de 1735, obtuvo allí testimonio, el 16 de mayo de 1792, de estar exentos de pechos y repartimientos por nobles sus ascendientes por ambas ramas. Su tío, José de Onís, y su hermano Luis, también fueron diplomáticos.
Comenzó su carrera como secretario particular de su tío José de Onís, ministro de España en San Petersburgo. El 31 de octubre de 1793 fue promovido a la plaza de “joven de lenguas” agregado a ese ministerio y, el 25 de junio de 1796, ascendió al puesto de secretario de dicha legación, en sustitución de Felipe Amat. Al año siguiente quedó encargado de los negocios desde la salida de José de Onís hasta su expulsión (27 de octubre de 1797-1 de abril de 1799), que tuvo lugar como consecuencia de la tensión hispanorusa que precedió a la declaración de guerra entre ambas potencias (17 de julio de 1797). Replegado a Dresde, el 19 de mayo de 1800 obtuvo un permiso para viajar por Alemania y, restablecida la paz, volvió a ocupar dicha secretaría (31 de mayo de 1802). El 6 de noviembre de 1803 fue nombrado oficial noveno y último de la Secretaría del Despacho de Estado. Ascendió a oficial octavo (13 de diciembre de 1805), séptimo (9 de mayo de 1806) y sexto (9 de abril de 1808). Tras los acontecimientos de 1808 se adhirió al gobierno de José I, por lo que fue confirmado en su cargo (diciembre de 1808). Al año siguiente ascendió a oficial primero (6 de septiembre de 1809). Finalizada la guerra, tuvo que pasar a Francia sin consideración ni sueldo alguno, estableciéndose en Montauban. Desde allí, el 24 de noviembre de 1824 solicitó su rehabilitación para volver a la carrera diplomática, como se había concedido a Antonio Domingo Porlier. Cinco años más tarde Fernando VII, por Real Orden del 7 de diciembre de 1829, le reintegró en la clase y honores que tenía el 4 de diciembre de 1808, concediéndole el sueldo que por jubilación le correspondía según la clasificación de sus años de servicio. Pese a todo no regresó a España, sino que alegando los muchos achaques que padecía, así como su avanzada edad, pidió permiso para permanecer en Montauban, donde falleció el 17 de enero de 1848.
El 17 de agosto de 1825 se había casado en Montauban con Enriqueta Drouet y Lamy (15 de julio de 1803), hija de José María Drouet, comerciante nacido en Sées (Francia), y de Juana Claudina Serafina Lamy. Tuvo dos hijos, uno natural con Antonia de Schlusselberger; y otro legítimo, Luis, nacido en 1826.
Bibl.: F. de Antón del Olmet, marqués de Dosfuentes, El cuerpo diplomático español en la Guerra de la Independencia, t. II, Madrid, Imprenta Artística Española, 1911; J. Mercader Riba, José Bonaparte rey de España, 1808-1813. Estructura del Estado español bonapartista, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1983; V. Cadenas y Vicent, Extracto de los expedientes de la Orden de Carlos 3.º. 1771-1847, t. IX, Madrid, Hidalguía, 1986; J. Pradells Nadal, Diplomacia y comercio. La expansión consular española en el siglo xviii, Alicante, Universidad, 1992; D. Ozanam, Les diplomates espagnols du xviii siècle, Madrid-Bordeaux, Casa de Velázquez-Maison des Pays Ibèriques, 1998; B. Badorrey, Los orígenes del Ministerio de Asuntos Exteriores (1714-1808), Madrid, Ministerio de Asuntos Exteriores, 1999.
Beatriz Badorrey Martín
