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Pere Batlle i Huguet

Biografía

Batlle i Huguet, Pere. Reus (Tarragona), 15.I.1907 – Tarragona, 14.VII.1990. Arqueólogo, historiador del arte y eclesiástico.

En 1918 inició sus estudios eclesiásticos en la Universidad Pontificia de Tarragona y fue ordenado sacerdote el 22 de junio de 1930. En otoño de 1930 se trasladó a Roma para estudiar en el Pontificio Istituto di Archeologia Christiana; obtuvo la licenciatura en 1932 y el doctorado en junio de 1933, con una tesis sobre las inscripciones de la Necrópolis Paleocristiana de Tarragona, en cuyas excavaciones había colaborado bajo la dirección de Joan Serra i Vilaró. Becado por la Junta Superior de Ampliación de Estudios, realizó un curso de paleografía y diplomática en la escuela vaticana de esa especialidad (1933-1934). En 1933 fue nombrado director del Museo Diocesano de Tarragona y profesor de arqueología e historia del arte del seminario de la ciudad. Entre 1933 y 1936 publicó varios artículos sobre arqueología, epigrafía y arte antiguo y medieval en el diario católico local La Cruz, en la revista eclesiástica Analecta Sacra Tarraconensia y en el Anuari del Institut d’Estudis Catalans.

En 1936, su trabajo sobre la nueva instalación de la colección de pinturas góticas del Museo Diocesano fue premiado en el XII Concurs de Museus convocado por el Institut d’Estudis Catalans.

El 26 de julio de 1936, varios milicianos le detuvieron en su domicilio y se lo llevaron en un camión con otros presos. Una oportuna intervención del cenetista Josep Maria Alomà, que le conocía y apreciaba, le salvó de una muerte probable. Alomà le propuso colaborar con el Comité Antifascista de Tarragona, aunque —para evitar males mayores— Batlle ingresó en la cárcel de Pilatos, donde permaneció varias se manas, mientras en la calle se desataba la revolución provocada por la rebelión militar. Fue liberado a mediados de septiembre y pasó a trabajar como asesor técnico de la concejalía de Cultura —que presidía Alomà— del nuevo ayuntamiento de la ciudad. De manera inmediata, Batlle entró en contacto con los responsables en Tarragona de la Comisión del Patrimonio Artístico de la Generalitat, el pintor Ignasi Mallol y el escultor Joan Rebull, que le invitaron a participar de manera activa y eficaz en las tareas de salvamento, protección e inventario de los bienes culturales afectados por la guerra y la revolución. Como era lógico, Batlle se encargó básicamente de los bienes eclesiásticos, que se fueron añadiendo a la colección del Museo Diocesano y que pudo catalogar y distribuir por las diversas capillas de la catedral, convertida de facto en un Museo de Arte Medieval. En agosto de 1937, esta insólita exposición de objetos religiosos fue visitada y elogiada por los museólogos británicos Frederick Kenyon y James G. Mann; el mismo presidente Azaña, en sus Memorias, hace referencia a la visita de “los dos ingleses” a la catedral de Tarragona, “donde un cura, director del museo provincial, les enseñó el tesoro, intacto”. A raíz de una propuesta de Mallol y Rebull, Batlle fue nombrado por la Generalitat republicana conservador del Museo Arqueológico de Tarragona (agosto de 1937) y oficial primero de la Sección de Excavaciones y Arqueología del Servicio del Patrimonio Histórico-Artístico y Científico (marzo de 1938). De manera subsidiaria, también se hizo cargo del Museo y la Necrópolis Paleocristianos.

Entre 1937 y 1938, fue redactor del Diario de Tarragona, incautado por la CNT-FAI. Como otros sacerdotes, fue finalmente movilizado e incorporado al cuerpo de Sanidad Militar; se le destinó a los “hospitales de sangre” de Tarragona y Valls.

