Ayuda

Manuel Delgado

Biografía

Delgado, Manuel. ?, f. s. XVIII – Madrid, 23.IV.1848. Editor.

Nacido en las postrimerías del siglo XVIII, Manuel Delgado fue en su juventud asiduo de los ambientes literarios del Madrid romántico de finales de la década de 1820. Instalado en la calle de la Cruz, muy próxima a la del Príncipe, donde se encontraba El Parnasillo, es seguro que conoció en el famoso café a los integrantes de su tertulia —Larra, Espronceda, Escosura o Zorrilla—, cuyas obras fueron editadas por Delgado poco tiempo después.

Las primeras noticias de Manuel Delgado como editor se sitúan en el año 1832, cuando lanzó —en un momento de gran interés por la novela histórica surgido de la mano del Romanticismo— una serie de novelas sobre hechos y personajes de la Historia de España. Asesorado en dicha empresa por Ramón López Soler (que ya había publicado varias de sus principales obras con otro gran editor de novela histórica de la época, Mariano Cabrerizo), dio a la luz alrededor de treinta obras, algunas de ellas tan renombradas como El primogénito de Alburquerque, del propio López Soler (1833), El doncel de don Enrique el Doliente, de Larra, o Sancho Saldaña, de Espronceda, las dos últimas del año 1834. A pesar de que las novelas de Delgado fueron las primeras concebidas como una auténtica colección destinada a promocionar la novela histórica de escritores españoles (frente al mayor peso que tenían las traducciones del francés en los catálogos de otros editores), el último de los títulos de la colección fue publicado en el año 1835.

Ya para entonces, Delgado había explorado otros campos de la edición y publicado libros de religión o Derecho, y por medio de diversos contratos le había ido comprando a Larra —por un montante total de algo menos de 36.000 reales de vellón— los derechos exclusivos de buena parte de sus obras, entre ellas la citada de El doncel, varias comedias, dos tomos de Artículos y Cartas de Fígaro y quince cuadernos bajo el título de El pobrecito hablador. En 1837, poco después de la muerte del autor, Delgado publicó dos tomos de los Artículos, que se unieron a los tres ya publicados por Larra en vida.

No obstante, el gran éxito editorial le vino a Delgado de la mano de las obras teatrales, con una colección de textos dramáticos publicados entre 1838 y 1847, divididos en dos series que llamó “Teatro moderno español” y “Teatro moderno extranjero”. De la primera serie aparecieron ochenta volúmenes con más de doscientas cincuenta obras, mientras que de la segunda salieron veinticuatro volúmenes con ciento veinte obras, mayoritariamente traducciones del francés.

Delgado puso en práctica una política de compra de derechos y adelantos a los autores poco desarrollada todavía en la época, que incluía el derecho a la publicación de la obra y, en algunas ocasiones, los derechos de representación. Esto, unido a una gran visión como editor, hizo que en su catálogo figuraran obras tan emblemáticas del teatro romántico como Los amantes de Teruel, de Hartzenbusch; Don Álvaro o la fuerza del sino, del duque de Rivas; Macías, de Larra; El Trovador, de García Gutiérrez y Don Juan Tenorio, de Zorrilla. Con este último (del que, además de su teatro, publicó sus Poesías completas en varios tomos) tuvo una especial relación —mezcla de amistad e interés mercantil, muy reveladora de las típicas relaciones entre editor y autor— sobre la que el propio creador del Tenorio dejó algo escrito en sus memorias.

Manuel Delgado desarrolló su labor en la época de los primeros pasos de un incipiente mercado editorial español, en la que destacaron otros nombres como los de Cabrerizo, Benito Monfort, Antonio Bergnes de las Casas, Ignacio Boix o Ayguals de Izco. No obstante, a diferencia de casi todos los de su época, Delgado no fue impresor ni librero, sino que se limitó a una labor de intermediación entre los autores y el público lector, eligiendo o encargando aquellas obras que pensaba que podían tener éxito y comprando los derechos a los escritores. Es decir, Delgado —al que esa labor de intermediación le valió una cierta mala reputación que hizo a Mesonero Romanos referirse a él como “el famoso editor que hizo su fortuna a costa de todos los ingenios de aquella época”— ejerció de editor en un sentido muy cercano al actual, casi desconocido en aquellos años.

A la muerte de Delgado en 1848, el negocio editorial pasó a sus hijos, aún menores de edad, bajo el nombre de Sociedad Delgado Hermanos, y a partir de 1856 quedó sólo el hijo mayor, Manuel Pedro Delgado, creador de una “Galería Dramática” (compuesta en gran parte con las obras publicadas por su padre) que a finales del siglo XIX contaba con un catálogo de más de seiscientas obras.

 

Bibl.: R. de Mesonero Romanos, Memorias de un setentón, t. II, Madrid, Renacimiento, 1926; E. Cotarelo, “Editores y galerías de obras dramáticas en Madrid en el siglo XIX”, en Revista de la Biblioteca, Archivo y Museo, 18 (1928), págs. 121-139; J. Zorrilla, Recuerdos del tiempo viejo, vol. I, Madrid, Publicaciones españolas, 1961; V. García de la Concha, Historia de la literatura española. Siglo XIX, vol. I, Madrid, Espasa Calpe, 1996; J. A. Martínez Martín, “Las ediciones de Delgado en el siglo XIX. Actividad editorial e inventario de obras”, en Pliegos de bibliofilia, 8 (1999), págs. 27-41; J. A. Martínez Martín (dir.), Historia de la edición en España, Madrid, Marcial Pons, 2001.

 

Mariano Serrano Pascual