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Rodrigo Gibaja

Biografía

Gibaja, Rodrigo de. Gibaja (Cantabria), c. 1504 – ¿Galera (Granada)?, c. 1578. Arquitecto del Renacimiento español.

Rodrigo de Gibaja se llamaba en realidad Rodrigo Amador Navarro, sustituyendo los dos apellidos por el nombre del lugar de origen. Nació en Gibaja, anejo del hoy municipio de Ramales (Cantabria). Se casa con Francisca Martínez y aparece en el reino de Granada en 1534 al hacerse cargo de la capilla mayor de la iglesia mayor de Baza, permaneciendo en tierras granadinas ya hasta su muerte, acaecida hacia 1578.

En este período de tiempo va a residir en Baza, Huéscar y Galera.

La historia de Gibaja es semejante a la de muchos canteros del norte de España que emigran al sur en busca del trabajo que se les ofrecía en las construcciones renacentistas que ahora se levantaban en la zona meridional.

Este arquitecto lleva a cabo su labor en tierras dependientes de dos poderes eclesiásticos, el obispado de Guadix y la archidiócesis de Toledo (los encargos de este último le harán moverse por el vecino reino de Jaén, en concreto por el Adelantamiento de Cazorla, señorío civil y religioso de la Mitra Primada), haciendo asimismo alguna incursión en las tierras murcianas del antiguo obispado de Cartagena. Se convierte en el más importante artífice de las construcciones renacentistas de la diócesis accitana y de los enclaves granadinos y giennenses del arzobispado toledano.

Gibaja se configura al frente de un importante grupo de canteros de origen norteño como el forjador de la línea constructiva de esta zona, ya sea ejecutando los diseños dados por los grandes maestros granadinos, toledanos y giennenses, o trazando sus propias obras.

La iglesia mayor de Baza fue seriamente dañada en el terremoto de 1531, por lo que se trajo en 1533 a Alonso de Covarrubias para trazar de nuevo la capilla mayor (casi totalmente destruida) y hacer el diseño de la continuación del templo. La ejecución de las obras la llevará a cabo Rodrigo de Gibaja desde 1534 con la supervisión anual de Diego de Siloé. Su colaboración con Siloé se hará aún más estrecha en 1536 cuando termina la capilla del Sagrario de la misma iglesia bastetana que había ideado el burgalés.

En 1537 dirige la reparación de una parte de la muralla de Baza, en 1538 trabaja en las iglesias de Santa María de Quesada y en la de La Iruela, en el vecino reino de Jaén, pero pertenecientes al “toledano” Adelantamiento de Cazorla.

El 29 de abril de 1538 da las trazas de la capilla mayor y sacristía de la iglesia parroquial de Puebla de don Fadrique, al norte del reino granadino y eclesiásticamente dependiente también de la archidiócesis toledana. Por estos años se produce su traslado a Huéscar, donde aparece residiendo desde 1545 según los documentos encontrados y donde se convierte en maestro de su iglesia mayor que ahora se construye también con fusión de elementos arquitectónicos de Covarrubias, Siloé y Vandelvira. De esta manera, se le llama maestro de la iglesia de Huéscar cuando acude a la murciana localidad de Cehegin en 1548 a dar trazas para la iglesia de la Magdalena.

No obstante, no deja su vinculación con Baza y en 1546 otorga las trazas de la capilla del convento de la Merced, recomponiendo una anterior de 1534. En 1548, el ayuntamiento bastetano decide la construcción de las Carnicerías, para las que Gibaja da las trazas, no terminándose su edificación hasta 1568.

En Guadix también está datado su trabajo en 1546 donde hace la tasación de la obra de la iglesia de Santiago, levantando asimismo, según Asenjo Sedano, su portada sobre trazas de Diego de Siloé. Igualmente se documenta en las labores de cantería de la catedral en 1557 siguiendo los planes del burgalés.

En 1555 concluye la iglesia parroquial de Galera que será posteriormente incendiada en la rebelión de los moriscos, quedando hoy de la primitiva construcción de Gibaja, la capilla bautismal, cuya bóveda es muy semejante a la de Puebla de don Fadrique y a algunas de Baza trazadas por él, y la parte inferior de la torre.

En 1557 realiza el destruido puente de Zújar sobre el río Barbata que suplantaría a otro también de cantería realizado entre 1517 y 1518, y que era un lugar de tránsito importante por donde pasaban las carretas cargadas de madera y lana de Huéscar hacia Guadix y Granada y las que provenientes de las canteras de Bácor suministraban piedra a las obras bastetanas y accitanas.

