Abad Casasempere, Amalia. Alcoy (Alicante), 11.XII.1897 – Benillup (Alicante), 26.IX.1936. Laica de Acción Católica, madre de familia, mártir, beata.
En 1921 contrajo matrimonio con el capitán del Ejército Luis Maestre Vidal, que murió en 1924 durante la guerra de África, quedando viuda con dos hijas. Vivió entregada por completo a sus deberes familiares y al bien del prójimo. Su espíritu apostólico le movió a ingresar en la rama de Mujeres de Acción Católica y en otras asociaciones piadosas. Fue una mujer toda de Dios, que sabía ordenar y distribuir provechosamente el tiempo en los quehaceres de su casa y en obras de la gloria de Dios y bien del prójimo. A los treinta y ocho años de edad inició los estudios del bachillerato a fin de conseguir el título de Comadrona con la sola idea de lograr que murieran el menor número de niños sin bautizar. Durante la persecución religiosa, fue detenida en su casa el 21 de septiembre de 1936 y conducida a la checa instalada en el Colegio de las Madres Esclavas. El día 26, cuando su familia le mandó el desayuno, recibió la noticia de que la habían llevado a Valencia a declarar. En realidad, la habían encerrado en una celda donde se defendió valerosamente de distintas vejaciones. La mataron en Benillup (Alicante), disparándole un tiro en la cabeza. Contaba treinta y ocho años de edad. Sus restos se conservan en la parroquia de San Mauro y San Francisco de Alcoy (Alicante), como los de las beatas Florencia Caerols y María Jordá.
Otras mujeres de Acción Católica que murieron en la diócesis de Valencia son: Florencia Caerols Martínez. Caudete (Albacete), 20.II.1890 – Rotglá y Corbera (Valencia), 1.X.1936.
Su posición modesta la obligó a trabajar en la industria textil, donde era muy querida y apreciada. Fue presidenta del Sindicato Católico Femenino desde 1927 hasta 1936. Como catequista del Patronato de San Mauro, de Alcoy (Alicante), fue ejemplar. Cumplió bien los cargos de celadora de la Venerable Orden Tercera y del Apostolado de la Oración. Su amor a la Virgen se manifestaba en la Congregación de Hijas de María y en la Asociación de Doncellas de María Inmaculada, a las que pertenecía. Fue excelente congregante de la Asociación de Señoras para la Vela al Santísimo.
Perteneció a la Pía Unión de las Marías de los Sagrarios Calvarios y fue una apóstol tanto de palabra como con su buen ejemplo. En 1936, estuvo presa desde el 23 de septiembre y fue sacrificada en Rotglá y Corbera (Valencia) el día 1 de octubre de 1936. Tenía cuarenta y seis años.
María del Pilar Jordá Botella. Alcoy (Alicante), 26.I.1905 – Benifallím (Alicante), 26.IX.1936. Fue alumna del Colegio de San Vicente de Paúl, e Hija de María Inmaculada y de la Medalla Milagrosa. Su vida piadosa le llevó a pertenecer a varias asociaciones religiosas de la parroquia de Santa María de Alcoy, así como a las Mujeres de Acción Católica y al Apostolado de la Oración. Era admirada por su piedad y alegría. Al estallar la revolución de 1936 se trasladó a Madrid, con un hermano soltero, pero fue detenida y trasladada a Alcoy, donde sufrió prisión del 20 al 26 de septiembre. Este día fue trasladada a Benifallím (Alicante), donde, fiel a su fe, entregó su alma a Dios, a los treinta y un años de edad.
