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Santa Teresa de Jesús Jornet

Biografía

Jornet e Ibars, Teresa. Santa Teresa de Jesús Jornet. Aytona (Lérida), 9.I.1843 – Liria (Valencia), 26.VIII.1897. Fundadora de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados (HAD), santa.

Nació en el seno de una familia de labradores acomodados y recibió una esmerada educación, estudió en Lérida y en Fraga (Huesca) y alcanzó el título de maestra en 1862. Como tal, trabajó primero con su tío abuelo, Francisco Palau y Quer, fundador de las carmelitas descalzas misioneras, en Ciudadela (Menorca), desde 1863, pero en la primavera del año siguiente, al fracasar aquella fundación, volvió a su pueblo. Por entonces, sin que sea posible precisar las fechas, ejerció de maestra en Argensola (Barcelona) en compañía de su hermana María. Debió de estar allí pocos meses, porque desde 1864 a 1868 residió en su pueblo natal. Decidida a profesar en una austera orden religiosa, ingresó en julio de 1868 en las clarisas de Briviesca (Burgos), pero no pudo perseverar debido a problemas de salud y salió en 1870.

Volvió entonces con su tío, quien le pidió que, en su calidad de maestra con título oficial, visitara las casas de las terciarias carmelitas por él fundadas, pero en 1872, a la muerte de Francisco Palau, se sintió desligada de todo compromiso con estas religiosas y regresó a la casa paterna. Ese mismo año, de vuelta de los baños de Estadilla (Huesca), adonde había ido con su madre, oyó hablar en Barbastro (Huesca) del proyecto de fundación de unas religiosas dedicadas a los ancianos desamparados, que se traía entre manos el chantre de la catedral de Huesca, Saturnino López Novoa. Teresa visitó al fundador y prometió colaborar con él. En efecto, el 12 de octubre de 1872 llegó a Barbastro en compañía de su hermana María y de una amiga, Mercedes Calzada, y las tres, con otras nueve candidatas, formaron el núcleo de la nueva Congregación, recibiendo el hábito el 27 de enero de 1873.

Cuatro días después fue nombrada interinamente por el vicario capitular, sede vacante, directora general. El 8 de mayo de 1873, con otras seis religiosas, llegó a Valencia, reclamada por la Asociación de Católicos, a fin de fundar una casa asilo. Dos días después ya estaban instaladas y acogieron a la primera residente, una anciana de noventa y seis años, paralítica. El arzobispo, Mariano Barrio Fernández, se convirtió en su primer benefactor y confirmó a madre Teresa en su cargo de directora general. Durante la revolución independentista de julio de 1873 las monjas se retiraron al vecino pueblo de Alboraya, pero volvieron a Valencia el 9 de agosto, al día siguiente de la toma de la ciudad por el general Martínez Campos. El 10 de mayo de 1874 abrió un segundo asilo en Zaragoza, comenzando así una larga serie de fundaciones, pues en vida de la fundadora se abrieron en total ciento tres asilos. Dejando Aragón y Valencia, pronto dieron el salto a otras regiones de España y así, en 1875 abrieron una casa en Cabra (Córdoba) y al año siguiente otra en Burgos.

A pesar de su delicado estado de salud, la fundadora procuró acompañar siempre a las primeras hermanas y permanecer con ellas hasta dejarlas instaladas.

El 29 de noviembre de 1874 emitió su profesión temporal, en una congregación todavía de derecho diocesano, pero el 14 de julio de 1876 se obtuvo el Decretum laudis romano, por lo que pudo profesar solemnemente el 8 de julio de 1877. Confirmada superiora general por sucesivos capítulos generales, consiguió de Roma, en 1887, la aprobación temporal de las Constituciones, aprobadas definitivamente diez años después. Mientras tanto, madre Teresa siguió incansablemente fundando nuevas casas y solucionando los problemas que iban surgiendo. Uno no menor, por ridículo que parezca, fue el pleito que la enfrentó con una congregación del mismo nombre de origen francés; sin saberlo, Saturnino López Novoa y ella habían puesto al nuevo instituto el nombre de Hermanitas de los Pobres Desamparados, que ya llevaban unas religiosas francesas, establecidas en España desde 1863. Éstas exigieron la integración de las españolas en las francesas o el cambio de nombre. El asunto se prolongó hasta 1882, en que las religiosas españolas aceptaron cambiar su nombre por el de Hermanitas de los Ancianos Desamparados, comprometiéndose además a no fundar en las ciudades y pueblos donde ya hubiera una casa de las religiosas francesas.

En 1885 madre Teresa aceptó la agregación a su Congregación de las Hermanitas de los Pobres Inválidos, fundadas en Cuba por el cardenal Ciriaco Sancha, mandando a aquella ciudad un grupo de sus religiosas e iniciando así un rápido desarrollo por la América española.

En 1896 fue confirmada por la Santa Sede como superiora general, pero pronto cayó gravemente enferma, muriendo en la casa de Liria el 26 de agosto de 1897.

Sus restos mortales fueron trasladados a la casa madre de Valencia en 1904, pero, a pesar de la fama de santidad de la fundadora, el proceso de beatificación no se abrió enseguida, porque su hermana María (que la había sucedido en el cargo de superiora general) y el resto de las religiosas no querían, de acuerdo con el pensamiento de la fundadora, dedicar sus bienes a otra cosa que no fuera la atención de los ancianos. Sin embargo, en 1945, la diócesis de Valencia abrió el proceso, que culminó con su beatificación en Roma, el 27 de abril de 1958. El papa Pablo VI la canonizó el 27 de enero de 1974; su fiesta se celebra el día 26 de agosto y fue proclamada por Juan Pablo II patrona de la ancianidad.

 

Bibl.: M. E. Pietromarchi, La Beata Teresa de Jesús Jornet e Ibars, Roma, Procuración General de las Hermanitas, 1958; V. di S. Maria, “Jornet e Ibars, Teresa di Gesù”, en Bibliotheca Sanctorum, vol. VII, Roma, Istituto Giovanni XXIII, 1966, cols. 1027- 1029; Q. Aldea, “Jornet e Ibars, Teresa de Jesús”, en Q. Aldea Vaquero, T. Marín Martínez y J. Vives Gatell (dirs.), Diccionario de Historia Eclesiástica de España, vol. II, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto Enrique Flórez, 1972, págs. 1241-1242; J. M. Javierre, Refugio de los ancianos. Santa Teresa Jornet, Madrid, Alameda, 1974; V. Macca, “Teresa di Gesú Jornet e Ibars”, en Dizionario degli Istituti di perfezione, vol. IX, Roma, Edizioni Paoline, 1997, cols. 972-973.

 

Miguel C. Vivancos Gómez, OSB

 

 

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