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Encarnación Bustillo Salomón

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Biografía

Bustillo Salomón, Encarnación Paula. Villarcayo (Burgos), 7.VI.1876 – Madrid, 1966. Pintora.

Encarnación Bustillo Salomón nació en Villarcayo el 7 de junio de 1876. Encarnación Paula, nombre completo de la pintora, nació a las doce menos cuarto del mediodía, y era hija del matrimonio formado por Rafael María Fermín Bustillo y Pereda, natural de Villacomparada de Rueda y de Adelaida Salomón y San Martín, natural de Roa. Sus abuelos paternos, Antonio y Encarnación, eran naturales de Villarcayo y Villacomparada de Rueda, mientras que los maternos, Sergio y Ramona, provenían de Valladolid y Villanueva de los Caballeros (Palencia).

Su padre era abogado, motivo por el que la familia se trasladó a Valladolid, allí Encarnación comenzó sus estudios artísticos que se siguieron desarrollando en Madrid, donde fue alumna de la pintora Fernanda Francés, de la que apreciamos su influencia en sus primeras obras. Su tío Luis Bustillo Pereda, también natural de Villarcayo y abogado como su padre, había sido diputado por Burgos, falleció de tuberculosis en 1888, antes de que la familia se trasladara a Valladolid. Su hermano José Bustillo Salomón trabajó desde 1902 en el Banco de España de Madrid, ocupación que desempeñó hasta su jubilación. Ambos hermanos siempre estuvieron muy unidos. José falleció, a los 91 años de edad, el 6 de mayo de 1971 en su domicilio familiar de la Calle Hortaleza, 19 de Madrid.

Desconocemos en qué año contrajo matrimonio Encarnación, pero sí sabemos que el 21 de septiembre de 1912 fallecía su primer esposo, Rufino Zatón Villamor, en la casa familiar de Villarcayo. Él tenía 56 años, y Encarnación era una mujer de 36 años, con un buen reconocimiento como artista. Zatón era entonces vicepresidente de la Sociedad Benéfica Burgalesa de La Habana.  La Sociedad Benéfica Burgalesa de Cuba había sido fundada el 29 de junio de 1893. Al año siguiente Rufino Zatón era suplente de la Junta Directiva, y en 1896 vocal de la Junta directiva.

Poco después de la muerte de Rufino Zatón, Encarnación se unió a Víctor Gómez García con el que tuvo dos hijos, José y Miguel. A pesar de ello –y de modo no demasiado habitual en su época–, Encarnación siguió dedicándose a la pintura como había hecho hasta ahora. Con su esposo, natural del Valle de Soba (Cantabria), pasó los veranos en Santander, veraneos que disfrutaron a lo largo de toda su vida. En la Guerra Civil su esposo viajó a Cuba con sus dos hijos, con el deseo de que se libraran de combatir. Ambos hijos permanecieron en La Habana donde estudiaron Ingeniería y Derecho, y allí se casaron. José (1917-2007) lo hizo con Polly Martinó (diminutivo de Paulina) con la que tuvo dos hijos, Josefina y Carlos José (1960-1989). Miguel Rafael (1919-1985) durante sus años cubanos fue socio del bufete Gómez Bustillo y Abadín en la Habana, trabajo que compaginó con su pasión por la Entomología; se casó con Sara Mola Pereda y fueron padres de dos niñas: Sarita y Vivian.  Tras la revolución cubana, José y Poli se establecieron en Miami en 1961, donde ambos fallecieron. Sin embargo, Miguel y Sara regresaron a España en julio de 1961. Mientras convalidaban sus carreras –abogacía y medicina– Miguel trabajó como corresponsal de prensa extranjera en la publicación Common Market Business Reports. Fue un entomólogo tan destacado que el nombre de Bustillo acompaña a alguna mariposa (Sterrha bustilloi) como homenaje a su trabajo; no es nada desdeñable tampoco su trabajo como escritor, sobre todo de libros sobre mariposas.

Encarnación falleció en Madrid el 5 de febrero de 1966 en su casa familiar, sita en el número 25 de la calle Trafalgar (nº 103-105). Su segundo marido, Víctor Gómez García, comerciante y banquero retirado, tal y como aparece en su esquela, tan solo la sobrevivió un año, ya que falleció a los 89 años el día 11 de julio de 1967.

