Velandia Arellano y Arce, Antonio de. Miranda de Ebro (Burgos), 1605 – Rocroi (Francia), 19.V.1643. Militar.
Natural de Miranda de Ebro, Antonio de Velandia era hijo primogénito de Gaspar de Velandia Arellano y Frías, segundo señor de Tejada-San Llorente, cuya carrera administrativa al servicio de Felipe II provino de su formación académica como colegial y doctor en la universidad de Bolonia. Vuelto a España, y siguiendo los clásicos patrones de enlaces y parentelas, desposó a Leonor de Arce y Ceballos, nacida en Celaya (Cantabria), descendiente de una importante familia de letrados bien situada en el Consejo de Castilla.
Se desconocen las razones por las que Antonio de Velandia no prosiguió la actividad burocrática de su linaje, ya que aparece en la década de 1630 como capitán de una compañía del tercio del marqués de Celada en Flandes; sus aptitudes bélicas le promocionaron en el ejército flamenco, y a la altura de 1642 dirigía, como maestre de campo, el tercio de infantería española fundado, tres años antes, por Jerónimo de Aragón.
En 1642, gozando ya de los privilegios feudales del señorío castellano de Tejada y San Llorente, del que fue su tercer titular, se le concedió un hábito de la Orden de Alcántara, probablemente gracias a sus servicios para con la monarquía católica. Meses antes de su investidura como caballero alcantarino, en la primavera de 1642, participó a las órdenes del gobernador general de los Países Bajos, Francisco de Melo, en el asedio de Lens y en las batallas de La Bassée y Honnecourt, causando su tercio de españoles numerosas bajas al ejército del duque de Guisa.
Al año siguiente participó con el resto del ejército de Flandes en el asedio de la plaza fortificada de Rocroi. El 19 de mayo de 1643, presentada batalla por el joven duque de Enghien, Luis de Borbón, Velandia dirigió a su tercio en la refriega. Tras la desbandada de la caballería del duque de Alburquerque ante la contraofensiva del francés Gassion, el tercio de Velandia sufrió los envites de la artillería e infantería gala, perdiendo la vida el propio maestre de campo junto con el conde de La Fontaine y del conde de Villalba.
Tras la muerte de don Antonio, los derechos señoriales de Tejada y San Llorente, así como el mayorazgo familiar, recayeron en su hermano menor, Íñigo de Velandia, caballero de San Juan y capitán de caballería en Milán, el cual por sus méritos y su ascendiente político y militar alcanzaría, entre otras dignidades, el virreinato de Navarra y el cargo de gran prior de Castilla y León en la Orden de San Juan.
A modo anecdótico, cabe destacar que en un grabado francés anónimo del siglo XVII aparece dibujado un jinete español, caído junto con su caballo en el fragor de la batalla, con una leyenda en que se indica que representa a “Dom Antonio de Velandia”; esta imagen de corte propagandístico podría servir para vanagloriar al vencedor del combate y acrecentar la derrota española recordando la pérdida, insustituible a todas luces, de los más afamados militares de los tercios de Flandes, como lo era el propio Velandia.
Fuentes y Bibl.: Archivo Histórico Nacional, Sección Órdenes Militares, Alcántara, exp. 1590; Expedientillos, 13672.
Memorial Histórico Español, t. XVI, Madrid, Real Academia de la Historia, 1862; CODOIN, t. 75, Madrid, Imprenta de la viuda de Calero, 1880; VV. AA., Varias relaciones de los Estados de Flandes, 1631 a 1656, Madrid, Imprenta de M. Ginesta, 1880; E. Reinares Martínez, “El marquesado camerano de Tejada-San Llorente y los Velandia”, en Berceo, 140 (2001), págs. 241-274.
Roberto Quirós Rosado