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Joaquín Frías Moya

Biografía

Frías Moya, Joaquín. Cádiz, 1781 – Madrid, 22.IV.1852. Marino y ministro.

Nació en el seno de una familia distinguida y, como militar, con acreditadas pruebas de nobleza. Comenzó su carrera naval con una plaza de guardiamarina en 1798, formando parte de la dotación de uno de los navíos que desde la bahía de Cádiz protegían la costa contra los ataques de la flota británica al mando del almirante Nelson. No en vano, el año anterior había acaecido la batalla de cabo San Vicente. Tuvo entonces sus primeras experiencias en combate, que le valieron un ascenso a alférez de fragata en 1799. Embarcó en una de las escuadras que se dirigían al Mediterráneo y participó en varias acciones. En 1801 partió hacia Santo Domingo con la que capitaneaba Gravina, bajo cuyas órdenes asistió al desembarco de tropas y las operaciones de los puertos de Delfín y Guarico (Venezuela). Regresó a Cádiz al año siguiente, fue ascendido a alférez de navío y se le destinó a Cartagena de Indias, en Colombia, donde volvió a tomar las armas para defender la ciudad contra los ataques ingleses.

De nuevo en España, en 1809, se le concedieron los ascensos de teniente de fragata (1811) y teniente de navío (1819).

Con la llegada del Trienio Liberal, Frías desempeñó el destino de primer ayudante secretario de la capitanía general del departamento de Cádiz y secretario también de la Junta del Departamento de Marina (1821-1822), siendo dado de baja en el cuerpo general de la Armada. En sus primeros pasos políticos fue miembro de la Junta consultiva nombrada en Cádiz, el 7 de julio de 1822, para desarmar al pueblo.

Al año siguiente pasó de oficial sexto de la Secretaría de Estado y de Despacho de Marina, y acompañó al Gobierno a Sevilla y Cádiz. Pero el retorno de Fernando VII al trono como monarca absoluto supuso para él el cese en sus cargos, quedando tan sólo con los haberes de teniente de navío retirado. Por eso se dedicó a los negocios particulares, con el fin de completar sus ingresos.

Tiempo después consiguió entrar en el Ministerio de Marina y desempeñó allí varios empleos hasta 1840. En el verano de aquel año tomó partido por los revolucionarios que llevaron al poder a Espartero.

Para recompensar su adscripción a la causa, el duque de la Victoria le nombró ministro de Marina (en aquel momento también con las competencias de Comercio y Gobernación de Ultramar) para el gabinete que dirigió, desde el 3 de octubre de 1840 hasta el 10 de mayo de 1841. Desde esta última fecha hasta el 20 de mayo del mismo año permaneció también en el cargo durante los diez días del brevísimo gobierno de Joaquín María Ferrer-Cafranga.

Al ser elegido uno nuevo, presidido por Antonio González y González, cesó Frías en su puesto, siendo sustituido por Andrés García Camba, e inmediatamente como interino por Evaristo San Miguel.

Por otra parte, el 7 de abril de 1841 se le nombró senador por la provincia de Cádiz. En 1843 se le reeligió para el puesto, y el 3 de noviembre de dicho año fue nombrado senador por la provincia de las Islas Baleares. Volvió a ser ministro de Marina en los gabinetes de Joaquín María López: el brevísimo del 9 al 19 de mayo; y los que tuvieron lugar tras la caída de Espartero, del 23 de junio al 10 de noviembre y del 10 al 20 de noviembre de 1843. Fue ministro de Marina en el primero, y del mismo ramo y de Estado en el segundo. Continuó como ministro de Marina en el gabinete de Salustiano Olózaga (del 20 de noviembre al 5 de diciembre de 1843), hasta su sustitución en el cargo por José Filiberto Portillo, en el gobierno de Luis González Bravo elegido en diciembre de 1843. Poco antes del mencionado relevo, el 19 de noviembre de aquel año, se inauguró el Museo Naval de Madrid, provisionalmente ubicado en el palacio de los Consejos. En el vestíbulo de su sede actual (del antiguo Ministerio de Marina, hoy Cuartel General de la Armada) se encuentra un retrato al óleo de Frías, de autor anónimo, fechado en torno a 1844.

Se abrió entonces un breve paréntesis sin colocación política, hasta que fue nombrado senador vitalicio del reino, el 21 de abril de 1847, dos años después del establecimiento de la nueva cámara.

Entre sus distinciones se contaron la de caballero de la Cruz de Cristo de Portugal y comendador de Isabel la Católica. Y fue galardonado con la Cruz y Placa de San Hermenegildo, Cruz pensionada de Carlos III, así como las de distinción de Marina, la laureada, la de la batalla de Chiclana, la del 7 de julio, etc. Empero, algunos no reconocieron su labor como político, atribuyéndole “fama de nulo” (Martínez Villergas, 1845: 215-224).

 

Fuentes y bibl.: Archivo Histórico del Senado, exps. personales, HIS-0170-02.

J. Martínez Villergas, Los políticos en camisa: historia de muchas historias. Escrita por J.M.V. y un Jesuita, t. I, Madrid, Imprenta del Siglo, 1845; J. de Burgos, Anales del reinado de Isabel II, Madrid, Imprenta Mellado, 1850-1851, 6 vols.; M. de Marliani, La Regencia de D. Baldomero Espartero, Conde de Luchana, Duque de la Victoria y de Morella y sucesos que la prepararon, Madrid, Imprenta de Manuel Galiano, 1870; F. P. Pavía, Galería biográfica de los Generales de Marina, Jefes y personajes notables que figuraron en la misma corporación desde 1700 a 1868, Madrid, Imprenta de F. García, 1873- 1874, 3 vols.; G. Bleiberg, Diccionario de Historia de España, vol. II, Madrid, Alianza Editorial, 1979; CC. MM., Espartero: su origen y elevación ó sea reseña histórica de los medios que empleó para elevarse y de las causas de su caída, Valencia, Librerías Paris-Valencia, D.L., 1985; A. Gil Novales (dir.), Diccionario Biográfico del Trienio Liberal (DBTL), Madrid, Ediciones El Museo Universal, 1991; J. M. Cuenca Toribio y S. Miranda García, “Sociología ministerial del reinado de Isabel II”, en Anuario Jurídico y Económico Escurialense (AJEE), XVI (1993), págs. 640-683; J. M. Cuenca Toribio y S. Miranda García, “Estudio sociológico de los ministros de Marina”, en AJEE, XXIX (1996), págs. 1008-1034; M. Pérez Ledesma (coord.), El Senado en la historia, Madrid, Servicio de Publicaciones del Senado D.L., 1998; J. M. Cuenca Toribio y S. Miranda García, El poder y sus hombres. ¿Por quiénes hemos sido gobernados los españoles? (1705-1998), Madrid, Editorial Actas, 1998; I. Burdiel, Isabel II. No se puede reinar inocentemente, Madrid, Espasa Calpe, 2004.

 

José Manuel Ventura Rojas