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Tomás de Lorenzana y Butrón

Biografía

Lorenzana y Butrón, Tomás de. León, 1728 – Gerona, 21.I.1796. Deán, obispo, benefactor.

Hermano del que fuera arzobispo de México, cardenal de Toledo y figura clave de la Iglesia hispanoamericana setecentista, siguió los pasos de éste en los primeros jalones de su trayectoria biográfica y eclesiástica.

Así, pues, a la pronta muerte de su padre —perteneciente a la más linajuda nobleza leonesa—, ingresó de muy niño para estudiar Gramática en el colegio que la Compañía de Jesús tenía establecido en la histórica ciudad, del que, al igual que su hermano Francisco Antonio, se trasladó después, por decisión e influjo de un tío materno sacerdote, al convictorio que el priorato benedictino de San Andrés poseía en Espinareda del Bierzo, muy prestigioso por la altura de sus enseñanzas en Teología y Filosofía. Graduado allí de bachiller, se matriculó con ulterioridad y antes de recibir la tonsura en la Facultad de Derecho de la Universidad Pinciana, donde se licenció, y, finalmente, en la de Salamanca, en la que se doctoró en Sagrados Cánones. Sin tardanza, inició el cursus honorum de los aspirantes al episcopado en la Iglesia de la época con la obtención de la canonjía doctoral de Tuy, la posesión de otra dignidad en el Cabildo salmaticense —la penitenciaría— y el deanato de la iglesia catedral zaragozana.

En un tiempo de claro ascendiente aragonés en la alta burocracia estatal y de manera particular en las altas esferas del Ministerio de Gracia y Justicia, tras barajarse insistentemente su nombre para suceder a su hermano al frente del episcopado mexicano, Carlos III lo nombró, a finales de 1774, obispo de Gerona, tomando posesión de la sede de San Narciso el 28 de junio de 1775. Las expectativas puestas en su designación se vieron cumplidas al mostrarse como un prelado arquetípico de la Ilustración, lleno de iniciativas a favor de la promoción de las clases indigentes y de la sociedad en su conjunto. Entre las medidas adoptadas en tal orden de cosas sobresalen la ampliación del hospicio de la capital, con una dotación muy completa económica y pedagógicamente, y la erección de otro hospicio en Olot, provisto también de escuelas populares. En consonancia con el programa de la jerarquía eclesiástica del Siglo de las Luces, el seminario conciliar constituyó otro de los centros primordiales de sus afanes. La puesta a punto de una notable biblioteca, la introducción de nuevas disciplinas y, como contera y remate de sus trabajos, el reconocimiento oficial (10 de octubre de 1795) de sus grados, señalaron los extremos clave de su actuación en dicho terreno. Al llegar a la sazón de trasladarse a una diócesis de mayor rango, sus cualidades de gobierno y experiencia lo harían indispensable en una mitra convertida en las postrimerías de la centuria ilustrada en objeto de todas las miradas del poder.

Primero la emigración del clero francés y más tarde, aunque sin casi solución de continuidad, el desencadenamiento de la guerra de los Pirineos colocaron al prelado gerundense en el primer plano de la política nacional. Tanto su actividad cotidiana como algunas cartas pastorales demostraron su capacidad de respuesta a acontecimientos de elevada magnitud.

 

Bibl.: D. de la Válgoma y Díaz Varela, La nobleza de León en la Orden de Carlos III, Madrid, Gráficas Ultra, 1946; J. Danes, Preterits olotins, Olot, Nova Edició, 1950; J. M. Cases, “Lorenzana y Butrón, Tomás de”, en Q. Aldea Vaquero, T. Marín Martínez y J. Vives Gatell (dirs.), Diccionario de Historia Eclesiástica de España, vol. II, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto Enrique Flórez, 1972, pág. 1348; L. Sierra Nava-Lasa, El Cardenal Lorenzana y la Ilustración, Madrid, Fundación Universitaria Española, 1975; J. M. Cuenca Toribio, Estudios sobre el catolicismo español contemporáneo, vol. I, Córdoba, Universidad, 1990; M. Torremocha, Ser estudiante en el siglo xviii. La Universidad vallisoletana de la Ilustración, Valladolid, Universidad, 1991; M. Cortes Arrese, “Memoria breve del reformador Lorenzana”, en I. Sepúlveda Sánchez (coord.), El Cardenal Lorenzana y la Universidad de Castilla-La Mancha, Ciudad Real, Universidad de Castilla-La Mancha, 1999.

 

José Manuel Cuenca Toribio