Puig Castelló, Antoni. Vilassar de Mar (Barcelona), 1889 – Barcelona, 1979. Empresario perfumista.
El fundador de la primera empresa española de perfume, Antoni Puig Castelló, fue hijo único de un exportador de productos agrarios del Maresme, estudió Comercio en Barcelona y completó su formación con una estancia de dos años en Londres. En la capital británica, además de aprender inglés y francés, estableció contactos con empresas interesadas en el mercado español. De vuelta a Barcelona, creó con un socio catalán una empresa de representación de marcas extranjeras.
En 1914, ya en solitario y centrado en la perfumería, creó Antonio Puig, negocio que se amplió a finales de la década de 1920 con la primera marca española de lápices de labios, Milady, y un acuerdo con la familia Mülhens, fabricante del agua de colonia 4711 y más adelante representante de Puig en Alemania. La posición relativamente modesta de Antonio Puig en la perfumería española, un sector dominado entonces por empresas como Perfumería Gal (1901), Parera (1914) o Myrurgia (1916), no le impidió liderar la defensa de los intereses de esta industria. Alentado por el financiero y político Francesc Cambó, Puig fundó el gremio de perfumistas de Barcelona, que en 1931 se transformó en la Asociación Nacional de Fabricantes de Perfumería y Afines (Anipa ) y, después de la Guerra Española, en la organización sindical Stanpa, nombre que se ha mantenido hasta la actualidad.
El protagonismo de Antoni Puig en la acción colectiva del sector se mantuvo hasta 1966.
Los efectos de la guerra sobre la industria española del perfume, sobre Puig en particular, fueron profundos.
Como otros industriales catalanes, Puig continuó al frente de su empresa colectivizada y pudo seguir viajando a Francia con el fin de obtener esencias y otras primeras materias. Estos dos hechos le hicieron objeto de un expediente de responsabilidad política al concluir la contienda. Más importante aún fue la política autárquica desarrollada por los vencedores en la década de 1940, la cual, al poner trabas a la importación y distorsionar el funcionamiento del mercado, dio alas a los perfumes “nacionales”. Fue el caso del Agua Lavanda Puig, diseñada por el propio Antoni Puig a partir de una fórmula que le había proporcionado el perfumista judeo-francés Isaac Segal.
El éxito del Agua Lavanda Puig, lanzada en 1940, convirtió a la firma catalana en fabricante de marcas propias y competidora de las empresas mencionadas.
La nueva era de Puig se materializó, muy poco después, en su traslado a un edificio diseñado por Antoni Fisas y actual sede social del grupo Puig. Era una apuesta importante por la imagen que le permitiría tanto obtener nuevas representaciones de marcas extranjeras (Nina Ricci, Williams) como seguir desarrollando marcas propias. Agua Brava (1968), Azur de Puig (1969) y Quorum (1981) son las marcas que han convertido a Puig en la primera empresa española y en un grupo internacional. En su diseño han participado de forma activa los cuatro hijos de Antoni Puig, Antoni (1924), Marian (1927), Josep Maria (1931) y Enric (1939) Puig Planas, incorporados al negocio familiar desde la década de 1950. Y es que una de las grandes contribuciones de Puig Castelló consistió en preparar su propia sucesión. La segunda generación Puig, con una excelente formación académica y profesional, ha sido, efectivamente, la responsable de la imagen industrial y mediterránea que ha sostenido el crecimiento y la internacionalización del grupo. La alianza de Puig con diseñadores de moda internacionales, como Paco Rabanne (1968), Carolina Herrera (1988) o Prada (2005), una de las claves del éxito de la empresa catalana, también fue obra de los hijos de Antoni Puig.
El acceso de la tercera generación a la dirección del Puig Beauty & Fashion Group ha coincidido con el cambio de siglo. Cuando murió Antoni Puig Castelló, en 1979, su empresa era ya líder en el mercado español y había conseguido hacerse un hueco en los dos mercados más importantes, y más difíciles, del mundo de la perfumería: París y Nueva York. En España, finalmente, empezaba a consolidarse la cultura industrial y mercantil moderna por la que él había luchado desde el gremio de perfumistas.
Bibl.: VV. AA., Premios nacionales de diseño 1988, Madrid, Fundación Barcelona-Ministerio de Industria y Energía, 1989; A. Puig, Antoni Puig i Júlia Planas, Barcelona, 1993; Cien años de Perfume Español (exposición mundial de Lisboa), Lisboa, 1998; N. Puig, “La forja de una multinacional española: el grupo Puig”, en Constructores de la química española: Bayer, Cepsa, Puig, Repsol, Schering y La Seda, Madrid, Lid Editorial Empresarial, 2003, págs. 157-180; N. Puig, “The Search for Identity: Spanish Perfume in the International Market”, en Business History, 45/3 (2003), págs. 90-118; www.puig.com.
Nuria Puig Raposo