Encarnación participó en un importante número de exposiciones nacionales desde 1901 hasta 1945, así como en los Salones de Otoño desde 1942 hasta 1952. En 1901 la revista Última hora habla de la Exposición de Bellas Artes y Arte Decorativo, en la que Encarnación presentaba una obra de flores y frutas. “Cuadros, esculturas, bordados, toda esa obra de la inteligencia y el sentimiento femeninos, de la habilidad, el buen gusto y delicadeza de lo que llamamos manos de hada, es lo que nos atrae y preocupa, porque precisamente esas tareas son las que mejor se prestan a las condiciones especiales de la mujer y como en ellas puede encontrar no solo expansión y satisfacciones, sino elementos de independencia, fomentar la afición del bello sexo al cultivo del arte en sus diversas manifestaciones”. Resulta interesante observar que el arte cultivado por mujeres, a los ojos de algunos críticos, parece de rango inferior al de los hombres, refiriéndose a sus creaciones con un aire paternalista, muy diferente de los comentarios que suelen acompañar al trabajo de los hombres.

En 1903 aparecen referencias a su pintura en el Boletín de la Sociedad Castellana de Excursiones. La “Primera exposición feminista celebrada en Madrid en el Salón Amaré, ha resultado sumamente lisonjera como primer ensayo en que las mujeres se presentan por sí solas formando una colectividad artística digna de toda consideración.”

El Diario de Burgos del jueves 5 de julio de 1906 se hacía eco de los artistas burgaleses que mostraban sus obras en la Exposición Nacional de Bellas Artes. La primera persona de la que hablan es Encarnación: “El primer nombre burgalés con el que tropieza la vista al repasar el catálogo es, por cierto, un nombre femenino, poco menos que desconocido en Burgos, a pesar de corresponder a una artista que revela poseer condiciones poco comunes y ha sido premiada en anteriores Exposiciones. Me refiero a Encarnación Bustillo Salomón, natural de Villarcayo y discípula de Dña. Fernanda Francés. Presenta tres hermosos cuadros, exactas interpretaciones del natural, tanto en color como en el dibujo (…) En la segunda sección de Arte decorativo (pintura aplicada a la industria) expone cinco bellísimos trabajos (…) En todos estos trabajos demuestra Encarnación Bustillo no escaso ingenio y detenido estudio de las obras clásicas”. Junto a la pintora exponían Luis Gallardo, Andrés García Prieto, Luis Manero, Mariano Pedrero y Marceliano Santa María.

Por el título de sus obras sabemos que presentó en sus primeros años tanto pintura de caballete como piezas de artes decorativas. Asimismo, sus obras se exhibieron en las exposiciones Nacionales de Cuba y Panamá entre 1909 y 1916, donde cosechó importantes premios (medalla de oro en la exposición de Cuba en 1909 y de plata en 1911, así como plata en la de Panamá de 1913).

En 1936 se conviertió en socia de la Asociación Española de Pintores y Escultores de Madrid, participando años después en más de dieciséis ediciones del Salón de Otoño, quedando registrado su nombre y obras presentadas en los catálogos editados por la citada asociación.

Aunque le gustaba pintar bodegones con flores y frutas, sus obras de mayor envergadura se enmarcan en una pintura regionalista muy del gusto de la época, que se desarrolla con gran fuerza desde finales del siglo XIX, coincidiendo con planteamientos plásticos cercanos al Regeneracionismo y la Generación del 98. Tal es el caso de la obra del Museo de Burgos, Las camareras de la Virgen (207 x 259 cm.), que presentó en 1915 a la Exposición Nacional de Bellas Artes y con la que consiguió una Medalla de Tercera Clase. Muestra a un grupo de camareras, frente a la Virgen engalanada de fiesta; en la parte izquierda, el alcalde hace entrega de un duro de plata a la camarera mayor, ricamente ataviada y con el escapulario al cuello, como el resto de las camareras. El paisaje del fondo, con azuladas montañas y densas nubes en el cielo,  recuerda  al de las Merindades.

Bibl.: B. Pantorba, Historia y crítica de las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes celebradas en España, Madrid, Jesús Ramón García-Rama, 1980; VV. AA., Diccionario de pintores y escultores del siglo XX, Madrid, 1992 t. II, págs. 557-558; VV. AA., Artistas burgaleses en las Exposiciones Nacionales, 1856-1968, cat. exp., Burgos, Cámara Oficial de Comercio e Industria, 2002, págs. 51-54; VV. AA., Hacia poéticas de género. Mujeres artistas en España (1804-1939), cat. exp. comisariada por C. Lomba, J. Brihuega, R. Gil y M. Illán, Zaragoza, Museo Pablo Serrano, 2022.

Esther López Sobrado