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Caterina Rosa Magdalena Coromina Agustí

Biografía

Coromina Agustí, Caterina Rosa Magdalena. Santa Eulalia de Pardines, Vic (Barcelona), 19.X.1824 – Vic (Barcelona), 11.VII.1893. Fundadora de la Congregación de las Hermanas Josefinas de la Caridad.

Nació en una familia de campesinos de arraigadas virtudes cristianas, con una fe de roble y roca maciza que supieron transmitir a sus hijos. Caterina creció en suma pobreza, sin frecuentar la escuela que le quedaba muy lejos de casa, pero educada en el hogar con la piedad familiar y por el párroco, que le enseñó el Catecismo. Ahí, en la parroquia, todavía niña, recibió la Primera Comunión, e ingresó en la Cofradía del Rosario. Crecía así el alma de la niña en el santo temor de Dios, fuente de la sabiduría, pero también de la fidelidad a la hora de la prueba. Desde la infancia para ayudar a la economía doméstica, cuidaba del rebaño, tiempo que aprovechaba para estar en profunda unión con Dios desgranando rosarios y ejercitando el Vía Crucis.

Cuando tenía cerca de veintiocho años fue a servir a casa de sus tíos de Casa Galobardes y más tarde a la de un sacerdote, el reverendo José Bregada, que la enseñó a leer y a escribir, despertándose por esta época en su corazón los anhelos divinos de ser religiosa.

En 1855 se traslada a Vic, sirviendo en varias casas, a la par que cultivaba y maduraba en su alma el amor de Dios bajo una cuidada dirección espiritual.

Aquí nace su devoción al Sagrado Corazón de Jesús y a María, la Virgen Dolorosa. Durante el tiempo libre que le dejaba el trabajo, visitaba enfermos y los curaba con amor. Comenzó así con gran humildad, y desde una vida interior intensa y rica, a proyectar la fundación de un Instituto para la asistencia a domicilio de los enfermos. Así el 29 de junio de 1877 retirándose con su sobrina María y otras dos doncellas en la casa del señor Esteban Verdosa, calle Nueva, número 123, inició en la ciudad de Vic (Barcelona) la fundación del caritativo Instituto, llevándose desde aquel día vida reglamentaria y religiosa. Animadas por el mismo espíritu de caridad, emprenden la tarea cuya finalidad apostólica y esencial era la atención del enfermo, la vela a domicilio, sin más complicación que la entrega caritativa y personal. Pocos meses después las tres compañeras abandonan asustadas por la extrema indigencia con que se encontraban en su labor. Caterina confiada y convencida de ser obra de Dios, y que Él lo quería, no perdió la fe y se mantuvo fiel al carisma recibido. Así fueron llegando nuevas y santas vocaciones, y el 24 de junio de 1881, la madre y cinco compañeras hicieron sus primeros votos y recibieron el nombre oficial de Josefinas de la Caridad. Como superiora general y formadora de novicias gobernó con sencillez, dulzura y firmeza, siempre entregada en oblación permanente a Dios y al bien de las almas, buscando que no muriesen sin recibir los Santos Sacramentos. El 1886 fue sustituida en el gobierno del Instituto, sufriendo por ello, pero siempre ofreciéndolo a Dios con fortaleza y gran humildad. Falleció en olor de santidad.

Siempre en oración constante, estando arrodillada e inmersa en profunda adoración a Dios, entregó su alma al Creador. Sus restos mortales descansan en un mausoleo que hay al fondo de la iglesia de San José de Vic, en la Casa Madre.

Las religiosas, fieles al carisma fundacional, se proponen el servicio a Jesucristo en la persona del enfermo, dondequiera que se encuentre, en su domicilio, clínicas, hospitales y residencias; procurando alivio en sus dolencias físicas, ofreciéndole el consuelo espiritual, supliendo el cariño de sus familiares, cuando falten, con generosidad y caridad cristiana.

Escribirá Caterina: “Pondremos nuestros talentos al servicio de los demás. Formaremos una comunidad de vida en la caridad, en la oración, en la preparación minuciosa para el cuidado de los enfermos, de modo que todo contribuya a la mayor gloria de Dios, a nuestra santificación y a la salvación de los hombres”.

 

Bibl.: J. Gabernet, SI, La noia de la xicra, Barcelona, Balmes, 1977; La chica de la jícara, Barcelona, Balmes, 1978; R. Vilaró i Sala, La Madre Caterina vista por una contemporánea, Vic, Barcelona, Casa Generalicia de las Hnas. Josefinas de la Caridad, 1981; J. Gabernet, SI, Caterina Coromina. Fundadora de las HH. Josefinas de la caridad, Barcelona, Casals, 1983; G. Fernández, Madre de los pobres. Poesías, Argentona, Barcelona, Imprenta La Juliana, 1991; R. Vilaró i Sala, Seixantacinc anys de vida consagrada, Vic, Barcelona, Institut de Germanes Josefines de la Caritat, 1993; A. Queralt, SI, Causa de la Sierva de Dios, M. Caterina Coromina, Vic (Barcelona), Hermanas Josefinas de la Caridad, 1994; J. M.ª Montiu de Nuix, L’alleujament i el consol del malalt, Vic, Gráficas Diac, 2005.

 

José Martín Brocos Fernández