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Ramón Montañá y Coca

Biografía

Montañá y Coca, Ramón. Navés (Lérida), 10.VIII.1752 – Manresa (Barcelona), 1811. Presbítero, doctor en Teología, canónigo y en 1808, miembro de la primera Junta Local catalana antifrancesa y general del somatén manresano en la Guerra de la Independencia.

Hijo de Francisco Montañá y Fexas y de María Teresa Montañá y Coca Conys, payeses. Este eclesiástico ha pasado a la historia de España por sus méritos en la Guerra de la Independencia. Gracias a los estudios históricos sobre su oposición a la invasión napoleónica y su acción bélica en la batalla del Bruch, los historiadores catalanes indagaron con detalle su biografía eclesiástica. Así, Servitje (1903) publicó un importante documento (Relación de los méritos, etc.).

Estudió Latinidad, Retórica y Filosofía en los dominicos de Solsona. Cursó Teología en la Universidad de Cervera, en la que obtuvo los grados de bachiller, licenciado y doctor en Teología (este último el 1 de mayo de 1778). Luego estudió Teología Moral, primero en Solsona y después en el seminario tridentino de Vic. Fue ordenado sacerdote en 1780. Después de ser beneficiado y ecónomo de la iglesia colegial de Manresa, fue nombrado por el obispo “Deán o Vicario foráneo de la Ciudad y Deanato de Manresa” en 1786. Y en 1805, además, canónigo prebendado de la colegiata.

Y en los citados puestos se encontraba, desempeñándolos con celo e incansable actividad, cuando llegaron a Cataluña las noticias de los sangrientos sucesos de Madrid y la traición de Napoleón. En Manresa se constituyó el 2 de junio de 1808 la primera “Junta de defensa” de toda Cataluña, después de hacer en la plaza principal una quema del papel resellado que el general francés Duhesme había mandado imponer a la ciudad. La siguieron Vic, creando el día 4 la Junta de Defensa, Solsona, el 9, Cervera, el 10. El pueblo catalán cantó enseguida esta copla: “En tan triste situación / de la nación Española / Manresa es la ciudad sola / que muestra brío y tesón / se alza contra Napoleón [...]”.

Además, la Junta comisionó a Montañá para que, en secreto, fuera a Barcelona a enterarse del efecto que tal acto insumiso había causado en los generales franceses. Se enteró de que se preparaban tropas contra Manresa, mandó por delante a caballo a un mensajero y él, caminando día y noche, llegó a Manresa en la tarde del día 5, cuando se aproximaba una expedición francesa de castigo. Hizo que se alertara y se concentraran todos los somatenes en el Bruch y en la madrugada del 6 estaban en las montañas.

“Hombre de actividad extraordinaria, sentimientos patrióticos muy levantados y de unas dotes de mando excepcionales, fue el alma de la resistencia heroica que la ciudad de Manresa opuso al ejército francés invasor de Cataluña en dicho año” [1808] (Enciclopedia Espasa, 1918). Se ha pretendido que el canónigo Montañá había sido el caudillo supremo de las fuerzas que acudieron al Bruch a cerrar el paso a las tropas del general napoleónico Schwartz, y a las que se venció en la primera de las dos batallas, el 6 de junio de 1808. Las pérdidas francesas fueron de trescientos veinte hombres, sesenta caballos y una pieza de artillería.

El caudillo supremo de aquella jornada lo fue Mauricio Carrió, pero Montañá fue triunviro de la Junta de Defensa, enseguida “de gobierno”, creada en Manresa para luchar contra la invasión francesa.

Además, la propia Junta de Gobierno de Manresa le dirigió un escrito (publicado por Servitje, pág. 371) comunicándole que la ciudad le nombraba “General Comandante de todos los Somatenes y demás tropas de línea que están baxo la dirección de este Gobierno, concediéndole a V. las facultades de que estén sugetos, subordinados á las órdenes de V. todas las tropas y Comandantes que están baxo las órdenes de esta Junta de Gobierno”. Este documento, serio, bélico, tiene fecha del 8 de junio de 1808. De pronto, el canónigo se convirtió en general. Luego de la segunda batalla del Bruch, el cura párroco de Sallent, doctor Antonio Toll, junto con un capuchino y otros sacerdotes de los que no se conocen sus nombres, acudieron para aportar su esfuerzo, dar ánimos y socorrer al paisanaje, ignorándose los nombres de algunos de estos presbíteros y religiosos. Mientras, las tropas napoleónicas, mandadas por el general Cabrán, profanaron la iglesia del Bruch (documento de Montañá a la Junta de Manresa [Servitje, pág. 279]).

No es posible proseguir con más datos sobre las siguientes campañas de Montañá, que asombró por su técnica de guerrillas y estrategia bélica, como el mejor profesional de la milicia. Durante el año 1808 actuó como “Comandante General de Somatenes del Corregimiento”, estableció contacto con otros núcleos de resistencia, planeó un sistema de espías militares y hostilizó las fuerzas invasoras siempre con éxito. Hasta julio de 1810 hay noticias de las actividades bélicas y políticas de Montañá. De pronto desaparece, seguramente por enfermedad, pues, por desgracia, Ramón Montañá murió en Manresa en el año 1811, sin precisión de día ni mes.

En el año 1906 la ciudad de Manresa colocó solemnemente en la sala de sesiones de la Casa Consistorial un retrato del canónigo Montañá.

 

Bibl.: J. Servitje (ed.), Relación de los méritos, títulos, grados y ejercicios literarios del Dr. D. Ramón Montañá. Presbítero, Beneficiado de la Iglesia Colegial de Manresa, Obispado de Vique (Madrid, veinte de Marzo de mil ochocientos quatro), 1804, págs. 370-371; Diario de Manresa, 6 de junio de 1809 [conmemorativo del I aniversario de la primera batalla del Bruch]; J. Servitje y Guitart, Manresa al Bruch. Vindicació de sa principalitat en la gloriosa jornada del 6 de Juny de 1808 [...], Manresa, Tipografía de Sant Joseph, 1903, págs. 267-280 y 368-370; VV. AA., Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo-Americana [...], vol. XXXVI, Madrid, Espasa Calpe, 1918 (entra por “Montaña, Ramón”), págs. 404-405; E. Esperabé de Arteaga, Diccionario Enciclopédico Ilustrado y Crítico de los Hombres de España, vol. II, Madrid, Gráficas Ibarra, 1947, “Apéndice”, pág. 284; J. Carreras i Martí (dir.), Gran Enciclopedia Catalana, vol. X, Barcelona, Enciclopèdia Catalana, 1977 (entra por “Montanyà i Coca, Ramón”), pág. 217.

 

Fernando Rodríguez de la Torre