Ana María Aranda Riera. Denia (Alicante), 24.I.1888 – Paterna (Valencia), 14.X.1936. Pertenecía a una familia distinguida y acomodada. Estudió en el Colegio del Sagrado Corazón de las Hermanas Carmelitas, en Denia. Piadosa desde niña, perteneció a la Congregación de Hijas de María, de la que fue presidenta durante tres años. También fue presidenta de la Conferencia de Jóvenes del Ropero de San Vicente de Paúl y pertenecía a la Acción Católica, donde trabajó con ardor y ejemplaridad de vida. Conducida a la cárcel de mujeres de Valencia por su religiosidad, el 14 de octubre de 1936, a las cuatro de la mañana, fue ametrallada en el Picadero de Paterna, a los cuarenta y ocho años de edad. Sus restos reposan en la capilla del Santísimo Sacramento de la parroquia de San Esteban de Valencia, junto con los de la beata María del Pilar Villalonga.
María del Pilar Villalonga Villalba. Valencia, 22.I.1891 – 11.XII.1936. Alumna del Colegio de Jesús María de Valencia, perteneció a diversas asociaciones parroquiales, como el Apostolado de la Oración, las Cuarenta Horas, la Obra Eucarística Reparadora y las Conferencias de San Vicente de Paúl. De extraordinaria abnegación y austeridad, al sobrevenir la revolución de 1936 fue detenida por su vida piadosa. En la cárcel animó a la que estaba con ella, Isabel Corell, diciéndole: “Esto es un momento y después el cielo”. Fue asesinada en la madrugada del 11 de diciembre de 1936, en las tapias del Patronato Álvarez de Burjassot, a los cuarenta y cinco años de edad.
María Climent Mateu. Játiva (Valencia), 13.III.1887 – 20.VIII.1936. Su amor a Dios cristalizó en la pertenencia a algunas Asociaciones piadosas, como el Apostolado de la Oración, las Hijas de María y de las Marías de los Sagrarios. También perteneció a la Adoración Nocturna femenina, a la Obra de los Intereses Católicos, a las Activas del Apostolado Social de la Mujer y otras. Un escogido sentido litúrgico la llevó a fomentar el canto en la parroquia y en otros lugares religiosos. Aunque su posición económica era modesta, sus caridades no tenían límite. Fundó en Játiva el Sindicato Católico Femenino, vinculado al Sindicato de la Aguja y, dentro de él, la Caja Dotal y la Mutualidad de Enfermas. Al comenzar la persecución religiosa fue detenida en su domicilio, de donde la sacaron para el sacrificio junto a su madre, que no quiso abandonarla en aquellos momentos y con quien murió el 20 de agosto de 1936. Tenía cuarenta y nueve años. Sus restos descansaron en la Parroquia de Santa Tecla de Játiva.
Társila Córdoba Belda. Sollana (Valencia), 8.V.1861 – Algemesí (valencia), 17.X.1936. Contrajo matrimonio en 1884 con Vicente Girona Gozalbo, labrador. Con gran entereza y resignación soportó las contrariedades de su vida: en 1922 vio morir a su esposo después de largos años de enfermedad mental; a su hijo mayor y a una hija que le dejó una nieta pequeña, así como a su hijo pequeño. Viuda, continuó las tareas de labranza y se distinguió por sus obras de caridad con los pobres, a quienes socorría a través de las Conferencias de San Vicente de Paúl. Ferviente católica, el comité de su pueblo ordenó su detención el 10 de octubre de 1936 y estuvo en prisión hasta el día 16. El 17 fue sacrificada en las tapias del cementerio de Algemesí, a los setenta y cinco años de edad. Sus venerables restos se veneran en el templo parroquial.
Francisca Cualladó Baixauli. Molino de San Isidro (Valencia), 3.XII.1890 – Benifayó, 18.IX.1936. Su humilde vida de modista se desarrolló en Masanasa. Amante de la eucaristía y de intensa vida de oración, organizó los Jueves Eucarísticos y perteneció a la Asociación de las Hijas de María y Santa Teresa. Inició en su pueblo el Sindicato de la Aguja en el que reunió a un buen número de mujeres y fue para ella un extenso campo de apostolado. Su caridad no tuvo límites. Daba lo que sabía y lo que tenía y, donde no llegaban sus posibilidades, llegaba su ingenio. En plena persecución religiosa, fue asesinada el 18 de septiembre de 1936 en la Torre de Espioca de Benifayó. Antes de ser fusilada, le cortaron la lengua para que no pudiera gritar “¡Viva Cristo Rey!”. Tenía cuarenta y seis años. Sus restos se veneran en la capilla del Santísimo Sacramento de la parroquia de Masanasa.
