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Martín Arias

Biografía

Arias, Martín. Martinus Zamorensis. ?, s. m. s. xii – ¿Zamora?, c. 1218. Obispo de Zamora. No se conocen la fecha ni el lugar de su nacimiento.

Era oriundo de Galicia y fue patrocinado por el arzobispo de Santiago. Rompe la inercia de obispos franceses y familiares iniciada por el obispo restaurador de la sede, Bernardo de Perigord, al que sucedieron Esteban y Guillermo. En octubre de 1193 ya había tomado posesión de la sede, y en diciembre de 1219 se encuentra actuando a su sucesor, Martinum Secundum, aunque en la cancillería regia se encuentra entre las listas de confirmantes hasta el año 1223.

El 23 de junio de 1217 Honorio III ordena al obispo Martín I ceder voluntariamente su cargo pastoral en manos del obispo Pedro de Astorga. En la narratio del documento se argumenta que la diócesis estaba colapsada temporal y espiritualmente, y el pontífice señala al Cabildo como informante de la situación.

El profesor padre Linehan califica su episcopado como desgobierno. El historiador Fletcher en cambio lo presenta como buen administrador, constructor y juez delegado pontificio.

¿Martín Arias es el Martinus Zamorensis, el canonista glosador del Decreto de Graciano? El profesor Richard Fletcher y el canonista A. Martín y Martín se inclinan por su sucesor, Martín Rodríguez o Martín II, promocionado a la sede leonesa (1238- 1247); en cambio, Marciano Sánchez lo identifica con Martín Arias argumentando el conocimiento del Derecho Canónico demostrado en los acuerdos alcanzados con monasterios y Órdenes Militares al exigirles el acatamiento de los iura episcopi. El problema posiblemente no está cerrado.

Antes de que fuese invitado por Roma a marcharse de la sede zamorana, Martín fue un juez delegado útil para Inocencio III. Este Pontífice apoyó a la sede en las disputas sobre la adscripción metropolitana y absolvió al obispo de las sentencias de excomunión y entredicho presentadas por el legado en España, Gregorio.

El prelado intervino como juez en pleitos protagonizados por sedes episcopales, cabildos catedrales —León, Astorga, Palencia Burgos, etc.— y monasterios —Sahagún, Oña, San Juan Ortega—, así como problemas de política nacional como la separación matrimonial de Alfonso IX (1204) comisionándole junto con el arzobispo de Santiago para levantar el entredicho sobre el reino y absolver al Monarca, y también internacional como problemas de la Iglesia portuguesa sufridos con su monarca Sancho I. Las relaciones de este obispo con Roma evidencian una integración de una “iglesia de frontera” en la órbita del pontificado en momentos cercanos al IV Concilio de Letrán.

Su episcopado fue contemporáneo a Alfonso IX.

Martín apoyó la política de su soberano junto con los obispos de Salamanca y Coria confirmando el tratado de paz firmado con Alfonso VIII de Castilla (1206) para solucionar las diferencias tras la separación de doña Berenguela. Anteriormente el Monarca ya había dado pruebas de generosidad y apoyo al titular de la sede donándole todos los diezmos de sus cilleros de los términos de Zamora y Toro (1195), confirmando los derechos y propiedades fundacionales otorgadas por Alfonso VII (1197) o la donación del diezmo del portazgo de Castrotorafe (1202). Este Monarca terminará la formativa del señorío donándole el realengo de San Martín de Bamba (1198), y con el objeto de fortificar la parte sur occidental de la diócesis, frontera con Portugal, le dona la villa de Fermoselle, término de la ciudad de Zamora, con su castillo, en 1205 y le otorga todos los derechos eminentes quantum ad regiam pertinet, y confirmando la donación de la villa de Gema otorgada por particulares (1204). El obispo también utiliza otro modelo alternativo de formación de señorío como la permuta con el Cabildo y obispo de la villa de Villalcampo por el castillo de Belver de los Montes (1213), y le dona iglesias como la de Santa María en Belver de los Montes (1210).

No se debe terminar este apartado sobre la relación con su Rey sin reflexionar cómo su formación jurídica y su proyecto de salvaguardar los intereses de la sede se hacen patentes en la defensa de las cesiones de bienes fundiarios. En junio de 1203 Alfonso IX notifica al obispo, concejo y jueces de Zamora, así como a los caballeros de la ciudad la prohibición de acoger a hombres dependientes de otros señores, y quince años más tarde dirige otra a los concejos de Zamora, Toro y Ledesma notificando la prohibición a los que estuvieran asentados en tierras de la sede de hacerse vasallos de otro señor a menos que abandonase la explotación de sus bienes. Evidencia la protección del abadengo frente a los territorios concejiles asentados en la diócesis.