En enero de 1939, Batlle se entregó a las tropas franquistas que ocuparon Mataró, y pasó a colaborar en la delegación tarraconense del Servicio de Recuperación del Patrimonio Artístico Nacional. Una vez reasumida la dirección del Museo Diocesano de Tarragona, editó una memoria —que coordinó y que redactó en gran parte— sobre los monumentos y bienes culturales destruidos o maltrechos durante la guerra civil. Siguiendo las consignas del momento, Batlle presenta en esta memoria —publicada en 1942— una versión muy sesgada de los trabajos de salvaguarda patrimonial realizados por los servicios republicanos a lo largo del conflicto y, por razones obvias, diluye su propia y destacada participación en ellos. En 1945 fue elegido correspondiente en Tarragona de la Real Academia de la Historia, un nombramiento que comportaba su adscripción a la Comisión provincial de Monumentos, de la cual fue presidente (desde 1961). Fue también correspondiente del Instituto Arqueológico Alemán (1945), de la Reial Acadèmia Catalana de Belles Arts de Sant Jordi (1967) y de la Sociedad de Estudios Portugueses; socio (1940), socio de mérito (1944), presidente (1944-1960) y presidente honorario (desde 1960) de la Real Sociedad Arqueológica Tarraconense, además de director del Boletín Arqueológico de la misma entidad (1943- 1978); comisario de Excavaciones en la ciudad de Tarragona (1947-1965) y comisario de Exploraciones Submarinas (1955); consejero (desde 1951) y vicepresidente- director (1970-1979) del Instituto de Estudios Tarraconenses “Ramón Berenguer IV”, de la Diputación de Tarragona; canónigo, por oposición (1947), y chantre (1981) del Capítulo de la catedral de Tarragona (1947); vocal de la Junta Administrativa del Hospital de Sant Pau i Santa Tecla de Tarragona (1950); capellán-administrador de la capilla de Sant Magí del Portal del Carro, Tarragona (1948- 1987); prefecto de la Reial i Venerable Congregació de la Puríssima Sang, de Tarragona (1953-1986), y profesor de religión y director de la Escuela Normal de Magisterio de Tarragona (1951-1968). Colaboró en la serie Ars Hispaniae, además de publicar un buen número de artículos de carácter arqueológico, histórico, artístico, eclesiástico, bibliográfico o necrológico en el periódico local Diario Español, en los ya citados Boletín Arqueológico y Analecta Sacra Tarraconensis, en la revista Ampurias (Barcelona), en el boletín Santes Creus, en la revista Serra d’Or (Montserrat) y en diversas misceláneas. En marzo de 1989, el gobierno de la Generalitat le concedió la Creu de Sant Jordi, “por su importante tarea dedicada a la arqueología, centrada principalmente en las riquezas históricas y monumentales de Tarragona” y “también por su eficaz gestión al frente de los museos tarraconenses y por su colaboración con las instituciones y entidades de aquella ciudad”. Su documentación personal se conserva en el Archivo Histórico Archidiocesano de Tarragona.

 

Obras de ~: “Les inscripcions paganes de la necròpolis romano-cristiana de Tarragona”, en Anuari. Institut d’Estudis Catalans, vol. VIII (1927-1931) [1934], págs. 342-372; “Ramon de Mur, pintor de Tarragona, mestre de Sant Jordi”, en Analecta Sacra Tarraconensia, XII (1936), págs. 113-147; Los monumentos arqueológicos y tesoro artístico de Tarragona y su provincia durante los años 1936-1939, Poblet, Real Sociedad Arqueológica Tarraconense, 1942; “Inscripciones romanas inéditas de Tarragona”, en Ampurias, V (1943), págs. 79-93; “Museo Diocesano de Tarragona. La colección de pinturas góticas”, en Memorias de los Museos Arqueológicos Provinciales, V (1944), págs. 210-215; Los tapices de la Catedral Primada de Tarragona, Tarragona, Publicaciones del Sindicato de Iniciativa de Tarragona, 1946; “Arte paleocristiano”, en Ars Hipaniae, vol. II, Madrid, Editorial Plus-Ultra, 1947, págs. 181- 223; “Las pinturas murales de Peralta (prov. de Tarragona)”, en Boletín Arqueológico (Tarragona), año XLIX (1949), págs. 177-183; “Notes sobre la construcció de l’església de Vinaixa”, en Miscel·lània Josep Puig i Cadafalch, vol. I, Barcelona, Societat Catalana d’Estudis Històrics, 1951, págs. 71- 84; Santos Fructuoso, obispo de Tarragona, y Augurio y Eulogio, diáconos. Las actas de su martirio, Tarragona, Comisión Diocesana del xvi centenario del Martirio de los Santos Fructuoso, Augurio y Eulogio, 1959; El retablo mayor de la Catedral de Tarragona, Tarragona, Suc. de R. Gabriel Gibert, 1961; La Catedral de Tarragona, León, Editorial Everest, 1979.

 

 

Bibl.: A. J. Soberanas i Lleó, Index tarraconensis (Materials bibliogràfics d’investigació), Tarragona, Excma. Diputació Provincial de Tarragona, 1984, págs. 102-105; F. X. Ricomà Vendrell, “[Molt Il·ltre. Dr. Pere Batlle i Huguet.] Necrològica”, en Butlletí Arqueològic (Tarragona), ép. V, n.º 12 (1990), págs. 316-324; J. Adserà Martorell, El Doctor Pere Batlle i Huguet. Degà de la Junta de l’Hospital (1955-1990), Tarragona, Associació d’Amics de l’Hospital de Sant Pau i Santa Tecla, 1992; J. Massó Carballido, Patrimoni en perill. Notes sobre la salvaguarda dels béns culturals durant la guerra civil i la posguerra (1936-1948), Reus (Tarragona), Edicions del Centre de Lectura de Reus, 2004, págs. 259-264 y ss.

 

Jaume Massó Carballido