Encarnación Gil Valls. Onteniente (Valencia), 27.I.1888 – La Ollería, 24.IX.1936. De inteligencia despierta, estudió la carrera de Magisterio en Valencia, ejerciendo en los pueblos de Albuixech (Valencia) y Beniarrés (Alicante) con gran competencia. Perteneció al Apostolado de la Oración, a la Tercera Orden de San Francisco y del Carmen, a los Jueves Eucarísticos y a las Marías de los Sagrarios. Trabajó intensamente en la enseñanza del Catecismo, siendo, junto con su hermano sacerdote, que murió con ella, una de las fundadoras del Patronato de la Niñez en la parroquia de San Carlos de Onteniente, centro que tuvo gran importancia en la formación cristiana de los niños y cuyo influjo ha llegado hasta nuestros días. Fue además maestra directora de la Escuela Nocturna Femenina del Patronato, y de la Venerable Orden Tercera para la Juventud Obrera, distinguiéndose por su caridad hacia las jóvenes trabajadoras y por su interés en formarlas en la religión. No abandonó a su hermano sacerdote, Gaspar, cuando comenzó la persecución religiosa, acompañándole hasta la muerte. El 24 de septiembre de 1936 fueron asesinados ambos en el Puerto de La Ollería. Tenía cuarenta y ocho años. Sus restos se veneran en la parroquia de San Carlos de Onteniente. Junto con Crescencia Valls Espí, el 20 de marzo de 1958 fue nombrada por el Ayuntamiento hija predilecta de la ciudad.
Crescencia Valls Espí. Onteniente, 9.VI.1863 – Puerto de Canals, 27.IX.1936. Destacó, como Hija de María, por su edificante virtud, así como por su testimonio personal. También perteneció al Apostolado de la Oración y a las Mujeres de San Vicente de Paúl, asociación a través de la cual realizó numerosas obras de caridad, pidiendo dinero a las familias más acomodadas para ayudar económicamente a las más necesitadas. Trabajó activamente en la catequesis parroquial y en la escuela dominical. Fue detenida en el Puerto de La Ollería el 26 de septiembre de 1936 y asesinada en la madrugada del día siguiente, en el Puerto de Canals, junto con sus tres hermanas, a la edad de setenta y tres años. Sus restos mortales descansan en la iglesia arciprestal de Santa María de Onteniente.
Todas estas mujeres de Acción Católica, asesinadas en Valencia, fueron beatificadas por Juan Pablo II, en Roma, el 11 de marzo de 2001.
Bibl.: V. Cárcel Orti y R. Fita Revert, Mártires Valencianos del Siglo xx, Valencia, Edicep, 1998. Boletín Oficial del Arzobispado de Valencia. Número extraordinario. Beatificación de los Mártires. 11 de marzo de 2001, Época IV, vol. 14 (2001), n. 3.240; Delegación Diocesana para las Causas de los Santos, Amalia Abad Casasempere; Florencia Caerols Martínez, Társila Córdoba Belda, Encarnación Gil Valls, María Jorda Botella y Crescencia Valls Espí, Valencia 2001; A. Ferri Chulio, “Beata Amalia Abad Casasempere”, Año cristiano IX, septiembre, Madrid, B.A.C., 2005, págs. 844-846; M.ª E. González Rodríguez, Los primeros 479 santos y beatos mártires del siglo xx en España. Quiénes son y de dónde vienen, Madrid, Ed. EDICE, 2008, págs. 385-395; 398 y 400-401.
María Encarnación González Rodríguez