Capellín, Juan. México, p. m. s. XVI – ?, 1576 post. Metalurgista.
Su actividad se desarrolló en Taxco (México) donde fue maestro de minas y un notable inventor. En el mes de julio de 1567 solicitó al virrey Martín Enríquez privilegio por varias invenciones, entre ellas destaca un molino de treinta y seis almadenetas de hierro, con el que se podía triturar mucha más cantidad de mineral y en menos tiempo que con los métodos tradicionales empleados hasta entonces. Por este invento le fue otorgado privilegio por doce años, con regalías de setenta y cinco marcos de plata por cada molino construido.
En julio de 1576 solicitó de nuevo privilegio por otras invenciones que no quiso desvelar con claridad, seguramente para evitar que otros copiaran sus ideas, como ya había ocurrido con alguno de sus inventos anteriores. Desafortunadamente se desconoce el paradero de los informes secretos enviados al virrey y los que también este último hizo llegar a la Corona sobre el particular, por lo que no se sabe exactamente en qué consistían tales inventos. Dichos informes deberían de encontrarse en el Archivo de Indias de Sevilla formando parte del “Fondo Belmonte”, pero sólo han aparecido otros expedientes acompañados de planos que no corresponden a los inventos referidos. Por el momento sólo se dispone de las escasas indicaciones de Capellín sobre sus inventos, que, según él, servían para extraer la plata por medio del azogue con mayor facilidad y aprovechamiento, ya que se acortaba el tiempo necesario para la amalgamación y se podía recuperar todo el mercurio utilizado en este proceso ideado por Bartolomé de Medina años atrás. Por analogía con su apellido algunos historiadores han interpretado que se trataba del alambique denominado “capellina”, que lleva una cubierta que impide que se escape el mercurio volatilizado al calentar las piñas de la amalgama plata-mercurio en el proceso de purificación del metal. El vapor de mercurio recogido se condensaba al hacerlo pasar por una cámara de agua o “desazogadera” y podía de nuevo reutilizarse. El sistema de la capellina se describió por primera vez en la Pirotechnia (1540) de Biringuccio y apareció también en De Re Metallica (1556) de Agricola y se sabe que ya era usado por alquimistas y ensayadores, y a mayor escala también en la industria de la minería, por lo que la hipótesis que hoy en día cobra mayor fuerza es que la invención por la que Capellín solicitaba privilegio era, en realidad, un sistema mejorado del anterior. Finalmente se le concedió privilegio por el que recibiría cien marcos de plata por cada equipo instalado durante doce años, si los resultados finalmente eran los prometidos por el inventor. Se desconoce la actividad que pudo haber desarrollado Capellín con posterioridad a 1576 y la fecha de su muerte.
Bibl.: R. Sánchez Flores, Historia de la Tecnología y la invención en México, México, FCE Banamex, 1980; J. M.ª López Piñero et al., Diccionario Histórico de la Ciencia Moderna en España, Barcelona, Península, 1986; V. Biringuccio, The Pirotechnia, Nueva York, 1990; N. García Tapia, Del Dios del fuego a la máquina de vapor, Valladolid, Ámbito Ediciones, 1992.
María Guillermina Martín Reyes