El fundador de la primera empresa española de perfume, Antoni Puig Castelló, fue hijo único de un exportador de productos agrarios del Maresme, estudió Comercio en Barcelona y completó su formación con una estancia de dos años en Londres. En la capital británica, además de aprender inglés y francés, estableció contactos con empresas interesadas en el mercado español. De vuelta a Barcelona, creó con un socio catalán una empresa de representación de marcas extranjeras.

En 1914, ya en solitario y centrado en la perfumería, creó Antonio Puig, negocio que se amplió a finales de la década de 1920 con la primera marca española de lápices de labios, Milady, y un acuerdo con la familia Mülhens, fabricante del agua de colonia 4711 y más adelante representante de Puig en Alemania. La posición relativamente modesta de Antonio Puig en la perfumería española, un sector dominado entonces por empresas como Perfumería Gal (1901), Parera (1914) o Myrurgia (1916), no le impidió liderar la defensa de los intereses de esta industria. Alentado por el financiero y político Francesc Cambó, Puig fundó el gremio de perfumistas de Barcelona, que en 1931 se transformó en la Asociación Nacional de Fabricantes de Perfumería y Afines (Anipa ) y, después de la Guerra Española, en la organización sindical Stanpa, nombre que se ha mantenido hasta la actualidad. [...]