En 1559 aparece como vecino de Galera, por lo que por tercera vez cambia su residencia en esta comarca, desde Baza, donde reside hasta 1544, y Huéscar, donde habita desde 1545.

En 1578 contrata la construcción de la sacristía del convento bastetano de San Jerónimo, pero a los dos días cederá parte de la obra, no edificándose entonces este espacio. Ésta es la última noticia datada que tenemos de Rodrigo de Gibaja, por lo que no es muy descabellado pensar en su desaparición (en este momento tendría unos setenta y cuatro años).

Si éstas son las obras en las que la participación de Gibaja está documentada, es muy fácil atribuirle la intervención en las naves clasicistas de la iglesia mayor de Huéscar, de clara impronta siloesca, así como en las del templo de Puebla de don Fadrique, de carácter más covarrubiano por su mayor similitud con la iglesia de Baza.

Con respecto a las portadas, está también clara su implicación en las dos puertas de la colegiata bastetana, donde se mezclan hábilmente referencias toledanas y granadinas, mientras que en las dos portadas de la parroquial de Puebla de don Fadrique queda clara su participación, aun cuando el planeamiento de Alonso de Covarrubias es indudable.

También son dignos de destacarse algunos rasgos de la personalidad del montañés que en su momento le provocaron problemas con algunas instituciones eclesiásticas, sobre todo por su carácter impulsivo. De esta manera, siendo vecino de Baza en 1544 y ante la negativa del convento de San Jerónimo de no dejar pasar por sus tierras las carretas cargadas de piedra que se traían para la construcción de la iglesia mayor, irá Gibaja con otras personas a derribar los baluartes que habían puesto los frailes para impedir el tránsito.

Por lo que estos frailes lo consideran “enemigo capital del dicho monasterio y frayles de él... y por ello está acusado criminalmente por el dicho monasterio”.

Incluso en 1568, siendo ya vecino de Galera, será excomulgado al no entregar las cuentas de la mayordomía que ostentaba al provisor del obispado de Guadix, aunque pronto fue absuelto de dicha excomunión.

Rodrigo de Gibaja se nos revela como un personaje importante en la configuración de una valiosa zona arquitectónica del Renacimiento español, se erige en muestra indudable de la categoría que ofrecen muchos maestros canteros tradicionalmente olvidados y que tras su estudio documental y artístico se nos presentan como figuras de primer orden.

 

Obras de ~: Iglesia mayor de Baza (Granada), con trazas de Alonso de Covarrubias, 1534; Capilla del Sagrario de la iglesia mayor de Baza, con trazas de Diego de Siloé, 1536; Reparación de la muralla de Baza, Baza, 1537; Iglesia de Santa María de Quesada (Jaén), 1538; Iglesia parroquial de La Iruela (Jaén), 1538; Capilla mayor de la iglesia parroquial de Puebla de don Fadrique (Granada), 1538; Iglesia mayor de Huéscar (Granada), 1545; Capilla del convento de La Merced de Baza, 1546; Iglesia de Santiago de Guadix (Granada), 1546; Iglesia de la Magdalena de Cehegin (Murcia), 1548; Edificio de las Carnicerías de Baza, 1548-1568; Iglesia parroquial de Puebla de don Fadrique, c. 1550; Iglesia parroquial de Galera (Granada), 1555; Catedral de Guadix con trazas de Diego de Siloé, 1557; Puente de Zújar (Granada), 1557; Sacristía del convento de san Jerónimo de Baza, 1578.

 

Bibl.: L. Magaña Visbal, “Alonso de Covarrubias y la iglesia mayor de Baza”, en Archivo Español de Arte, XXVII (1954), págs. 35-45; C. Asenjo Sedano, La catedral de Guadix, Granada, Caja de Ahorros, 1973; V. González Barberán, Memoria histórico-técnica para la declaración de monumento nacional de Santa María de Huéscar, Huéscar, 1973; L. Magaña Visbal, Baza histórica, Baza, Asociación Cultural de Baza y su Comarca, 1978; C. Gutiérrez-Cortines Corral, Renacimiento y arquitectura religiosa en la antigua diócesis de Cartagena, Murcia, Colegio de Aparejadores y Arquitectos Técnicos, 1987; J. Rubio Lapaz, “Análisis de la obra de Rodrigo de Gibaja, arquitecto del siglo xvi”, en Cuadernos de Arte de la Universidad de Granada, XXI (1990), págs. 135-161; Arte e historia en Puebla de don Fadrique. La iglesia parroquial de Santa María, Granada, Diputación Provincial, 1993.

 

Jesús Rubio Lapaz

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