Frías de Albornoz, Bartolomé. Talavera de la Reina (Toledo), c. 1524 – ?, f. s. xvi. Jurista, humanista.
Del reconocido, en su tiempo, jurista y humanista Bartolomé Frías de Albornoz se saben muy pocos datos ciertos de su vida y actividades, que se encuentran dispersos en los escasos autobiográficos que nos ha dejado en su obra, Arte de los contractos, en noticias de unos pocos autores cercanos a su época y alguno posterior y en documentos, principalmente de sus años vividos en México. En 1553 se encontraba en la Universidad de Salamanca cursando Leyes y Cánones, en donde tuvo como maestro a su admirado Diego de Covarrubias. Ese mismo año arribó a México, en cuya Universidad, por suficiencia, obtuvo los grados de maestro en Artes y bachiller en Cánones, llegando a impartir la cátedra de Instituta. En México contrajo matrimonio con una hija de conquistadores, que poseía algunos pueblos en encomienda. En los años 1565-1566 abandonó México y se personó en la Corte con la finalidad de defender los derechos sobre su encomienda ante el Consejo de Indias. En 1573 publicó en Valencia su Arte de los contractos. Se doctoró en Leyes por la Universidad de Osuna, en la que ejerció como catedrático de Leyes, sin que se sepan las fechas. Según noticias fidedignas, que Frías de Albornoz era peritísimo en latín y griego, doctísimo jurisperito, gran erudito que gozaba de prodigiosa memoria, persona de amplísimos conocimientos y de que mostraba gran consideración de sí mismo. Se ignora la fecha y el lugar de su fallecimiento.
Fue autor de varias obras manuscritas, todas desaparecidas, entre las que destacan Los linages de España y un probable Tratado de la conversión y debelación de los Indios escrito en México. El Arte de los contractos fue considerado, a partir de su publicación en 1573 y al menos durante el siglo xvii, como uno de los mejores manuales jurídicos de las materias que trata. En cuatro libros estudia y analiza los contratos personales, los reales, los irregulares y los matrimoniales a la luz del Derecho real castellano, del Derecho romano, del Derecho canónico y de la Teología. Dedicó unos folios de su obra a Las Casas, a quien enjuició severamente.
En general trató con acierto de dichos asuntos, aunque ciertos juristas se mostraron críticos con algunas de sus opiniones.
La Inquisición censuró algunas obras suyas. Según el cronista Dávila Padilla, el Santo Tribunal de México mandó recoger los libros de Frías de Albornoz, “enemigo de la doctrina del obispo [Las Casas], porque el estilo de este licenciado para predicar el Evangelio no es conforme al que el Príncipe de la Paz dejó enseñado a los Apóstoles”. Se ignora cuáles fueron estos libros, mejor manuscritos, escritos por Frías, aunque habría que incluir el Tratado de la conversión y debelación de los Indios, antes citado. La doctrina defendida por Albornoz viene expuesta en su Arte y en ella defiende la licitud de la conquista y dominio de las Indias por la Corona española para, de este modo, poder evangelizar mejor a los indígenas, doctrina, por otro lado, admitida por otros autores, que no merecieron la intervención inquisitorial. La condena de la Inquisición mexicana no aparece en ninguno de los índices de libros prohibidos desde el siglo xvi en adelante.
El Arte de los contractos, que fue publicado en 1573 con las debidas licencias real y eclesiástica por no encontrarse en sus páginas doctrina alguna contraria a la fe, fue incluido en los índices de libros prohibidos los años 1707, 1747 y 1790 por orden de los reyes borbones.
Se ignoran los motivos que llevaron a los censores reales a condenarlo, pues se limitan a decir: “Su Arte de los contratos se prohíbe”, sin más razones. Por ello, no se entiende que algunos autores, desde los inicios del siglo xx, afirmen que la condena del Arte se debió a la doctrina, expuesta por Albornoz en su obra, de que la esclavitud de los negros africanos era ilegítima e injusta. El error ha pasado de unos a otros, sin reparar en que no hay razón alguna válida para dicha afirmación. Lo mismo hay que decir de lo escrito por algunos autores de la segunda mitad del siglo pasado de que Frías de Albornoz fue fraile dominico, opinión del todo gratuita, pues no se encuentra ni en los datos biográficos del autor, ni en fuente documental alguna. Lo único que se sabe con certeza es que contrajo matrimonio en México.
Obras de ~: Tratado de la conversión y debelación de los Indios, 1551; Arte de los contractos, Valencia, 1573; Si la guerra y conquista de los indios se puede hacer con justicia; Derecho de gentes y derecho natural y De los linajes de España. Se le ha atribuido infundadamente el Tratado de los orígenes de las Casas de Lonja y Contratación de Nueva España.
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Jesús María García Añoveros