Criado Guelamo, Marcos. Mártir de las Alpujarras. Andújar (Jaén), 25.IV.1522 – La Peza (Granada), 24.IX.1569. Trinitario calzado (OSST), beato, predicador, mártir.
Marcos Criado nació en Andújar, hijo de Juan Criado, natural de Higuera de Arjona, y de María Guelamo, piadosa mujer iliturgitana. Desde muy niño frecuentó la iglesia conventual de los trinitarios de su ciudad natal.
Tras la muerte de su madre subió en peregrinación al santuario de Nuestra Señora de la Cabeza, en Sierra Morena, para orar por ella y encomendar su alma a Dios; según la tradición, quedó dormido en el santuario, escuchando a la Virgen decirle que era voluntad divina que entrara en la Orden trinitaria. Marcos Criado hizo su noviciado en el convento de Andújar en 1535; su padre entró en la Orden franciscana, en el convento de Córdoba.
Después de haber sido ordenado sacerdote, fue destinado sucesivamente por sus superiores a los conventos de Andújar, Úbeda y Jaén, en los cuales destacó de una manera especial por la predicación, razón por la que le confiaron el cargo de predicador mayor de dichos conventos; en Úbeda compaginó esta misión con el oficio de sacristán. A instancias de los obispos de Almería y Guadix, preocupados por la cuestión morisca, el ministro provincial de Castilla destinó al padre Marcos Criado y al padre Pedro de San Martín al convento de Almería, con el fin de que se ocuparan de la predicación itinerante en las zonas de significativa población morisca del sudeste español. Su compañero murió pronto, y Criado quedó solo, dedicado a la misión morisca.
La acción apostólica de Marcos Criado se dirigió a diversas poblaciones de las diócesis de Almería, Granada y Guadix; su predicación se centró especialmente en la comarca de las Alpujarras, de gran aislamiento natural, donde los moriscos se encontraban con más libertad, un lugar peligroso para cualquier predicador cristiano y aun para los habitantes cristianos de la zona. Pronto escogió como centro de sus campañas misioneras el pueblo de La Peza. Se destacó por su celo en la propagación de la devoción al nombre de Jesús; sus sermones populares cosecharon grandes éxitos en los numerosos auditorios.
Al cruzar la Sierra de los Filabres, Marcos Criado fue apresado por un grupo de moriscos, que le dieron una gran paliza, y lo dejaron atado a un árbol durante dos días. Pidió hablar con Abén Cota, caudillo de los moriscos sublevados; después de coloquiar, Abén Cota mandó que le dieran tormento, atándolo a la cola de un caballo y arrastrándolo durante un largo trecho. Fue abandonado a su suerte, pensando que moriría. Sin embargo, se recuperó de sus heridas y marchó a misionar en las comarcas del Almanzora y Marchena, con grandes éxitos en los pueblos de Vera y Cadiar; en esta localidad logró escapar de un grupo de moriscos que pretendían darle muerte tras un sermón.
En la noche de Navidad de 1568 se produjo un gran levantamiento de los moriscos de las Alpujarras, que cayeron sobre diversos pueblos, tanto de la comarca como de fuera de ella; en La Peza asesinaron al párroco.
Marcos Criado se quedó en este pueblo, atendiendo la parroquia. El 22 de septiembre de 1569, cuando se encontraba en un arroyo que corre a las afueras de la población, fue sorprendido y apresado por un grupo de moriscos sublevados, que lo ataron a una encina. Allí permaneció, cantando himnos y alabando en voz alta el nombre de Jesús, hasta el día 24, en que decidieron acabar con su vida arrancándole el corazón.
Su culto se extendió rápidamente entre los trinitarios y entre las gentes de La Peza, que lo llamaron el santo Marcos, constituyendo una secular obsesión para sus habitantes dar con el lugar de su sepultura. La iconografía lo representa con el corazón en la mano, y en éste, grabado, el anagrama de Jesús, en memoria del prodigio que, según la tradición, ocurrió en el momento del martirio. Reunidas las pruebas de su culto inmemorial por el padre Antonino de la Asunción, postulador general de los trinitarios descalzos, León XIII lo beatificó el 24 de julio de 1899. Su memoria litúrgica se celebra entre los trinitarios y en las diócesis españolas de Albacete, Almería, Guadix-Baza y Jaén. Se le conoce con el sobrenombre de mártir de las Alpujarras.
Bibl.: A. Ventura del Prado, Vida, martirio y culto del Ilustre Mártir Fray Marcos Criado, Madrid, Imprenta Real, 1738 (Granada, 1876; Roma, 1900); S. dell’Addolorata, L’apostolo dell’Alpujarras, ovvero Vita del B. Marco Criado, sacerdote professo e Martire dell’Ordine della SS. Trinità per la Redenzione degli schiavi, Roma, 1899; C. Mazzella, Guadicen. seu Ordinis Ssmae. Trinitatis Redemptionis Captivorum. Confirmationis cultus praestiti Servo Dei Marco Criado, sacerdoti professo ex eodem Ordine Beato nuncupato. Positio super casu excepto, Roma, 1899; C. Aloisi-Masella, Guadicen. seu Ordinis Ssmae. Trinitatis Redemptionis Captivorum. Concessionis et approbationis officii et missae propriae elogii Martyrologio Ordinis inserendi in honorem Beati Marci Criado Sacerdote Professo ex eodem Ordinem, instantibus Summo Ordinis Moderatore ac plurimis Hispaniae Episcopis, Roma, 1899; M. Fernández del Rincón y Soto-Dávila, Carta pastoral [...] con motivo de las ofensas inferidas al Sagrado Corazón de Jesús [...] y de la beatificación del Siervo de Dios Fray Marcos Criado, Guadix, 1899; D. Paoloni, Il B. Marco Criado, Martire Trinitario. Propagatore delle glorie del Nome di Gesù, Napoli, 1900; T. Cruz Rodríguez, Breve biografía del Beato Marcos Criado, Andújar, Gráficas “La Puritana”, 1966; F. A. Hitos, Mártires de la Alpujarra en la rebelión de los moriscos (1568), Granada, Servicio de Publicaciones de la Universidad, 1993; P. Aliaga Asensio, “Beato Marcos Criado”, en J. A. Martínez Puche (ed.), Nuevo Año Cristiano. Septiembre, Madrid, Edibesa, 2001, págs. 512-514 (2.ª ed.).
Pedro Aliaga Asensio, OSST