Domecq y Núñez de Villavicencio, Juan Pedro. Jerez de la Frontera (Cádiz), 15.X.1881 ant. – 9.III.1937. Empresario bodeguero y ganadero de toros bravos.
Quinto hijo de Pedro Domecq Loustau y de Carmen Núñez de Villavicencio y Olaguer-Feliú, I marquesa de Domecq D’Usquain, y hermano del importante empresario bodeguero Pedro Domecq y Núñez de Villavicencio, fue bautizado el 15 de octubre de 1881.
Además de participar activamente en el próspero negocio bodeguero de la familia, Juan Pedro Domecq y Núñez de Villavicencio fue el fundador de una importante saga de ganaderos que se ha convertido, tanto con los toros que están en manos de la familia como por las ventas realizadas a otros criadores, en la rama más numerosa e importante del campo bravo español. En efecto, de su matrimonio el 11 de febrero de 1911 con María Díez Gutiérrez —hija a su vez de María Gutiérrez y O’Neale y de Salvador Díez y Pérez de Muñoz— nacieron los ganaderos Juan Pedro, Pedro, Salvador y Álvaro Domecq y Díez. Este último fue, además, rejoneador y político, ocupando los cargos de alcalde de Jerez de la Frontera (entre 1952 y 1957), presidente de la Diputación de Cádiz (de 1957 a 1967) y de procurador en Cortes. Para satisfacer la afición de sus hijos —que habían quedado huérfanos de madre en 1921—, Juan Pedro Domecq compró en 1930 la ganadería de Pedro Alcántara Colón, duque de Veragua, que éste había adquirido en 1835. Esos toros habían pertenecido con anterioridad al rey Fernando VII (desde 1830) y, antes, a Vicente José Vázquez (en 1780). La familia Colón vendió la ganadería en 1927 a Manuel Martín Alonso, que tres años después se la traspasó a Juan Pedro Domecq, quien llevó las reses a la finca Jandilla. En el proceso de formación de la vacada fue muy importante la labor del también ganadero Ramón Mora-Figueroa, amigo de la familia. Muy pronto se añadieron reses procedentes del conde de la Corte y Gamero Cívico.
A la muerte de Juan Pedro Domecq y Núñez de Villavicencio en marzo de 1937, la ganadería pasó a sus cuatro hijos, Juan Pedro, Álvaro, Salvador y Pedro, que inicialmente la mantuvieron unida bajo la dirección del primogénito. Posteriores particiones dieron origen a las distintas ramas Domecq, además de otras que, aun siendo de la familia, no procedían directamente del mismo tronco. Hijos ganaderos de Juan Pedro Domecq y Díez son Juan Pedro Solís (que lidia sus toros a su nombre y al de Parladé), Borja (que dirige la ganadería denominada Jandilla) y Fernando (que tiene la vacada de Zalduendo); de Salvador Domecq y Díez desciende, entre otros, Salvador, que tiene la ganadería de El Torero; Pedro Domecq y Díez llevó la vacada llamada Jandilla, que pasó a varios sobrinos y, finalmente, dirige Borja Domecq Solís; por su parte, Álvaro Domecq y Díez fundó la vacada de Torrestrella, de la que se ha hecho cargo, a su muerte, su hijo Álvaro Domecq Romero (rejoneador como su padre). Otros descendientes de Álvaro Domecq son sus nietos Luis y Antonio Domecq, también rejoneadores.
Bibl.: J. A. Delgado y Orellana, La Casa Domecq D’Usquain, Sevilla, Gráficas Sevillanas, 1966; E. Fedriani Fuentes, Jerezanos ilustres, Jerez, Gráficas San Luis, 1968; Á. Domecq y Díez, El toro bravo, Madrid, Espasa Calpe, 1985; L. Fernández Salcedo, Trece ganaderos románticos, Madrid, Editorial Agrícola Española, 1987; Á. Domecq y Díez, Memorias. 80 años. Mi vereda a galope, Madrid, Espasa, 1998; J. López del Ramo, Las claves del toro, Madrid, Espasa, 2002; A. Mariscal Trujillo, Jerezanos para la historia, Jerez, Libros el Laberinto, 2006.
José Luis Ramón Carrión
