Cerezuela, Juan de. Cañete (Cuenca), f. s. XIV – Talavera de la Reina (Toledo), 4.II.1442. Arzobispo de Toledo, arzobispo de Sevilla y obispo de Osma.
Hermano de madre de Álvaro de Luna. La familia paterna de su hermano, o él mismo, sin duda intercedió por él pues, haciendo carrera eclesiástica, consta como familiar del papa (Benedicto XIII) y recibió sus primeros beneficios en la diócesis zaragozana (Cervera y Pancrudo) en 1416. Sin duda, el apoyo de su hermano, privado de Juan II, hizo que su carrera progresase rápidamente en Castilla. En 1422 ya era abad de Castrojeriz cuando fue aupado a la sede de Osma en octubre de ese año. En el entorno de su hermano participó activamente en los conflictos con los infantes de Aragón, y estuvo presente en la mayor parte de las campañas regias: en el ejército que invadió Aragón en 1429, o en la batalla de la Higueruela en 1431. En 1433 el rey solicitó para él la sede arzobispal sevillana, donde estuvo menos de dos años, dado que en octubre de 1434 fue elegido arzobispo de Toledo al fallecer Juan Martínez Contreras, tras interceder el rey por él ante los canónigos, que se plegaron a su voluntad, desplazando a los dos candidatos del cabildo que se postulaban: Ruy García de Villaquirán y Vasco Ramírez de Guzmán.
No desempeñó grandes cargos políticos, aunque en ocasiones fue nombrado juez delegado por el papa para cuestiones que podían ser de interés para la monarquía (como absolver a oficiales regios excomulgados por sacar malhechores de iglesias). Sí es mencionado, al menos en 1441, en el Consejo Real. Participó, eso sí, activamente en la política de la época (siempre al lado de su hermano el condestable y junto al rey). Eso incluía la participación militar: estuvo en la invasión aragonesa de 1430, en la batalla de la Higueruela, o en los movimientos en torno a Medina del Campo en 1441.
Se vio enfrentado al cabildo toledano en varias ocasiones, pues su misma elección no fue la mejor forma de iniciar su relación con él. Al poco de ocupar la sede, además, reclamó al cabildo la herencia de su antecesor (que había legado al cabildo sus bienes) alegando que aquel había abandonado las fortalezas del arzobispado. El proponer el intercambio con su hermano de posesiones de la sede no hizo sino empeorar la situación. Los dos antiguos candidatos del cabildo fueron nombrados para analizar la rentabilidad del intercambio de Alhamín por determinadas rentas asentadas en los libros del rey, que denegaron. El pleito se llevó incluso ante el papa, cuyo juez comisario decretó que era una operación muy rentable para la sede y la autorizó. Ya entonces se hablaba de “tensiones y escándalos” entre el prelado y el cabildo.
La rebelión de la nobleza y el regreso de los infantes complicaron aún más la situación. Con la entrada del infante Enrique se produciría la destrucción de la capilla del condestable en la catedral, así como el ataque a otras posesiones suyas o de su hermano. Paralelamente el arzobispo intentó entregar Talavera de la Reina a su hermano, lo que llevó a la ruptura total con el cabildo, que le depuso en 1441. Fue, ante la presiones de diverso tipo, incluido el papa que en noviembre denunció las violencias a que era sometido obligando a su protección y respeto, readmitido en la sede por medio de una ceremonia realizada en la catedral.
Apenas tres meses después, el 4 de febrero de 1442, fallecía en Talavera de la Reina.
Bibl.: C. Eubel et al. (eds.), Hierarchia Catholica Medii Aevi, vol. I, Padua, Il Messagero di San Antonio, 1960 (reimpr.), pág. 383; vol. II, págs. 165 y 252; J. F. Rivera, Los arzobispos de Toledo en la Baja Edad Media, Toledo, Diputación Provincial, 1969, págs. 113-116; V. Beltrán de Heredia, Cartulario de la Universidad de Salamanca, vol. I, Salamanca, Universidad, 1970, págs. 422-423; Ó. Villarroel González, “Las intervenciones regias en las elecciones episcopales en el reinado de Juan II de Castilla (1406-1454): el caso de los arzobispos de Toledo”, en Anuario de Estudios Medievales, 31, 1 (2001), págs. 147-190; Ó. Villarroel González, Las relaciones entre la monarquía y el arzobispado de Toledo en época de Juan II de Castilla, Toledo, Ayuntamiento de Toledo, 2003; Ó. Villarroel González, “Mitra y Corona: el arzobispado de Toledo y la monarquía en época de Álvaro de Luna”, en O. Pérez Monzón, M. Miquel Juan y M.ª Martín Gil (eds.), Retórica artística en el tardogótico castellano. La capilla fúnebre de Álvaro de Luna en contexto, Madrid, Sílex, 2018, págs. 73-88.
Óscar Villarroel González