Martín Arias no sólo fue un activo colaborador de sus superiores espirituales y temporales, sino que también demostró ser un prelado dinámico en su diócesis.

Uno de los ejemplos más clarificadores fue su labor de edificación de iglesias otorgando licencias de construcción o llegando a acuerdos con particulares como en Laguna Toral (1199), Malva (1203), San Román de Hornija (1208), Lobones (1214) o Figueruela de Sayago (1216). Asimismo, promovió la construcción de molinos en su villa episcopal de Almendra (1209) o en San Mamed (1214).

Si demostró ser emprendedor en la formación de un buen patrimonio episcopal, no menos sobresaliente fue su actividad de ejercicio de su ius episcopal en todas las iglesias de su jurisdicción presentando o deponiendo clérigos, recuperando diezmos o visitando sus parroquias frente a particulares o al clero secular instalado. La fórmula jurídica será el acuerdo entre las partes. Entre las instituciones se encuentran los monasterios de Valparaíso, el priorato de Hornija (Valladolid), Antealtares (Santiago de Compostela), Meira, y órdenes militares del Hospital, Temple, y Santiago.

En estos textos aflora el conocimiento de Derecho Canónico anterior al IV Concilio de Letrán.

En lo relativo a la organización de su Cabildo, cuando llegó a la sede, ya había alcanzado un desarrollo de todas sus dignidades, excepto la de tesorero, a quien se ve actuar por primera vez en el año 1200 en la persona de Pelayo. No es casual que bajo su episcopado instituya una dignidad, entre cuyas funciones se encontraban la custodia de los privilegios y documentos del archivo. Y tampoco resulta anecdótico encontrarse con el primer notarius episcopi, Miguel Rodríguez, suscribiendo los documentos elaborados en su escribanía episcopal. Su conocimiento del Derecho y la valoración de los documentos le llevaron a la organización de su archivo y escribanía.

El Cabildo estaba formado por las siguientes dignidades: deán (Juan), arcedianos (Esteban, el magíster Florencio), tesorero (Pelayo), chantre (Egas), maestrescuela (Albergante, Helias).

No se saben las razones reales por las que su Cabildo informó al Pontífice para que lo “invitara” a dejar su sede.

 

Bibl.: A. López Ferreiro, Historia de S.A.M. Iglesia de Santiago de Compostela, Santiago de Compostela, Imprenta y Encuadernación del Seminario Conciliar Central, 1898- 1911; F. J. García y García, “Zamorensis, Martinus”, en Q. Aldea Vaquero, J. Vives Gatell y T. Marín Martínez (dirs.), Diccionario de Historia Eclesiástica de España, vol. IV, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto Enrique Flórez, 1975, pág. 2802; P. Linehan, La Iglesia Española y el Papado en el siglo xiii, Salamanca, Universidad Pontificia, 1975; R. Fletcher, The episcopate in the kingdom of Leon in the twelfth century, Oxford, Oxford University Press, 1978; J. L. Martín Rodríguez, Documentos zamoranos, I. Documentos del Archivo Catedralicio de Zamora. Primera parte (1128-1261), Zamora, Universidad de Salamanca-Colegio Universitario, 1982; M. Sánchez Rodríguez, El Tumbo Negro de Zamora, Salamanca, 1985; El Tumbo Blanco de Zamora, Salamanca, 1985; M. L. Bueno Domínguez, Historia de Zamora. Zamora de los siglos xi-xiii, Zamora, Fundación Ramos de Castro, 1988; A. García y García, Derecho común en España. Los juristas y sus obras, Murcia, Universidad, 1991; J. Sánchez Herrero, “Historia de la iglesia de Zamora, siglos v al xv”, en Historia de Zamora, I. Edad Media, Zamora, Diputación, Instituto de Estudios Zamoranos Florián de Ocampo, 1995, págs. 687-753; J. C. de Lera Maíllo, Catálogo de los documentos medievales de la catedral de Zamora, Zamora, Diputación, Instituto de Estudios Zamoranos Florián de Ocampo, 1999; “La iglesia de Zamora y las relaciones con Roma en el siglo xii”, en Studia Zamorensia (Zamora, Universidad Nacional Española a Distancia), 2.ª etapa, vol. VI (2002), págs. 9-28.

 

José Carlos Lera Maíllo

 

 

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