Zuzuarregui (Çuçuarregui), Miguel de. Fuenterrabía (Guipúzcoa), p. s. XVII – ?, 1684 post. Armador, corsario, alcalde ordinario.
Miguel de Zuzuarregui fue uno de los más importantes armadores de Fuenterrabía, con constantes conexiones con otros armadores de su propia villa o de San Sebastián.
Como armador y capitán de embarcaciones de corso (“cabo”, según la terminología de la época) estuvo en activo desde 1645. En 1648 reclamaba a la corona española el valor de unas presas holandesas que se le había ordenado devolver. En 1653 participó en el ataque a la ría de Burdeos o estuario de la Gironda. Poco más tarde, llevando unos mensajes a Flandes, perdió una fragata por temporal y estuvo prisionero unos meses en Francia.
Ya en libertad volvió a armar en corso dos fragatas de 40 toneladas, de las que era copropietario Gabriel Ambulodi.
Hacia 1653 pasó al servicio real como capitán de mar de la fragata San Joseph, de la Escuadra de Cantabria. Posteriormente pediría un nombramiento de capitán de mar y guerra de un navío de la Armada del Mar Océano, pero no se le concedió.
Terminadas las guerras con Francia y Portugal (1669) pidió, en unión de Tomás de Arsu, armador de Fuenterrabía, permiso para ir a corsear en las Indias españolas con seis u ocho fragatas, con condición de que cada año se le dejase enviar dos navíos de 400 toneladas con pertrechos para carenar o arreglar los cascos de las dichas fragatas y el resto de la carga con mercaderías. Cada año volverían a España dos fragatas e irían otras. El consejo de Indias rechazó esta propuesta por ver en ella una evidente intención de comerciar.
En 1675 tenía en corso dos fragatas de 45 toneladas. En agosto explicó que sus fragatas no podían ir a Cataluña, como ordenaba la Reina gobernadora, doña Mariana de Austria, por ser viejos mercantes de una sola cubierta que sólo podían llevar provisiones para un mes, faltar tripulaciones, estar sin dinero por las pérdidas de guerras anteriores y por los sueldos adeudados por la corona, y tener las presas actuales en litigio. El Consejo de Guerra reconoció lo justificado de estas alegaciones.
En los años siguientes continuó su actividad como armador corsario (en 1678 obtuvo patente para un bergantín).
Fue alcalde ordinario en Fuenterrabía en 1664 ó 1665 y en 1684.
Fuentes y bibl.: Archivo General de Simancas, Guerra Antigua, leg. 3.169, s.f., s.d. (1664 ó 1665) (memorial de méritos), leg. 3.269, s.f., 27-7-1648, leg. 3.401, s.f., 5-12-1657, leg. 3.438, s.f., 23-2-1660, leg. 3.500, s.f., 26-2-1666, leg. 3.637, s.f., 8-8—1675 (contestación exponiendo los inconvenientes de ir a Cataluña, según ordena la Reina Gobernadora) y 24-2-1678, leg. 3.636, s.f., 5-4-1678, leg. 3.719, s.f., 17-12-1684.
J. Veitia Linaje, Norte de Contratación en las Indias Occidentales, Sevilla, 1672, libro II, capítulo V, página 92 (petición de ir a corsear en las Indias españolas); E. Otero Lana, Los corsarios españoles durante la decadencia de los Austrias, Ponferrada, Instituto de Estudios Bercianos, 2014 (3ª edición), págs. 320, 331, 450, 453, 487-488 (actividad corsaria).
Enrique Otero Lana
