Ḥasan b. Yaḥyà b. ‘Alī b. Ḥammūd. Al-Mustanṣīr bi-Llāh. ?, f. s. X-p. s. XI – Málaga, de ŷumādà I de 434 H. (17.XII.1042-15.I.1043). Sexto califa Ḥammūdí y sexto soberano de la taifa de Málaga.
Idrīs b. ‘Alī b. Ḥammūd, conocido por el sobrenombre de al-Muta’ayyad bi-llāh y cuarto soberano Ḥammūdí de Málaga, había designado como su heredero a su sobrino Ḥasan b. Yaḥyà b. ‘Alī b. Ḥammūd, el cual, a la muerte del soberano, ocurrida el 16 de muḥarram de 431 H. (8 de octubre de 1039), se encontraba en Ceuta como gobernador. A pesar de los designios del fallecido soberano, ese mismo día fue proclamado califa su hijo, quien adoptó el título de al-Qā’im bi-Amr Allāh, convirtiéndose en el quinto califa y soberano Ḥammūdí.
El cambio sucesorio fue determinado por la actuación de visir Abū Ŷa‘far b. Abī Mūsà b. Baqannà, visir del citado soberano Idrīs b. ‘Alī. Gracias a la juventud e inexperiencia del proclamado califa, el visir se aseguraba su continuidad como hombre fuerte de la taifa malagueña. Sin embargo, Ḥasan fue también proclamado califa en Ceuta, recibiendo el juramento de fidelidad de los ceutíes y de los restantes dominios Ḥammūdíes del Norte de África. Tras dicha proclamación se propuso hacerse con el control de Málaga y ser reconocido como único soberano Ḥammūdí a ambas orillas del Estrecho. Para ello se dispuso una flota a cuyo frente se puso el propio Ḥasan, decidido a hacerse con el dominio de la ciudad peninsular y sus territorios. Tras un breve asedio se entablaron negociaciones que concluyeron con la capitulación de la ciudad en ŷumāda II de 431 H. (23 de febrero-23 de marzo de 1040) y la deposición de Yaḥyà, cuya vida y propiedades fueron inicialmente respetadas y una de cuyas hermanas estaba casada con su primo.
La citada fecha de ŷumāda II de 431 H. (23 de febrero-23 de marzo de 1040) fue la de la proclamación de Ḥasan, quien adoptó el título de al-Mustanṣir bi-llāh y, según la Crónica anónima de los reyes de taifa, fue reconocido como califa por el soberano Zirí de Granada y otros señores taifas. El gobierno de las plazas magrebíes fue entregado al hombre de confianza del nuevo califa, el visir eslavo Abū-l-Fawz Na‘ā’, mientras que Idrīs, hermano del soberano, era enviado a la Península, donde pronto se asoció con Ibn Baqannà, el otrora visir del depuesto califa Yaḥyà. La citada fuente señala que Ḥasan prodigó todos sus cuidados al servicio del reino y fue justo con su pueblo.
Sin embargo, el posterior destino de los personajes mencionados responde a la dinámica propia de los reinos de taifa, caracterizados por la fuerte inestabilidad política y la presencia del crimen y el magnicidio como factores habituales y determinantes de la evolución de los hechos y de la sucesión en el poder, con particular incidencia entre los Ḥammūdíes, varios de cuyos soberanos fueron asesinados. En efecto, pronto al nuevo califa dio muestras de su inseguridad y debilidad políticas, encarcelando a su hermano Idrīs y, posteriormente, decidiendo eliminar a su primo y cuñado Yaḥyà, cuya vida había sido inicialmente respetada. De esta forma, en rabī‘ II de 434 H. (19 de noviembre-16 de diciembre de 1042), poco más de dos años después de su deposición, Yaḥyà murió asesinado. Esta acción, sin embargo, determinó el destino del propio al-Mustanṣir, quien, como señala el polígrafo cordobés Ibn Ḥazm, murió envenenado a manos de su propia esposa, la cual vengaba así la muerte de su hermano Yaḥyà solo un mes después de su muerte, en ŷumādà I del mismo año (17 de diciembre de 1042-15 de enero de 1043).
Al-Mustanṣir no dejaba descendencia, de forma que su hermano Idrīs debía ser el teórico heredero, tal y como había sido designado. Sin embargo, el destino de la taifa Ḥammūdí quedó entonces en manos de Na‘ā’ e Ibn Baqannà, los dos visires que habían ejercido tanta influencia desde un segundo plano. Según la citada Crónica anónima, Na‘ā’ mantuvo cautivo al hermano de Ḥasan, que era menor, y se apoderó de Málaga y sus distritos, que gobernó de forma independiente.
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Alejandro García Sanjuán